<p>Se sab&iacute;a que los diques de Nueva Orleans no pod&iacute;an resistir un hurac&aacute;n de categor&iacute;a 3. Se sab&iacute;a que la fuerza de los huracanes se ha m&aacute;s que duplicado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os a causa del calentamiento global. Se sabe que el nivel de las aguas va a subir inexorablemente a lo largo de este siglo. De alcance mundial, la crisis ecol&oacute;gica ha adquirido unas dimensiones sin precedentes en la historia. En septiembre de 2005, el Katrina aneg&oacute; las calles y las vidas de Nueva Orleans. Antes de que sus habitantes pudieran darse cuenta, la especulaci&oacute;n inmobiliaria ya lanzaba sus garras sobre la ciudad inundada. Condoleeza Rice hab&iacute;a expresado con claridad, tras el maremoto que asol&oacute; el sudeste asi&aacute;tico, que no hay mal que por bien no venga: el tsunami era, seg&uacute;n ella, &ldquo;una oportunidad formidable&rdquo; para los EEUU. Nueva Orleans tambi&eacute;n. En este libro se narra lo que verdaderamente sucedi&oacute; en Nueva Orleans, y que no fue exactamente lo que nos relataron los grandes medios de comunicaci&oacute;n: c&oacute;mo se trat&oacute; a la poblaci&oacute;n, singularmente a la m&aacute;s pobre; c&oacute;mo se deformaron los acontecimientos que ten&iacute;an que ver con un supuesto &ldquo;pillaje&rdquo;; c&oacute;mo se autoorganiz&oacute; alg&uacute;n barrio al verse abandonado por quienes deb&iacute;an protegerlo; c&oacute;mo asom&oacute; la oreja del racismo; c&oacute;mo el Katrina permiti&oacute; visualizar de nuevo la &ldquo;guerra contra los pobres&rdquo; que la administraci&oacute;n norteamericana parece haber emprendido.</p>