tecnología

  • <p>&quot;Tecno-l&oacute;gica &amp; Tecnolog&iacute;a&quot;, en dos palabras todo est&aacute; dicho. Dos palabras que, sin embargo, conviene esclarecer a partir del mismo material al que se aplican aqu&iacute;, y que, a su vez, constituyen su fundamento epistemol&oacute;gico, a saber: las industrias l&iacute;ticas.</p> <p>Si la forma fue el primer signo exterior que permiti&oacute; distinguir el objeto natural del elaborado por la mano del hombre, los l&iacute;mites de la clasificaci&oacute;n tipol&oacute;gica que resultaron de ello, condujeron a un cuestionamiento t&eacute;cnico y a una pr&aacute;ctica experimental que dieron lugar al nacimiento de la tecnolog&iacute;a, a mediados del siglo XX. La reflexi&oacute;n propuesta en la presenta obra prolonga, a la vez que se separa de ella, esta historia del pensamiento t&eacute;cnico aplicado a las m&aacute;s antiguas industrias humanas conocidas. Al no tratarse &uacute;nicamente de tecnolog&iacute;a, el pensamiento presentado es el propio de una tecno-l&oacute;gica, es decir una tentativa de abordaje de la l&oacute;gica interna a la producci&oacute;n de &uacute;tiles, que el estudio de las industrias l&iacute;ticas de la prehistoria permite determinar. Su fuerza, adem&aacute;s de constituir un nuevo instrumento para la concepci&oacute;n de las industrias de la prehistoria, radica en fundar la validez cient&iacute;fica del estudio tecno-l&oacute;gico.</p> <p>La presentaci&oacute;n de un pensamiento nuevo siempre tiene sorpresas. La novedad del aqu&iacute; expuesto reside en que coloca en perspectiva a la t&eacute;cnica, como un componente inherente al ser humano, apostando as&iacute; por una historia &uacute;nica de las t&eacute;cnicas, &iexcl;con m&aacute;s de tres millones de a&ntilde;os de antig&uuml;edad!</p> <p>&nbsp;</p>
  • <p>El progreso, la ilusi&oacute;n b&aacute;sica de nuestra &eacute;poca, se agota. En general, los ni&ntilde;os ya no esperan que sus vidas sean mejores que las de sus padres. Los escenarios dist&oacute;picos est&aacute;n cada vez m&aacute;s presentes en la conciencia p&uacute;blica a medida que las piscifactor&iacute;as colapsan, los niveles de CO2 aumentan y nubes de vapor radiactivo surgen de las plantas nucleares &laquo;a prueba de fallos&raquo;. A pesar de las maravillas tecnol&oacute;gicas de nuestra &eacute;poca, o quiz&aacute; debido a ellas, vivimos d&iacute;as oscuros. Producimos m&aacute;s alimentos que nunca, pero el hambre y la desnutrici&oacute;n siguen presentes en la mayor parte del mundo. Las tasas de depresi&oacute;n cl&iacute;nica y suicidio contin&uacute;an su ascenso sombr&iacute;o en el mundo desarrollado. Un tercio de los ni&ntilde;os estadounidenses son obesos o tienen un grave sobrepeso, y la tasa de aumento de la depresi&oacute;n entre los ni&ntilde;os es superior al veinte por ciento. Con la fe en el futuro fundi&eacute;ndose como un glaciar sobrecalentado, incluso cuando la satisfacci&oacute;n con el presente se evapora, es hora de una reevaluaci&oacute;n sobria del pasado, de aportar una mirada multidisciplinaria y cient&iacute;ficamente informada de los efectos de esta fat&iacute;dica divergencia. En Civilizados hasta la muerte, Ryan afirma que deber&iacute;amos empezar a mirar hacia atr&aacute;s para encontrar el camino hacia un futuro mejor.</p>
  • <p>Aaron Benanav: La automatizaci&oacute;n y el futuro del trabajo</p> <p>La primera de una revaluaci&oacute;n global publicada en dos partes de los v&iacute;nculos existentes entre los avances tecnol&oacute;gicos y las disfunciones del mercado de trabajo capitalista. &iquest;C&oacute;mo puede aclarar el discurso sobre la automatizaci&oacute;n las din&aacute;micas que se producen en el seno de la econom&iacute;a productiva? El auge de la rob&oacute;tica frente a la sobrecapacidad industrial para explicar la crisis cada vez m&aacute;s profunda del subempleo.</p> <p>Alain Supiot: Un artista de la ley</p> <p>El contraste de ideas opuestas y los peligros de la ca&iacute;da en el poder arbitrario: la educaci&oacute;n recibida por Kafka en el principio de contradicci&oacute;n procesal como explicaci&oacute;n del estilo de su prosa y de sus inquietudes presentes en El proceso y en otras obras.</p> <p>Perry Anderson: &iquest;Situacionismo a la inversa?</p> <p>A partir de la extensa rese&ntilde;a publicada por C&eacute;dric Durand en la nlr 116/117, Perry Anderson rastrea las pistas pol&iacute;ticas y metodol&oacute;gicas que subyacen en Crashed, de Adam Tooze, a la luz del resto de la obra del autor. Desde la Paz de 1919 hasta las l&iacute;neas de canje de d&oacute;lares organizadas por la Reserva Federal en 2008, el auge tantas veces anunciado de una potencia hegem&oacute;nica estadounidense benefactora.</p> <p>Johnny Rodger: La biblioteca que desaparece</p> <p>En dos ocasiones consumida por el fuego y a punto de ser reconstruida de nuevo, &iquest;en qu&eacute; sentido puede decirse que a&uacute;n exista la biblioteca de la Glasgow School of Arts, obra de Charles Rennie Mackintosh? La desrealizaci&oacute;n freudiana, la duda cartesiana y una alegor&iacute;a ga&eacute;lica son conjuradas por los recuerdos de las vigas reconstruidas y de sus restos quemados rememorados por un investigador residente.</p> <p>Lola Seaton: Los fines de la cr&iacute;tica</p> <p>Como respuesta al reciente debate entre Francis Mulhern y Joseph North acerca de los instrumentos y objetivos de la cr&iacute;tica literaria, Lola Seaton analiza la interacci&oacute;n del m&eacute;todo y la experiencia personal en El campo y la ciudad, de Raymond Williams, y su reencarnaci&oacute;n contempor&aacute;nea en la &laquo;espectrolog&iacute;a&raquo; de Mark Fisher en K-Punk.</p> <p>cr&iacute;tica</p> <p>Benjamin Kunkel rese&ntilde;a The Socialist Manifesto. A Case for the Democratic-Socialist Transformation of the United States, de Bhaskar Sunkara. Una propuesta para la transformaci&oacute;n democr&aacute;tico-socialista de Estados Unidos, que extrae ense&ntilde;anzas de los fracasos del siglo xx.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Robin Blackburn rese&ntilde;a The Future of Capitalism, de Paul Collier. Un programa para enderezar los fracasos del capitalismo contempor&aacute;neo mediante un regreso a la pol&iacute;tica comunitaria pragm&aacute;tica del &laquo;extremo centro&raquo;.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Susan Watkins rese&ntilde;a Down Girl, de Kate Manne. Un argumento moral-filos&oacute;fico para el feminismo de las privilegiadas, contempladas como las primeras v&iacute;ctimas de una pol&iacute;tica mis&oacute;gina.</p>
  • <p>Una oleada de suicidios durante el a&ntilde;o 2010 en la ciudad-f&aacute;brica de Foxconn, en Shenzhen, sac&oacute; a la luz las condiciones infrahumanas en las que vive y trabaja su plantilla laboral, formada en su mayor&iacute;a por j&oacute;venes y migrantes, llegados de diferentes regiones rurales de China.</p> <p>Esta empresa es la mayor fabricante mundial de componentes electr&oacute;nicos y da servicio a compa&ntilde;&iacute;as como Apple, Amazon o Google. El c&aacute;ndido discurso de Silicon Valley &mdash;&laquo;el sentimiento de construir un mundo mejor gracias a la tecnolog&iacute;a&raquo;&mdash; contrasta con las condiciones neoesclavistas que padecen las y los trabajadores de Foxconn, basadas en un taylorismo extremo y en una disciplina y vigilancia militarizadas, dentro y fuera de la cadena de montaje.</p> <p>Este libro recoge los testimonios de Yang, un estudiante y obrero industrial; Tian Yu, trabajadora migrante que sobrevivi&oacute; a un intento de suicidio; y Xu Lizhi, que antes de poner fin a sus d&iacute;as dej&oacute; escritas descarnadas poes&iacute;as que nos adentran en las fauces del sistema de Foxconn. Estos poemas, como el resto de textos, cuestionan el beneficio tecnol&oacute;gico, desde ese &laquo;otro lado del mundo&raquo;, en relaci&oacute;n con el coste humano, ecol&oacute;gico y social que entra&ntilde;a.</p> <p><em>&laquo;Hemos perdido el valor que nos corresponde como seres humanos y nos hemos convertido en una extensi&oacute;n de las m&aacute;quinas, su ap&eacute;ndice, s&iacute;, su esclavo. Muchas veces pensaba que la m&aacute;quina era mi amo y se&ntilde;or, cuyo cabello ten&iacute;a que peinar como un esclavo.&raquo;</em></p>
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