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<p><em>Tenían una cosa dentro que no pudieron sacar</em> recoge, además de la necesaria contextualización, información de 271 mujeres represaliadas durante la guerra civil y el franquismo en Zuera, municipio de la provincia de Zaragoza. Se trata de una investigación histórica realizada por Noelia Mostajo para el reconocimiento de la vida y memoria de estas mujeres ignoradas con el paso del tiempo.</p> <p><em>Tenían una cosa dentro que no pudieron sacar… y muchas se fueron sin sacarlo</em>. Esta frase de una de las entrevistadas por la autora impresionó a Noelia, y no es para menos, es una constante en la generación de víctimas (sobre todo en las mujeres) de la guerra civil y del régimen que la siguió, en el que la represión les llegaba de todas partes, desde las administraciones del Estado al vecindario de toda la vida, sin esperanza y sin apoyo. La joven historiadora autora de esta obra ha recopilado esa información utilizando las herramientas de los historiadores: archivos, hemerotecas, bibliografía, entrevistas con supervivientes y el contraste de todas las fuentes, en un gran trabajo de investigación.</p> <p>Esa cifra, 271 mujeres represaliadas, da idea de la tragedia que supuso, pero lo que nos propone la autora es visibilizar las historias que hay detrás. Por ello este libro trata de recuperar esa represión que sufrieron, oculta e ignorada durante mucho tiempo, para que por fin la justicia y la verdad se impongan sobre el silencio y la culpa. Me gustaría que esta investigación fuera un motivo de orgullo para ellas, así como para quienes las recuerdan, que se trate de una oportunidad de escapar de especulaciones y silencio para acercarnos realmente a su sufrimiento, para acompañarlas, comprenderlas y honrarlas.</p>
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<p>Tras la sublevación militar de 1936, el maestro republicano Santiago Marcos, huyendo de la represión fascista, logró esconderse en una bodega familiar de la Castilla rural, donde permaneció oculto veintidós años, tras los cuales fue finalmente detenido. Durante sus décadas subterráneas escribió más de diez mil versos, a menudo sobre la guerra civil y la segunda guerra mundial, por lo que su obra y su vida son las de un simbólico topo que no dejó de resistirse al fascismo con su palabra, todavía hoy desconocida en la desmemoriada España democrática.</p> <p>Rehabilitar su figura y dar a conocer su producción marcada por la urgencia de la supervivencia y del testimonio directo es una tarea tan justa como, precisamente, urgente para el autor de este libro, Claudio Rodríguez Fer, hijo de un íntimo amigo desde la infancia del poeta topo y de sus hermanos, quienes sacrificaron sus vidas para protegerlo del fascismo</p>
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<p>«No hay terror rojo ni terror blanco. Hay solo una clase de terror y es siempre pálido. Es la fuente y el producto a un mismo tiempo de la peor de las angustias. Escobal lo sabe y nos lo dice con una economía admirable de palabras. Su libro escrito sin tanta pasión como se podía esperar es por eso mismo más eficaz en cuanto a la emoción y a la fijación de las imágenes en nuestra memoria. Igual que el autor, muchos españoles de un lado o del otro hemos perdonado. Perdonar depende de nosotros. En cuanto a olvidar, es otra cosa». —Ramón J. Sender, <em>El atleta superviviente</em></p> <p><em>Las sacas</em> es un libro imprescindible. Imprescindible para conocer el papel de las cárceles como punto central del sistema represivo de los sublevados en julio de 1936. Imprescindible para conocer a las personas que llenaron esas cárceles en 1936 y 1937. Seres humanos, con sus opiniones, sentimientos, miedos y esperanzas. Imprescindible para conocer la personalidad del autor. Su capacidad de sufrir primero y de escribir después. Su memoria. Su honestidad y su generosidad.</p> <p><em>Las sacas</em> es un libro imprescindible para saber más del ser humano en general y de nosotros mismos en particular a poco que seamos capaces de situarnos y revivir aquellas circunstancias. Imprescindible, finalmente, para que las generaciones futuras puedan conocer, de primera mano, lo que ocurrió.</p>
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<p>La Guerra Civil española vive sus últimos días. Un soldado republicano es herido en su huida al intentar cruzar la frontera por los Pirineos. Cuando despierta se da cuenta de que está en un campamento de prisioneros, donde se le ofrece trabajar duro “reconstruyendo España” para poder reducir su condena. Fue lo que se llamó “El Patronato Central de redención de penas”. De este modo, mientras Julián recuerda lo vivido en los últimos años en su pueblo junto a sus padres y Paquita, su novia, asistimos a lo que fue el día a día para estos hombres, donde el principal objetivo era sobrevivir.</p>