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<p>Dos años después del inicio de la pandemia, ya no hay ninguna duda sobre el fracaso de la gestión de la covid-19: medidas ineficaces, dañinas, autoritarias y sin justificación científica, basadas más en razones políticas que sanitarias, con maniobras represivas y mediáticas que han producido sumisión e infantilización en la población, desarticulando la sociedad, dividiendo y polarizando, potenciando el individualismo y la obediencia ciega. El mundo sale de estos dos años con graves secuelas, con cicatrices que muy difícilmente desaparecerán.</p> <p>Es necesario poner fin al discurso de un virus amenazante que nos acecha a todos en cualquier lugar, listo para llevarse la vida de miles de personas de toda edad y condición: esa no es la realidad, ni lo ha sido nunca. Esa percepción aterradora —amenaza omnipresente e indiscriminada—, producto de la propaganda, es el principal combustible que ha alimentado la pandemia. Es imprescindible acabar con esta sensación apocalíptica completamente injustificada.</p> <p>En ningún momento se ha llevado a cabo un balance de las medidas adoptadas: ni en su incidencia en la reducción de contagios y decesos por covid, ni sobre las consecuencias en relación a otras enfermedades, la vida social, la salud psicológica, la educación, el empleo o la economía. La razón de esta falta de evaluación oficial es evidente: se trata de un balance impresentable. Los gobiernos pretenderán pasar página: olvidar los errores, o presentarlos como deficiencias inevitables en el contexto de la urgencia. Habrá incluso quienes querrán presentarlos como aciertos. En este libro queremos llevar a cabo un balance abierto de unos acontecimientos que marcaron la vida de la sociedad humana durante dos años, y que dejarán una profunda huella en el futuro.</p> <p>Con la colaboración de: Juan Simó Miñana, Manuela Contreras García e Isabel Canales Arrasate</p>