<p>Las dictaduras fascistas que surgieron en el per&iacute;odo de entreguerras intensificaron todos los rasgos que el trabajo hab&iacute;a adquirido en la civilizaci&oacute;n del capitalismo, pero adem&aacute;s aplicaron &eacute;ste como un elemento normativo y coercitivo, hasta el punto de actuar como herramienta de discriminaci&oacute;n, represi&oacute;n y exterminio, haci&eacute;ndole adquirir una connotaci&oacute;n inhumana como nunca hasta entonces se hab&iacute;a experimentado. Las secuelas de esa pr&aacute;ctica se est&aacute;n observando estos d&iacute;as en las reparaciones que han alcanzado, luego de una batalla legal semisecular, los antiguos trabajadores sometidos a un r&eacute;gimen de esclavitud por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, pero todav&iacute;a est&aacute; pendiente la cuesti&oacute;n de los esclavos del franquismo y del r&eacute;gimen imperial japon&eacute;s, ya que la utilizaci&oacute;n, como m&iacute;nimo, de prisioneros de guerra para trabajos forzados fue una figura com&uacute;n a todos estos fascismos. En este libro se trata de identificar, mediante el an&aacute;lisis del contexto cultural y pol&iacute;tico que se desarrolla antes de la primera Guerra Mundial y en el per&iacute;odo de entreguerras, las condiciones y factores que nutrieron en ese aspecto a los fascismos, as&iacute; como el car&aacute;cter conceptual que tuvo el trabajo en las dictaduras fascistas. En estos reg&iacute;menes el trabajo agreg&oacute; a la funci&oacute;n de mediador social la de elemento ontol&oacute;gico, claramente presente en la ideolog&iacute;a nazi y el pensamiento conservador alem&aacute;n del per&iacute;odo de entreguerras, pero tambi&eacute;n en los te&oacute;ricos del fascismo italiano, acentuando el car&aacute;cter utilitario que pose&iacute;a en el capitalismo, al tiempo que adquir&iacute;a la funci&oacute;n de notario y fundamento de la desigualdad social que los fascistas consideraban necesario cultivar y fijar.</p>