<p>La vida de Jos&eacute; Pellicer es el hilo conductor que permite a Miquel Amor&oacute;s explicar el devenir del anarquismo en &laquo;la Regional de Levante&raquo; en el periodo 1930-1940. Nacido en 1912, de familia acomodada, desde muy joven Jos&eacute; Pellicer da muestras de un acentuado sentido de la justicia que le lleva a renunciar a un porvenir burgu&eacute;s y a afiliarse, con apenas 18 a&ntilde;os, a la CNT y la FAI. Naturista y vegetariano, impenitente lector y poseedor de una vasta cultura, partidario de la insurrecci&oacute;n proletaria y del asociacionismo obrero, defiende de obra y de palabra una concepci&oacute;n revolucionaria de la lucha de clases alejada del sindicalismo, el Movimiento Obrero Anarquista, cuya meta es el comunismo libertario. Tras una primera experiencia como secretario del Ateneo de Divulgaci&oacute;n Anarquista y del Comit&eacute; Regional de la FAI, dos huelgas insurreccionales, varias estancias en la c&aacute;rcel y un temprano exilio, vuelve a la acci&oacute;n directa en el Sindicato de la Construcci&oacute;n, del que fue delegado en el Congreso de Zaragoza. Tras el levantamiento fascista del 18 de julio, el grupo Nosotros, formado por Segarra, Cort&eacute;s, Rodilla, Berga y &eacute;l mismo, se convertir&iacute;a, no por casualidad, en el impulsor principal de la Columna de Hierro, junto a personas de la talla moral y revolucionaria de Rafael Mart&iacute; (&laquo;Pancho Villa&raquo;), Francisco Mares, Diego Navarro o Pedro Pellicer, hermano de Jos&eacute;. La Columna pronto se convertir&iacute;a en el referente de aquellas personas que cre&iacute;an que la Revoluci&oacute;n se hab&iacute;a de llevar hasta sus &uacute;ltimas consecuencias tanto en el frente como en la retaguardia; fue el mayor oponente a la militarizaci&oacute;n de las columnas y a la burocratizaci&oacute;n de las organizaciones libertarias. Jos&eacute; Pellicer representa el esp&iacute;ritu de un anarquismo intransigente con los principios y de una profunda &eacute;tica revolucionaria, contraria a la violencia vengativa y gratuita. La militarizaci&oacute;n de la Columna de Hierro, su conversi&oacute;n en 83 Brigada Mixta, de la que fue comandante, la traici&oacute;n o abandono de los postulados libertarios de la mayor&iacute;a de los responsables de la CNT y la FAI en aras de las circunstancias y del posibilismo, llev&oacute; a Pellicer a un enfrentamiento encarnizado con la direcci&oacute;n de ambas organizaciones. Desde la revista y editorial Nosotros intent&oacute; reforzar a contracorriente el pensamiento anarquista, proyecto truncado por su detenci&oacute;n y posterior ingreso en las prisiones secretas del SIM. &Iacute;ntegro hasta el final, se neg&oacute; a abandonar la Pen&iacute;nsula cuando la derrota era inminente y fue capturado, juzgado y condenado a muerte, siendo ejecutado junto a su hermano Pedro el 8 de junio de 1942 tras un largo calvario de encierros.</p>