<p>Cuando pens&aacute;is en alegr&iacute;as, &iquest;qu&eacute; os viene a la cabeza? &iquest;Tiene siempre la alegr&iacute;a una dosis de euforia? &iquest;Puedes estar alegre y triste a la vez? &iquest;Es la alegr&iacute;a sin&oacute;nimo de felicidad? &iquest;Y el humor, qu&eacute; tiene que ver? &iquest;Qu&eacute; significa &laquo;ser alegre por naturaleza&raquo;? &iquest;Podemos reivindicar la alegr&iacute;a? &iquest;Es una utop&iacute;a a la que aspirar o est&aacute; presente a pesar de todo? &iquest;Es tiempo para las alegr&iacute;as? En un mundo que nos quiere sonrientes y productivas, &iquest;puede la alegr&iacute;a ser tambi&eacute;n subversiva? Porque, &iquest;qu&eacute; es la alegr&iacute;a?, &iquest;se trata de ese sentimiento individual y ef&iacute;mero que nos vende el capitalismo a trav&eacute;s del consumo?, &iquest;o es algo m&aacute;s profundo, m&aacute;s duradero y necesariamente colectivo?</p> <p>&Eacute;stas y otras preguntas sobrevuelan las p&aacute;ginas de este nuevo n&uacute;mero de <em>La Madeja</em>, en cuyo proceso de elaboraci&oacute;n hemos descubierto que no es tan sencillo escribir sobre las alegr&iacute;as. Quiz&aacute;s porque la realidad, muchas veces, de alegre tiene poco. Pero nos gustan los retos&hellip; As&iacute; que ha sido, una vez m&aacute;s, todo un aprendizaje colectivo ir compartiendo las dudas y los miedos ante la escritura. Ahora, es el momento de invitaros a la lectura esperando que los diferentes acercamientos os hagan pensar y re&iacute;r y, por qu&eacute; no, tambi&eacute;n llorar. Puede que la alegr&iacute;a no se aleje tanto como parece de la tristeza o de la rabia&hellip;</p>