<p><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="font-size:10.0pt">Disparen a los refugiados</span></i><span style="font-size:10.0pt">, claman los l&iacute;deres de las nuevas formaciones xen&oacute;fobas ante la llegada creciente de demandantes de asilo a Europa. Y las mismas &eacute;lites que se escandalizan levantan muros, externalizan fronteras y militarizan el Mediterr&aacute;neo, convertido hoy en la ruta migratoria m&aacute;s mort&iacute;fera del mundo. La UE y sus Estados miembros han declarado la guerra a las personas migrantes, abrazando una xenofobia institucional y construyendo una Europa Fortaleza que provoca miles de muertes y conlleva recortes de derechos y libertades generalizados.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:10.0pt">Im&aacute;genes espectaculares, discursos racistas, dispositivos represivos, pol&iacute;ticas p&uacute;blicas, enormes negocios, nuevas formas de solidaridad, terremotos electorales, cifras trampeadas, miedos, esperanzas, muertes&hellip; En la conocida como &laquo;crisis de las y los refugiados&raquo; se entrecruzan m&uacute;ltiples dimensiones, pero todas remiten en el fondo a una crisis pol&iacute;tica, de derechos y de fronteras que dejan al descubierto las costuras del proyecto europeo. A Europa hoy le sangran las fronteras y le brotan las alambradas. Y en las heridas est&aacute;n surgiendo alternativas xen&oacute;fobas y solidarias. Situar el campo de batalla es el primer paso para empezar a luchar.<br /> </span></p>