socialdemocracia

  • <p><strong>Perry Anderson</strong>: El est&aacute;ndar de la civilizaci&oacute;n <br /> El principal argumento de la pretensi&oacute;n de Occidente para ostentar el liderazgo global es la existencia un orden mundial regido por el imperio de la ley, esto es, basado en reglas. Una pl&eacute;yade de instituciones, coronadas por la ONU dotan de materialidad a este principio. Pero, &iquest;cu&aacute;l es la naturaleza jur&iacute;dica del derecho internacional? Historia, teor&iacute;a y pr&aacute;ctica de un poderoso instrumento hegem&oacute;nico.</p> <p><strong>Caitl&iacute;n Doherty</strong>: Topograf&iacute;as del capital <br /> Discusi&oacute;n cr&iacute;tica de la obra reciente de la renombrada feminista socialista estadounidense Nancy Fraser, que se&ntilde;ala las continuidades existentes entre el an&aacute;lisis multidimensional de la coyuntura presente efectuado en <em>Capitalismo can&iacute;bal</em> (las crisis que incluyen la acumulaci&oacute;n capitalista, la divisi&oacute;n sexual de la reproducci&oacute;n social, el calentamiento global y la pol&iacute;tica democr&aacute;tica) y sus tesis precedentes sobre el reconocimiento, la redistribuci&oacute;n y la representaci&oacute;n.</p> <p><strong>Alyssa Battistoni &amp; Geoff Mann</strong>: Bidenomics clim&aacute;tica <br /> &iquest;Qu&eacute; luz arrojan las contradicciones de la pol&iacute;tica clim&aacute;tica del Partido Dem&oacute;crata sobre la actual situaci&oacute;n del capitalismo estadounidense? Como respuesta al art&iacute;culo de Dylan Riley y Robert Brenner &laquo;Siete tesis sobre la pol&iacute;tica estadounidense&raquo; (<em>NLR</em> 138), que postula un r&eacute;gimen de acumulaci&oacute;n poscrecimiento caracterizado por una pol&iacute;tica de suma cero agresivamente divisiva, Battistoni y Mann consideran la pol&iacute;tica econ&oacute;mica de Biden como una estrategia defectuosa de crecimiento verde presa de una l&oacute;gica asim&eacute;trica ejemplificada en la actual huelga del sector automovil&iacute;stico.</p> <p><strong>Johannes Hoerning</strong>: Pensar lo impensable <br /> Exploraci&oacute;n de la obra de Ci Jiwei, uno de los te&oacute;ricos sociales m&aacute;s originales del mundo chino actual. Diagn&oacute;sticos de la conciencia nacional china, del utopismo mao&iacute;sta al actual nihilismo anestesiado por el hedonismo consumista. El aumento del nivel del vida (y la &laquo;igualdad de condiciones&raquo; que ya hab&iacute;a logrado la Revoluci&oacute;n), &iquest;podr&iacute;a engendrar una semidemocratizaci&oacute;n &agrave; la Polanyi en beneficio del propio Partido Comunista Chino?</p> <p><strong>Nic Johnson</strong>: Tiempos de inter&eacute;s <br /> En una asombrosa contribuci&oacute;n al debate sobre el estancamiento secular, Nic Johnson analiza la tendencia a la ca&iacute;da de los tipos de inter&eacute;s en su <em>longue dur&eacute;e</em>. Examen del comportamiento de la actividad crediticia desde la aparici&oacute;n de la deuda p&uacute;blica en los albores de la modernidad europea a la presente vacilaci&oacute;n de la inversi&oacute;n y la oscilaci&oacute;n de los tipos de inter&eacute;s reales en torno a cero o en territorio negativo, que los sit&uacute;a por debajo de la tasa de inflaci&oacute;n. &iquest;Constituye todo ello un argumento en pro de la socializaci&oacute;n de los procesos de inversi&oacute;n del capital?</p> <p><strong>Dylan Riley</strong> rese&ntilde;a <em>The Crisis of Democratic Capitalism</em> de Martin Wolf. El principal columnista econ&oacute;mico del <em>Financial Times</em> culpa a los desequilibrios del capitalismo rentista de la actual desafecci&oacute;n pol&iacute;tica mostrada hacia las elites dominantes, eludiendo toda responsabilidad del comercio global.</p> <p><strong>Christoph Schuringa</strong> rese&ntilde;a <em>Schelling's Late Philosophy in Confrontation with Hegel</em>, de Peter Dews. Un l&uacute;cido estudio de la relaci&oacute;n entre dos sistemas filos&oacute;ficos tit&aacute;nicos.</p>
  • <p><em>Clase, crisis y Estado</em> es una de las principales obras del nuevo marxismo estadounidense. Dibuja un nuevo y desafiante mapa sobre las clases de Estados Unidos y otros pa&iacute;ses capitalistas avanzados comparables en la actualidad. Tambi&eacute;n analiza las diversas teor&iacute;as cl&aacute;sicas de la crisis econ&oacute;mica en Occidente y su relevancia para la recesi&oacute;n actual, contrastando la forma en que el principal problema pol&iacute;tico de la burocracia fue afrontado por dos autores tan conocidos como antagonistas: Weber y Lenin.</p> <p>&laquo;Se radicaliz&oacute; en los a&ntilde;os sesenta y ya nunca dej&oacute; de ser marxista, pues su br&uacute;jula moral sencillamente no le permiti&oacute; desviarse de esa senda. Con su muerte, la izquierda ha perdido a uno de sus intelectuales m&aacute;s brillantes&raquo;. &mdash;Vivek Chibber</p> <p>&laquo;El Proyecto Internacional sobre Estructura, Conciencia y Biograf&iacute;a de Clase, que inici&oacute; en 1977 con el objetivo de llevar el vac&iacute;o de investigaci&oacute;n emp&iacute;rica cuantitativa marxista, tuvo su traducci&oacute;n en uno de los intentos pioneros de establecer un mapa de la estructura de clases espa&ntilde;ola&raquo;. &mdash;H&eacute;ctor G. Barn&eacute;s, <em>El Confidencial</em></p> <p>&laquo;Solo un pensador del genio de Wright podr&iacute;a sostener una imaginaci&oacute;n pol&iacute;tica tan necesaria sin perder claridad y precisi&oacute;n anal&iacute;ticas&raquo;. &mdash;Michael Burawoy, UC Berkeley</p>
  • <p>Aunque las ideas propias de la socialdemocracia flotaban en el ambiente desde hac&iacute;a algunas d&eacute;cadas, no fue hasta 1889 que se constituy&oacute; la II Internacional como partido pol&iacute;tico de clase que deb&iacute;a abolir la explotaci&oacute;n y la injusticia. La clase obrera asum&iacute;a as&iacute; que la emancipaci&oacute;n ser&iacute;a obra de la propia clase obrera, vinculando su &eacute;xito a su capacidad de convertirse en un sujeto pol&iacute;tico capaz de conquistar el poder.</p> <p>En el congreso de Frankfurt (1951) la socialdemocracia abandon&oacute; formalmente el marxismo como referente ideol&oacute;gico, y acept&oacute; el capitalismo, si bien puso &eacute;nfasis en la necesidad de intervenir en la econom&iacute;a. En la d&eacute;cada de los treinta del siglo pasado, Keynes cuestion&oacute; te&oacute;ricamente los planteamientos de la econom&iacute;a liberal, abriendo la &eacute;poca dorada del Estado de bienestar. Pero en la segunda mitad de la d&eacute;cada de los a&ntilde;os sesenta el modelo empez&oacute; a dar muestras de agotamiento. La salida, liderada por Tony Blair y teorizada por Anthony Giddens, implic&oacute; la renuncia definitiva a las premisas sobre las que se hab&iacute;a construido la socialdemocracia, aceptando sin ambages el orden neoliberal.</p> <p>Hoy, la socialdemocracia est&aacute; lejos de perseguir los objetivos que estableci&oacute; cuando se constituy&oacute;, y lejos de constituir un referente indiscutible de la clase obrera, enfrent&aacute;ndose al reto de reinventarse de nuevo.</p>
  • <p>De la c&eacute;lebre divisa revolucionaria &ndash;libert&eacute;, &eacute;galit&eacute;, fraternit&eacute;&ndash; la fraternidad, que entra&ntilde;aba la incorporaci&oacute;n plena de quienes viven por sus manos a una sociedad civil republicana de seres libres e iguales, es el gran valor olvidado. &iquest;C&oacute;mo y por qu&eacute; &eacute;sta, tras el punto culminante que supusieron las revoluciones de 1848 y sus aspiraciones a regular el derecho de propiedad, se fue desliendo paulatinamente hasta casi desaparecer?</p> <p>A recorrer las vicisitudes y peripecias del que fuera a la postre el programa del ala democr&aacute;tico-plebeya de la Ilustraci&oacute;n europea consagr&oacute; Antoni Dom&egrave;nech una obra sin par. Fruct&iacute;fera combinaci&oacute;n de narraci&oacute;n hist&oacute;rica y discusi&oacute;n conceptual y normativa, <em>El eclipse de la fraternidad</em> reconstruye magistralmente las luchas protagonizadas por la izquierda social y pol&iacute;tica, y muestra c&oacute;mo el viejo ideal de fraternidad republicana sigue siendo un astro poderoso que, aun eclipsado, determina el campo de gravedad de la pol&iacute;tica democr&aacute;tica contempor&aacute;nea.</p>
  • <p>La cuesti&oacute;n de las nacionalidades y la socialdemocracia, publicado por Otto Bauer (1881-1938) en 1907, est&aacute; considerado como uno de los estudios m&aacute;s brillantes y l&uacute;cidos del marxismo acerca del problema nacional, cuyos planteamientos sorprenden por su validez y persistencia. Como se&ntilde;ala Ram&oacute;n M&aacute;iz, en el estudio preliminar de esta edici&oacute;n, &laquo;Bauer elabor&oacute; un original concepto de naci&oacute;n como comunidad inesencial, como proceso evolutivo de construcci&oacute;n pol&iacute;tica, tan abierto y contingente como plural y contestado, el cual le permiti&oacute; superar la ecuaci&oacute;n monista decimon&oacute;nica, subyacente tanto en los postulados del Estado nacional (un Estado = una Naci&oacute;n), como en su antagonista secular, el Principio de las Nacionalidades (una Naci&oacute;n = un Estado)&raquo;. Ante los actuales debates en torno al concepto de naci&oacute;n, resulta imprescindible una atenta lectura de las p&aacute;ginas de este libro, no s&oacute;lo con el objetivo de rescatarlas de un injusto olvido, sino de verificar su actualidad, m&aacute;s all&aacute; del contexto en que fueron escritas, para los problemas te&oacute;ricos y de acomodaci&oacute;n institucional de la plurinacionalidad y el federalismo.</p>
  • <p>Las pol&iacute;ticas sociales fueron necesarias para poder implementar un objetivo impronunciable: establecer alianzas entre las &eacute;lites emergentes y las clases dominantes tradicionales, para gobernar a los subalternos con las menores resistencias posibles, aunque decir gobernar no es adecuado por insuficiente. Se trata de la modernizaci&oacute;n capitalista de la sociedad que pasa por integrar a los de abajo limando sus diferencias culturales, lo que An&iacute;bal Quijano denomina como heterogeneidad estructural de Am&eacute;rica Latina. La promoci&oacute;n del consumo entre los sectores populares y la inclusi&oacute;n financiera de los mismos fue tanto como abrir las puertas a un modo de gobernabilidad que nunca hab&iacute;a calado tan hondo en las camadas m&aacute;s sumergidas, para adocenarlas, por un lado, y lubricar la acumulaci&oacute;n de capital, por otro.</p> <p>Bajo el discurso de la participaci&oacute;n ciudadana y la incorporaci&oacute;n de los sectores hist&oacute;ricamente olvidados de nuestra sociedad, estos reg&iacute;menes entendieron la democracia de forma minimalista, como meros procesos electorales, vaciando de contenido &ndash;mediante pol&iacute;ticas clientelares- a las organizaciones y movimientos sociales que se hab&iacute;an empoderado durante la etapa de resistencias al neoliberalismo, produciendo ciudadan&iacute;as inactivas, en lugar de promover sociedades concientizadas y libres de las inseguridades e incertidumbres que el capitalismo difunde</p>
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