literatura erótica

  • <p><em>Tu boca en mi piel</em> re&uacute;ne a diez autores contempor&aacute;neos que nos ofrecen textos cargados de erotismo y deseo homosexual. A trav&eacute;s de esta nueva forma de entender la literatura er&oacute;tica, asistimos a la creaci&oacute;n de un placer queer en el que se ven representados todos los tipos de cuerpos, edades y sexualidades no-normativas.</p> <p>Con textos de Luca Andrea, Alberto Marcos, Christo Casas, Luis Maura, Antonio M. Utrera, Carlos Barea, Jos&eacute; Luis Serrano, Gustavo Pecoraro, J. S. Roy, y &Oacute;scar Hern&aacute;ndez-Campano.</p>
  • <p><em>Sexe Fora de norma (gelats)</em> ens acosta les tretze hist&ograve;ries finalistes del Premi de Literatura Er&ograve;tica Feminista. Relats que ens parlen d&rsquo;una sexualitat diversa i inclusiva, allunyada dels estereotips marcats per la pornografia i pel sexe fal&middot;loc&egrave;ntric. A m&eacute;s, com a novetat, enguany totes les hist&ograve;ries responen a un mateix marc tem&agrave;tic: sexe sense penetraci&oacute;. Aix&iacute;, trobem peces liter&agrave;ries que tracten temes com el consentiment, l&rsquo;onanisme, el no binarisme, el descobriment de la sexualitat, l&rsquo;acceptaci&oacute; del propi cos, la comunicaci&oacute; amb la parella, els jocs sexuals, les fantasies o la solitud buscada, tot des d&rsquo;una perspectiva feminista, oberta i integradora.</p>
  • <p><font class="txparrafo">&laquo;Samaniego [Laguardia, &Aacute;lava, 1745-1801], sobrino del Conde de Pe&ntilde;aflorida y uno de los fundadores de la Sociedad Econ&oacute;mica Vascongada, se hab&iacute;a educado en Francia. [&hellip;] Pero no era propagandista, y se content&oacute; con ser poeta licencioso al modo de La Fontaine, pues sabida cosa es que los fabulistas, como todos los moralistas laicos, han solido ser gente de muy dudosa moralidad. Compuso, pues, Samaniego, aparte de sus f&aacute;bulas, una copiosa colecci&oacute;n de cuentos verdes, que algunos de sus amigos m&aacute;s graves (mentira parecer&iacute;a si no conoci&eacute;ramos aquel siglo) le excitaban a publicar, y que todav&iacute;a corren manuscritos o en boca de la gente por tierras de &Aacute;lava y La Rioja&raquo;. Marcelino Men&eacute;ndez y Pelayo, <i>Historia de los heterodoxos espa&ntilde;oles</i>, Libro VI. <br /> <br /> Presentamos de nuevo, y lo har&iacute;amos cuantas veces hiciera falta, una selecci&oacute;n de las inolvidables narraciones er&oacute;ticas, jocosas y deslenguadas de tan ilustre y libertino escritor, editadas por Alfonso Mart&iacute;nez Galilea (Logro&ntilde;o, 1959) e ilustradas por Javier Jubera Garc&iacute;a (Logro&ntilde;o, 1982). Una lectura fresca y acalorada a la par que saludable. <br /> <br /> &laquo;Gracia, naturalidad, colorido y algo de sal gorda es lo que pueden encontrar en estos Veintid&oacute;s cuentos picantes protagonizados por frailes, monjas, viudas, malmaridadas y alg&uacute;n obispo, que acaban de llegar a los escaparates. [&hellip;] Si alguna vez se han preguntado, como tambi&eacute;n los neocl&aacute;sicos lo hicieron en su tiempo, si la poes&iacute;a sirve para algo, poemas como &ldquo;El reconocimiento&rdquo;, &ldquo;El ca&ntilde;am&oacute;n&rdquo; o &ldquo;Las bendiciones de aumento&rdquo; les alegrar&aacute;n, sin tienen, los humores, les levantar&aacute;n, de paso, la moral y les dar&aacute;n una respuesta: la poes&iacute;a sirve tambi&eacute;n para divertirse&raquo;. Jos&eacute; Ignacio Foronda, <i>Imagina</i>, La Rioja. </font></p>
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