<p><font color="#000000">Se confirma que A. Sastre camina con soltura por un g&eacute;nero que apenas hab&iacute;a cultivado antes: el de la comedia. El juego es aqu&iacute;, por parte del autor, el intento de hacer una comedia comercial, y vemos c&oacute;mo no lo consigue, y lo que hace es poco menos que un drama experimental. Este &quot;fracaso&quot; ser&iacute;a precisamente lo contrario: un &eacute;xito contra la mediocridad ir&oacute;nica del proyecto, que los personajes desbordan, a la sombra de Pirandello y Unamuno. Todo ello en un clima de buen humor blanco, poco frecuente en estos tiempos.</font></p>