patriarcado

  • <p>La periodista y psic&oacute;loga Darcy Lockman ofrece una l&uacute;cida mirada al problema m&aacute;s pernicioso al que se enfrentan las madres y padres modernos: las relaciones progresistas se convierten en tradicionales cuando se introducen los ni&ntilde;os en el hogar. En una &eacute;poca de activismo feminista, concienciaci&oacute;n y cambio aparentemente sin precedentes, los datos muestran que persiste obstinadamente un &aacute;rea de desigualdad de g&eacute;nero: la desproporcionada cantidad de trabajo parental que recae en las mujeres, independientemente de su origen, clase o estatus profesional.</p> <p>Lockman investiga la causa de esta omnipresente desigualdad para responder por qu&eacute;, en los hogares en los que ambos progenitores trabajan a jornada completa y est&aacute;n de acuerdo en que las tareas deben repartirse a partes iguales, las contribuciones de las madres a la gesti&oacute;n del hogar, la carga mental y el cuidado de los hijos siguen superando a las de los padres. &iquest;D&oacute;nde est&aacute; nuestra revoluci&oacute;n, nuestra insurgencia, nuestra agitaci&oacute;n civil?</p> <p>Lockman expone c&oacute;mo la promesa feminista de una verdadera pareja de hecho casi nunca se cumple, e identifica tres principios que han sostenido la divisi&oacute;n cultural del trabajo en funci&oacute;n del g&eacute;nero, desgranando las formas en que tanto hombres como mujeres perpet&uacute;an involuntariamente las viejas normas.</p>
  • En Urbanismo feminista se concretan y detallan diferentes aspectos relativos a esa ciudad que pone la vida en el centro, desde la clara conciencia de que solamente los procesos impulsados desde abajo, y a partir de la complejidad comunitaria, edificarán una realidad urbana radicalmente distinta a la que conocemos.
  • Desde su publicación en 2018 este libro ha supuesto una auténtica revolución en la comprensión del terror sexual y las narrativas asociadas a la violación como un mecanismo social de disciplinamiento de los cuerpos de las mujeres.
  • <p>Qu&eacute; papel juega el &laquo;cuerpo&raquo; hoy en d&iacute;a en tanto categor&iacute;a de acci&oacute;n pol&iacute;tica? &iquest;Cu&aacute;les son los procesos por los cuales se constituye? &iquest;C&oacute;mo desmantelamos los dispositivos de &laquo;cercamiento&raquo; de nuestros cuerpos y reclamamos colectivamente nuestra autonom&iacute;a?</p> <p>Quiz&aacute;s m&aacute;s que nunca, &laquo;el cuerpo&raquo; ocupa hoy el centro de la pol&iacute;tica, tanto radical como institucional. De un lado, los movimientos feministas, antirracistas, trans, ecologistas, etc., toman el cuerpo como un terreno de confrontaci&oacute;n, as&iacute; como un veh&iacute;culo para pr&aacute;cticas sociales transformadoras. De otro, el cuerpo se ha convertido en un significante de la crisis de la reproducci&oacute;n empujada por el giro neoliberal del desarrollo capitalista, as&iacute; como por el resurgimiento de la represi&oacute;n y la violencia.</p> <p>En <em>Ir m&aacute;s all&aacute; de la piel</em>, la activista y te&oacute;rica Silvia Federici examina estos procesos complejos, en el contexto hist&oacute;rico de la transformaci&oacute;n capitalista del cuerpo en una m&aacute;quina de trabajo, ampliando as&iacute; uno de los temas principales de su primer libro, <em>Calib&aacute;n y la bruja</em>. En una doble direcci&oacute;n, examina los nuevos paradigmas que hoy rigen la concepci&oacute;n del cuerpo en la imaginaci&oacute;n colectiva radical, pero tambi&eacute;n en los nuevos reg&iacute;menes disciplinarios que el Estado y el capital est&aacute;n implementando en respuesta a la creciente revuelta contra los ataques diarios a nuestra reproducci&oacute;n cotidiana. El resultado es un libro iluminador y extremadamente contempor&aacute;neo.</p>
  • <p>Algunos grupos antifeministas se crearon en los a&ntilde;os noventa del siglo XX, pero no ha sido hasta las primeras d&eacute;cadas del siglo XXI cuando, gracias al anonimato que proporcionan las redes, se han organizado, interconectado, y han construido espacios propios. Este movimiento tiene distintas caras: los &iacute;nceles o c&eacute;libes involutarios, los artistas del ligue, alt-right o fundamentalistas&hellip; Todos ellos tienen en com&uacute;n el odio a las mujeres y la reacci&oacute;n ante una emergencia feminista que hace tambalearse los pilares patriarcales de la sociedad.</p> <p>Aunque la misoginia no es algo nuevo, definirse defendi&eacute;ndola expl&iacute;citamente s&iacute; que lo es. Por eso resulta imprescindible entender que no estamos ante una reacci&oacute;n aislada y centrada en los valores de los autoritarios de g&eacute;nero. Se trata m&aacute;s bien, tal y como explica Susanne Kaiser, de una puesta al d&iacute;a de los valores de la extrema derecha, y de la puerta de entrada a la misma. Todos estos nuevos actores comparten el deseo de volver a la sociedad en la que imperaba la supremac&iacute;a masculina, pero tambi&eacute;n la blanca, la autoritaria y la cristiana.</p>
  • <p>La perversa idea de la supuesta inferioridad, tanto moral como intelectual y biol&oacute;gica, de la mitad de la humanidad, las mujeres, representa el fundamento del sistema patriarcal. El amplio argumentario sobre estos supuestos se ha ido construyendo de la mano de grandes pensadores de todos los tiempos. El acuerdo com&uacute;n, salvo honrosas excepciones, situaba a las mujeres, por naturaleza, en el &aacute;mbito de lo privado. Todas estas creencias y prejuicios han condenado, y lo siguen haciendo, a millones de mujeres a grandes sufrimientos y violencias, y adem&aacute;s han frustrado sus leg&iacute;timas aspiraciones y deseos. Pero tambi&eacute;n han privado a la humanidad de la mitad de las inteligencias. Conocer el pasado nos puede servir para impedir el avance de la misoginia que, desgraciadamente, no es cosa del pasado.</p>
  • <p>Desde la crisis de 2008, el neoliberalismo, para sostener sus modos de explotaci&oacute;n, para contener la implosi&oacute;n social en cada territorio, ha necesitado de una alianza cada vez m&aacute;s f&eacute;rrea con el fascismo y con formas varias de fundamentalismo religioso. Con ello ha pretendido reordenar la re-producci&oacute;n social en t&eacute;rminos capitalistas, recolocar un mandato de g&eacute;nero en crisis y retrazar las l&iacute;neas entre lo humano y lo categorizado como menos-que-humano (feminizado, racializado, naturalizado).</p> <p>Frente a esta nueva ofensiva neoliberal, el feminismo transnacional ha aparecido como un actor inesperado. Ha reabierto lo que parec&iacute;a clausurarse y lo ha hecho de nuevo con esa mezcla de radicalidad y masividad, de fuerza internacionalista y operatividad local, de conectividad y arraigo. Lo que se juega hoy en las disputas por los sentidos del feminismo no es la divisi&oacute;n de un movimiento que por otro lado siempre fue m&uacute;ltiple y poli&eacute;drico. Se juega la capacidad de incidir en el punto de sutura entre neoliberalismo y fascismo. Se juega la potencia feminista misma, en su desbordamiento.</p>
  • <p>El objeto de este libro es claro: la sociedad capitalista. Se trata de comprender qu&eacute; es y c&oacute;mo funciona; sus irracionalidades, coerciones e injusticias end&oacute;genas; sus tendencias inherentes a la crisis y sus l&iacute;neas de conflicto; sus potenciales inmanentes para la transformaci&oacute;n. Partiendo libre y ecl&eacute;cticamente de &laquo;los dos Karls&raquo; (Marx y Polanyi), as&iacute; como de las teor&iacute;as feministas y ecologistas y de las teor&iacute;as cr&iacute;ticas de la raza, este libro propone una visi&oacute;n ampliada de la sociedad capitalista. Esta visi&oacute;n abarca no solo la econom&iacute;a visible, &laquo;productiva&raquo;, sino tambi&eacute;n los &laquo;talleres ocultos&raquo;, las condiciones de posibilidad subyacentes de esta &uacute;ltima, en concreto: los procesos de reproducci&oacute;n social asim&eacute;tricos en cuanto al g&eacute;nero, la din&aacute;mica racializada de la expropiaci&oacute;n, las formas de dominio pol&iacute;tico estructuradas por las diferencias de clase, as&iacute; como la depredaci&oacute;n sistem&aacute;tica de los ecosistemas. Todo ello es parte integrante esencial de lo que es, en realidad, una sociedad capitalista.</p> <p>Una visi&oacute;n ampliada del capitalismo implica tambi&eacute;n una visi&oacute;n ampliada del socialismo. Desde esta perspectiva, el socialismo debe superar no solo la explotaci&oacute;n del trabajo asalariado por parte del capital, sino tambi&eacute;n sus m&uacute;ltiples formas alternativas de explotaci&oacute;n parasitaria: el trabajo de cuidados no remunerado, los bienes p&uacute;blicos y la riqueza expropiada a los sujetos racializados y a la naturaleza no humana. El socialismo debe ser, pues, feminista, antirracista y antiimperialista, ecosostenible y democr&aacute;tico.</p>
  • <p>El presente es el &uacute;nico texto cr&iacute;tico existente a fecha de hoy sobre la situaci&oacute;n de la mujer en las Fuerzas Armadas. El &uacute;nico trabajo que ha juntado las piezas del puzle para facilitar una visi&oacute;n de conjunto que permita a la ciudadan&iacute;a tomar conciencia de la magnitud de un problema tan grave como es la impunidad de la violencia sobre la mujer en el seno del Ej&eacute;rcito, y que ello suponga un punto de encuentro y reflexi&oacute;n desde el que impulsar un imprescindible cambio.</p> <p>Dividido en dos partes, en la primera, se presentan denuncias de acoso en cuatro periodos de tiempo, y, en la segunda, se analizan con la intenci&oacute;n de extraer conclusiones en forma de patrones y estad&iacute;sticas. Y los datos resultan muy reveladores: un n&uacute;mero de denuncias y de condenas muy bajo, una clara tendencia a proteger a los denunciados y expulsar a las denunciantes, una ausencia de control pol&iacute;tico y una falta de inter&eacute;s medi&aacute;tico.</p> <p>El objetivo de este libro es claro: que cuando acontezca un delito de esta naturaleza, las v&iacute;ctimas encuentren un respaldo institucional que las proteja y una estructura legal que les ofrezca todas las garant&iacute;as de independencia e imparcialidad exigibles. Todo lo cual se resume en una premisa que convendr&iacute;a que el lector recordase cada vez que visualice un abuso, un acoso o una agresi&oacute;n, y le parezca incomprensible la resoluci&oacute;n que se da al mismo: desaparici&oacute;n o restricci&oacute;n de la Justicia militar a tiempos de guerra, conflictos militares y delitos de naturaleza exclusivamente militar.</p>
  • <p>&iquest;Una nace mujer o se hace mujer? &iquest;Pueden los hombres ser feministas? &iquest;Todav&iacute;a necesitamos el feminismo en el siglo xxi? Este libro responde estas y otras muchas preguntas explorando la lucha por la igualdad a lo largo de los &uacute;ltimos siglos.</p> <p>Con un lenguaje claro, concisas explicaciones que desbrozan la jerga acad&eacute;mica, esquemas que simplifican complejas teor&iacute;as e ingeniosas ilustraciones, El libro del feminismo examina las revolucionarias ideas y las audaces iniciativas que han configurado este fascinante y diverso movimiento.</p> <p>Tanto si has sido feminista durante toda tu vida como si acabas de interesarte por este movimiento, en este libro hallar&aacute;s una verdadera fuente de inspiraci&oacute;n.</p>
  • <p>El Prado es todav&iacute;a, doscientos a&ntilde;os despu&eacute;s, una instituci&oacute;n en la que se silencia y se excluye a la mujer. A las artistas y a las visitantes: todas invisibles y todos ciegos ante la ausencia de la voz y la experiencia femeninas. &iquest;Por qu&eacute; el Museo Nacional del Prado ignora a las mujeres? En las salas del referente espa&ntilde;ol y en las del resto de instituciones internacionales, el relato que se alaba en el siglo XXI es el mismo con el que el siglo XIX cont&oacute; el mundo y construy&oacute; sus intereses. Cuadro a cuadro, este libro revisa el legado patriarcal que ha llegado hasta nuestros d&iacute;as, aunque hoy lo se&ntilde;alemos como injustificable y rechacemos cualquier pr&aacute;ctica que ampl&iacute;e la brecha entre hombres y mujeres.</p> <p>Esta no es una historia del arte tradicional: es una gu&iacute;a contra las ausencias, las vejaciones, los eufemismos, los silencios y tergiversaciones que han hecho desaparecer a la mitad de la poblaci&oacute;n, con una violencia soterrada y a la vista. Y esta es tambi&eacute;n una historia contra la ceguera, una narraci&oacute;n sobre las condiciones pol&iacute;ticas y sociales que determinan la creaci&oacute;n art&iacute;stica y privilegian a ellos sobre ellas. Es el momento, ante el auge de los fascismos, de que los museos asuman sus responsabilidades y pasen a ejercer una pr&aacute;ctica de pensamiento cr&iacute;tico, y se nieguen a dar por sentado el marco del menosprecio y la desigualdad.</p>
  • La bastarda

    23,00
    <p>&laquo;Mi caso no es &uacute;nico: tengo miedo de morir y me desgarra estar en el mundo. No he trabajado, no he estudiado. He llorado, he gritado. Las l&aacute;grimas y los lamentos me han llevado mucho tiempo. La tortura del tiempo perdido en cuanto reflexiono en ello. No puedo pensar mucho tiempo, pero puedo complacerme ante una hoja de lechuga marchita ante la cual no tengo m&aacute;s que penas para rumiar. El pasado no alimenta. Me ir&eacute; como he llegado: intacta y cargada con los defectos que me han torturado. Hubiera querido nacer estatua, y soy una babosa en mi propio estercolero. Las virtudes, las cualidades, el valor, la meditaci&oacute;n, la cultura. De brazos cruzados, me he destrozado ante esas palabras&raquo;. Un autorretrato obsesivo y revelador de una mujer notable humillada por las circunstancias de su nacimiento y por su apariencia f&iacute;sica. La bastarda relata la larga b&uacute;squeda de Violette Leduc de su propia identidad a trav&eacute;s de una serie de agonizantes y apasionados amores con hombres y mujeres. Cuando se public&oacute; por primera vez, La bastarda logr&oacute; que se comparara a Leduc con Jean Genet por la descripci&oacute;n franca de sus escapadas sexuales y su comportamiento inmoral. Una obra confesional que contiene retratos de varios autores y autoras franceses famosos, que hacen de este libro mucho m&aacute;s que una memoria centelleante. El brillante estilo de Leduc y su delicada atenci&oacute;n al lenguaje transforman esta autobiograf&iacute;a en una verdadera obra de arte. La calidad de sus escritos fue reivindicada por otras destacadas figuras como Simone de Beauvoir, Albert Camus o Jean-Paul Sartre.</p>
  • <p>Este libro recoge el di&aacute;logo mantenido entre Donna Haraway y Marta Segarra con el que se clausur&oacute; el ciclo de debates de pensamiento del CCCB del 2018, &laquo;Despu&eacute;s del fin del mundo&raquo;. El di&aacute;logo busca profundizar algunas de las ideas expuestas por Haraway en su libro Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno, entre ellas: c&oacute;mo los feminismos han contribuido a pensar de forma diferente, no solo sobre las mujeres y el g&eacute;nero, sino tambi&eacute;n sobre el planeta, y qu&eacute; papel tienen las mujeres a la hora de hacer el planeta m&aacute;s habitable; la necesidad de velar por un mundo m&aacute;s integral y menos binario; y de aprender tanto a habitar el mundo, como a configurar mundos. Asimismo, invita a ampliar las estructuras de parentesco a &laquo;parentescos raros&raquo;, velando por relaciones de solidaridad y lazos que contemplan la respons-habilidad de los unos con los otros, y neg&aacute;ndose a pensar que esto es algo exclusivamente humano.</p>
  • Sexismo

    16,80
    <p>El sexismo es el origen de la violencia de g&eacute;nero, porque asocia, potencia, ense&ntilde;a y transmite los valores masculinos como sin&oacute;nimo de &eacute;xito, de fuerza, de inteligencia, de poder. En contraposici&oacute;n a lo femenino, que es invisible, supeditado siempre a lo masculino. En el ejercicio de este poder se sustenta el sexismo y a su vez, el sexismo se sustenta en el poder. Sexismo, por tanto, solo conoce un g&eacute;nero: el masculino. Este libro no es un libro solo para mujeres, no, tambi&eacute;n lo es para los hombres, porque el combate contra el sexismo nos interpela a todos. A los hombres, porque lo practican por herencia hist&oacute;rica. A las mujeres, porque lo padecen. Y porque, sin saberlo, a veces lo transmite a sus hijos e hijas cuando los educan desde una perspectiva sexista.</p> <p>El sexismo es el punto de partida de la desigualdad, y de la violencia machista. Una violencia que adquiere m&uacute;ltiples formas. Tantas que en la portada del libro hablamos de &laquo;la violencia de las mil caras&raquo;. Los cr&iacute;menes son su expresi&oacute;n m&aacute;s cruel, m&aacute;s inhumana. Pero la violencia contra las mujeres est&aacute; en las palabras, en los gestos, en las actitudes, en la desigualdad cotidiana, en las casas, en el trabajo, en la calle. Est&aacute; en las mentes.</p> <p><em>Sexismo, la violencia de las mil caras</em>, de Julia Sousa, con pr&oacute;logo de Marina Subirats, es el tercer libro editado por la Fundaci&oacute;n Periodismo Plural, en su colecci&oacute;n Periodismo y Derechos Humano. Pretendemos que sea un libro &uacute;til, que aporte datos y reflexiones para conocer mejor el problema en toda su complejidad. Informaci&oacute;n imprescindible para, entre todas y todos, combatir los cr&iacute;menes insoportables. Para transformar las mentes.</p>
  • <p>Este libro, procedente de una de las voces m&aacute;s destacadas y reconocidas del activismo trans y del feminismo estadounidense, Julia Serano, contribuye a paliar la ausencia y la desatenci&oacute;n de las mujeres trans en el movimiento feminista. Desde una perspectiva transfemenina, la autora analiza cuestiones como el sexo, el g&eacute;nero y la identidad, el sexismo, el travestismo o el &ldquo;privilegio masculino&ldquo;, as&iacute; como la transfobia y la transmisoginia, entre otros tantas otras. Ofrece una descripci&oacute;n comprensiva e imprescindible sobre lo que significa ser una mujer trans dentro de una sociedad patriarcal, y sobre qu&eacute; es una vida trans como tal. Whipping Girl es un texto necesario, una referencia ineludible que nace en el activismo trans estadounidense y que atraviesa todo el pensamiento feminista. Este libro muestra que sin el reconocimiento de la comunidad trans, a veces olvidado en el movimiento feminista y siempre en el sistema cisheteronormativo y patriarcal, no habr&aacute; justicia.</p>
  • <p>&ldquo;Abrir este libro es iniciar un vuelo hacia la luz, procurar que las vidas de un centenar de mujeres andaluzas an&oacute;nimas, arrumbadas en los m&aacute;rgenes de la historia, se iluminen. Son testimonios que, en tus manos, lector, en tus ojos, lectora, encontrar&aacute;n su raz&oacute;n de ser: el rescate del olvido.</p> <p>Imaginar todo eso es un acto de humanidad frente a la barbarie de las fosas, y de las fosas comunes de mujeres, una triste singularidad de Andaluc&iacute;a, a fin de castigar de manera ejemplar, cruel y b&aacute;rbara a quienes hab&iacute;an osado desafiar el modelo de mujer patriarcal y tradicional, rescatado e impuesto por los vencedores, con la colaboraci&oacute;n aquiescente de la Iglesia cat&oacute;lica y sus ministros&rdquo;.</p> <p>(Pura S&aacute;nchez, historiadora, en el pr&oacute;logo del libro).</p>
  • Feminismos

    27,00
    <p>&laquo;Ser feminista es la &uacute;nica opci&oacute;n decente en nuestro mundo. En un contexto en el que el g&eacute;nero determina una desigualdad estructural, la neutralidad no es una opci&oacute;n realista: o se est&aacute; contra el patriarcado o se contribuye m&aacute;s o menos activamente a perpetuarlo. Y aunque hay muchas formas de interpretar esta afirmaci&oacute;n, cualquiera que se defina como feminista estar&aacute; de acuerdo en algo: en un mundo feminista tus genitales no determinar&iacute;an tu destino.&raquo;</p> <p>La presente obra es el resultado de la colaboraci&oacute;n de mujeres que han volcado su vida y su dedicaci&oacute;n profesional al estudio, la comprensi&oacute;n y la divulgaci&oacute;n del feminismo. Es un grano de arena m&aacute;s que se suma al esfuerzo de millones de mujeres, sobre todo, y de hombres por visibilizar uno de los mayores problemas y retos con los que se ha enfrentado la sociedad desde los or&iacute;genes hasta nuestros d&iacute;as: la desigualdad por raz&oacute;n de g&eacute;nero.</p>
  • <p>Este volumen recoge el material (documentos, panfletos, octavillas, cr&oacute;nicas) elaborado por el Comit&eacute; de Salario para el Trabajo Dom&eacute;stico de Nueva York, una organizaci&oacute;n feminista aut&oacute;noma que, entre 1973 y 1977, se moviliz&oacute; para exigir que el Estado pagase el trabajo dom&eacute;stico. Nunca lleg&oacute; a reunir m&aacute;s de 15 &oacute; 20 mujeres pero formaba parte de una gran campa&ntilde;a internacional y ten&iacute;a el apoyo de un c&iacute;rculo m&aacute;s amplio de simpatizantes. Con los escasos recursos que ten&iacute;a al alcance para perseguir sus objetivos, el Comit&eacute; de Nueva York tuvo un importante papel en la pol&iacute;tica feminista de Estados Unidos.</p> <p>Contribuy&oacute; a desarrollar la conciencia de la importancia del trabajo dom&eacute;stico en la sociedad capitalista; colabor&oacute; en la formaci&oacute;n de grupos de Salario para el Trabajo Dom&eacute;stico en otras zonas del pa&iacute;s, sobre todo en el noreste. Dio visibilidad a la campa&ntilde;a Salario para el Trabajo Dom&eacute;stico en los medios de comunicaci&oacute;n y en las calles y cuando, a finales de los a&ntilde;os setenta, el gobierno y los medios de comunicaci&oacute;n empezaron a atacar a las mujeres receptoras de subsidios sociales, el Comit&eacute; se levant&oacute; para defenderlas, organiz&oacute; una conferencia en 1976 y una manifestaci&oacute;n contra los recortes sociales. De manera retrospectiva, podemos decir que al igual que la campa&ntilde;a de la que formaba parte el Comit&eacute; de Nueva York constituy&oacute; una alternativa al feminismo establecido, y sirvi&oacute; para introducir la &laquo;cuesti&oacute;n dom&eacute;stica&raquo; en la agenda pol&iacute;tica, algo que ning&uacute;n colectivo hab&iacute;a hecho anteriormente. Esta es una de las razones por las que decid&iacute; publicar los materiales creados por el colectivo, que a&uacute;n persisten, junto con las piezas informativas que en su d&iacute;a publicaron los medios para cubrir nuestra actividad. Otra de las razones es que en Europa y en Estados Unidos hay un claro inter&eacute;s renovado por Salario para el Trabajo Dom&eacute;stico, obviamente estimulado por la precarizaci&oacute;n o incluso la desaparici&oacute;n de diversas formas de trabajo asalariado y por la creciente crisis reproductiva, que nos est&aacute; obligando a reconsiderar el hogar y el barrio como campos de batalla y de recomposici&oacute;n pol&iacute;tica.</p> <p>Desafortunadamente, el material que se incluye en este libro solo representa una parte de lo que hicimos. Parte de mi colecci&oacute;n personal se ha perdido y no he podido localizar a todas las mujeres que participaron en el colectivo. Por eso este libro no ha podido ser un trabajo colectivo y la historia que en &eacute;l se cuenta refleja ante todo mi concepci&oacute;n de lo que signific&oacute; el Comit&eacute; y lo que consigui&oacute;. A&uacute;n as&iacute;, espero que la descripci&oacute;n de nuestra historia y actividades no discrepe demasiado de lo que habr&iacute;an escrito otras compa&ntilde;eras y que, a pesar de sus limitaciones, este libro sea de utilidad para la nueva generaci&oacute;n de feministas que sigue enfrent&aacute;ndose a muchos de los problemas que inspiraron la campa&ntilde;a original de Salario para el Trabajo Dom&eacute;stico. Este libro se lo dedico a ellas.</p>
  • <p>Fil&oacute;sofas, rebeldes, activistas: este libro gr&aacute;fico cuenta la historia del feminismo en el contexto euro-norteamericano desde la Antig&uuml;edad hasta nuestros d&iacute;as. En sus p&aacute;ginas no s&oacute;lo se abordan sus principales figuras, sino tambi&eacute;n importantes debates feministas,como, por ejemplo, la igualdad de derechos, el trabajo dom&eacute;stico, el amor libre, la identidad y la diferencia, o las principales corrientes en lo relativo al g&eacute;nero, cada uno en su respectivo contexto hist&oacute;rico.</p> <p>De este modo, el lector tendr&aacute; claro que el feminismo no tiene un contenido concreto, establecido, sino que es la contribuci&oacute;n activa de las mujeres a los debates sociales de su tiempo, y que sus temas e inquietudes van cambiando conforme a c&oacute;mo lo hace el propio movimiento femenino. Ya se trate de m&iacute;sticas medievales, fil&oacute;sofas de la Edad Moderna, juristas contempor&aacute;neas o activistas radicales, todas ellas tienen en com&uacute;n su amor por la libertad femenina. Su ejemplo pone de manifiesto que el feminismo no es algo que se pueda &laquo;aprender&raquo;, sino el reto de tener una opini&oacute;n propia y de asumir su responsabilidad. Pero para ello es importante conocer la historia y buscar inspiraci&oacute;n en los debates del pasado.</p>
  • <p>En &quot;Vivir una vida feminista&quot; Sara Ahmed muestra c&oacute;mo la teor&iacute;a feminista se genera a partir de la vida cotidiana y las experiencias ordinarias de ser feminista. En este texto, Ahmed busca hacer una intervenci&oacute;n sobre el feminismo acad&eacute;mico, al tiempo que tiene un pie fuera de la academia tras su dimisi&oacute;n de Goldsmith College en 2016. Siguiendo el legado feminista negro, ofrece una reflexi&oacute;n po&eacute;tica y personal cr&iacute;tica con el distanciamiento del mundo que se critica, nos llama a nombrar y fijarnos en los problemas, como por ejemplo el acoso sexual, y dar un chasquido feminista que nos gu&iacute;e en la transformaci&oacute;n de este mundo. Tras hacer una fenomenolog&iacute;a queer, cuestionar las miradas reduccionistas del &ldquo;hogar&rdquo;, cuestionar y derribar &ldquo;lo postrracial&rdquo;, y renegar de la &ldquo;felicidad&rdquo; como forma de monitorizar y controlar el sexo y el g&eacute;nero, Ahmed incorpora toda esta experiencia en un libro que se&ntilde;ala y reivindica el papel de la feminista aguafiestas. Nos llama a inventar soluciones creativas, como crear sistemas de apoyo que nos ayuden a sobrevivir a las experiencias devastadoras del racismo y sexismo. Incluye un kit de supervivencia aguafiestas y un manifiesto aguafiestas, que cierran su propuesta y que nos ofrecen herramientas pr&aacute;cticas para vivir una vida feminista, fortaleciendo los lazos entre la teor&iacute;a feminista y vivir una vida feminista.</p>
  • <p>Marx entendi&oacute; el capitalismo como una etapa necesaria para llegar a una sociedad sin clases en un mundo sin escasez. Fascinado por la potencia productiva del capitalismo industrial que tan ferozmente combat&iacute;a, dej&oacute; de lado la explotaci&oacute;n del trabajo no asalariado, el trabajo no pagado de las mujeres dedicado a la reproducci&oacute;n de la mano de obra; un trabajo que consideraba natural y arcaico. Estas dos limitaciones del trabajo te&oacute;rico de Marx marcaron en enorme medida el desarrollo de las teor&iacute;as y luchas marxistas, centradas desde entonces en la f&aacute;brica y casi siempre magnetizadas por el fetichismo tecnol&oacute;gico.<br /> <br /> Silvia Federici y otras feministas de los a&ntilde;os setenta, tomando a Marx pero siempre m&aacute;s all&aacute; de Marx, partieron de su idea de que &quot;el capitalismo debe producir el m&aacute;s valioso medio de producci&oacute;n, el trabajador mismo&quot;. A fin de explotar esta producci&oacute;n se estableci&oacute; el patriarcado del salario. La exclusi&oacute;n de las mujeres del salario otorga un inmenso poder de control y disciplina a los varones a la vez que esvaloriza e invisibiliza su trabajo. Esta invisibilizaci&oacute;n no solo es &uacute;til para explotar el gigantesco &aacute;mbito de la reproducci&oacute;n de la fuerza de trabajo. Al mismo tiempo, y al igual que la desvalorizaci&oacute;n de otras muchas figuras (esclavos, colonizados, migrantes), sirve al capitalismo en su principal objetivo: construir un entramado de desigualdades en el cuerpo del proletariado mundial que le permita reproducirse.</p>
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