Anarquismo y pensamiento antiautoritario

  • <p>El 19 de julio de 1936, Zaragoza es dominada por las tropas golpistas sublevadas contra la legalidad republicana. La ca&iacute;da de la <em>perla anarquista</em> represent&oacute; una terrible cat&aacute;strofe, en t&eacute;rminos simb&oacute;licos y militares, para el movimiento libertario. As&iacute; lo comprendieron los militantes anarcosindicalistas, en Catalunya y Arag&oacute;n que, con premura, se movilizaron para recuperarla. Con un doble objetivo: aplastar a los facciosos y establecer el comunismo libertario. Y lo establecieron durante meses.</p> <p>Este libro se basa en las vivencias de los aut&eacute;nticos protagonistas, mujeres y hombres que impulsaron la revoluci&oacute;n, aunque que poco a poco los anarquistas fueran aislados. No es un libro m&aacute;s sobre la Guerra Civil en uno de sus frentes. Trata la cotidianidad de la revoluci&oacute;n social, tanto en Arag&oacute;n como en Catalunya, y las contradicciones de la adaptaci&oacute;n al largo exilio franc&eacute;s, mientras lo m&aacute;s consecuentes se negaban a rendirse a la retorica. Aborda igualmente las discusiones en torno a la la naturaleza del comunismo libertario, a la violencia pol&iacute;tica, a la represi&oacute;n...</p> <p>El libro incluye 112 fotos, mapas y reproducciones de documentos, adem&aacute;s de un cuadernillo a color de 16 p&aacute;ginas con otras 20 im&aacute;genes.</p> <p>Coedici&oacute;n de Sue&ntilde;os de Sabotaje, Fundaci&oacute;n Aurora Intermitente y Fundaci&oacute;n Anselmo Lorenzo.</p>
  • La furibunda crítica contra el capitalismo de rapiña de aquellos libertarios —que tenían una visión del progreso distinta a la que se profesa ahora— electrifica estas páginas.
  • <p>&iquest;Por qu&eacute; algunos de los fil&oacute;sofos m&aacute;s importantes del siglo XX han elaborado conceptos de anarqu&iacute;a indispensables para comprender la situaci&oacute;n contempor&aacute;nea del pensamiento en materia de &eacute;tica y pol&iacute;tica, sin nunca, sin embargo, reconocerse como anarquistas, ni movilizar un verdadero pensamiento del anarquismo, ni conseguir tampoco destituir la l&oacute;gica de gobierno, a pesar de que adoptaban, contra la imposici&oacute;n de los modelos piramidales, el lenguaje geogr&aacute;fico de la superficie, los pliegues y la derrota de las vistas desde arriba? Como si el anarquismo fuera algo inconfesable, que habr&iacute;a que ocultar a&uacute;n cuando se le roba lo esencial: la cr&iacute;tica de la dominaci&oacute;n y de la l&oacute;gica de gobierno. </p> <p>En <em>&iexcl;Al ladr&oacute;n!</em> Catherine Malabou explora el concepto de anarqu&iacute;a en la obra de seis grandes fil&oacute;sofos contempor&aacute;neos (Reiner Sch&uuml;rmann, Emmanuel Levinas, Jacques Derrida, Michel Foucault, Giorgio Agamben y Jacques Ranci&egrave;re) desbloqueando los elementos para un pensamiento no gobernable, que vaya m&aacute;s all&aacute; de un llamado a la desobediencia, o de una cr&iacute;tica convencional del capitalismo. </p> <p>Frente a lo ingobernable, revueltas, protestas, desobediencia civil, un gobierno puede reaccionar de dos maneras. O bien negociar y acaso consentir un cambio de pol&iacute;tica. O bien reprimir. En ese sentido, lo ingobernable es lo que puede ser ora escuchado, ora dominado. </p> <p>Lo no gobernable, en cambio, solo puede ser dominado. La &uacute;nica manera de tratarlo es no tratar con &eacute;l, ya sea ignor&aacute;ndolo activamente u oprimi&eacute;ndolo, aplast&aacute;ndolo y hasta d&aacute;ndole muerte. Pero gobernarlo es definitivamente imposible porque es la marca de la imposibilidad y el fracaso de todo gobierno.</p>
  • <p><em>&iexcl;Escucha hombrecillo!</em> levant&oacute; fuertes pol&eacute;micas cuando sali&oacute; a la luz en 1948. Es un libro clave que, para Wilhelm Reich, constituye una respuesta a los ataques p&eacute;rfidos de la sociedad neur&oacute;tica y &quot;emocionalmente pestilente&quot;.</p> <p>Para esta nueva traducci&oacute;n del texto de Reich nos hemos remitido al original traducido del alem&aacute;n al ingl&eacute;s por el psiquiatra Theodore P. Wolfe, amigo suyo. La publicaci&oacute;n neoyorquina de &lsquo;&iexcl;Listen, little man!&rsquo; se acompa&ntilde;&oacute; con los dibujos humor&iacute;sticos del reconocido ilustrador William Steig. Hemos recuperado muchas de esas caricaturas originales enriqueciendo las p&aacute;ginas de la presente edici&oacute;n.</p> <p>Las lectoras y lectores de esta obra descubrir&aacute;n un texto directo, pol&iacute;ticamente incorrecto, vanguardista tanto en el fondo como en la forma. Cr&iacute;tica mordaz al &ldquo;hombre corriente&rdquo; &ndash;el peque&ntilde;o hombre y la peque&ntilde;a mujer&ndash;, gris y ego&iacute;sta, suplicando orden y autoridad. La narraci&oacute;n est&aacute; construida mezclando reflexiones con di&aacute;logos entre Reich y esos hombrecillos y mujercillas que todos llevamos dentro, estableciendo un discurso sobre la mediocridad y la &ldquo;normalizaci&oacute;n&rdquo; social destructora de la vida, la naturaleza y lo diferente. Reich apuesta por el retorno al &ldquo;animal humano&rdquo; generoso, cooperativo, libre y gozoso.</p> <p>Las ideas originales de Wilhelm Reich cautivaron a Fromm, Marcuse, Adorno, Foucault, Hannah Arendt y Simone Weil. Influye abiertamente en los &lsquo;beatniks&rsquo; y en las figuras relevantes de la contracultura (Ginsberg, Kerouac, Burroughs, Mailer, Salinger, Goodman), es el precedente de las comunas y de los &lsquo;hippies&rsquo;, del ecologismo antinuclear, del neocristianismo<br /> libertario, de las corrientes radical-ut&oacute;picas, del situacionismo...<br /> En Mayo del 68, el movimiento estudiantil franc&eacute;s grafiteaba esl&oacute;ganes reichianos. En la universidad de Frankfurt, en 1968, pod&iacute;a leerse una gran pintada advirtiendo: &lsquo;&iexcl;Lee a Reich y act&uacute;a en consecuencia!&rsquo;.</p>
  • <p>A finales del siglo XIX en la Francia del positivismo cient&iacute;fico y del auge del desarrollo capitalista, surgen, entre los libertarios, los naturien. La iniciativa parte de Emile Gravelle con la publicaci&oacute;n de <em>L&rsquo;Etat naturel</em>. Individualmente o en colectivo los naturien no s&oacute;lo ensalzan la naturaleza y denigran la civilizaci&oacute;n, tambi&eacute;n viven o experimentan formas acordes con su pensar. Entre los principios de los naturien figuran: que la miseria no es inevitable; que con la sola producci&oacute;n natural del suelo se obtiene la abundancia; que la salud es la condici&oacute;n normal de la vida; que los males f&iacute;sicos (epidemias, enfermedades y deformidades) son obra de la civilizaci&oacute;n.</p>
  • <p>Creemos que es importante escribir acerca de la opresi&oacute;n, y m&aacute;s si se trata de una de las opresiones menosvisibles, la del especismo. Considerar alguien y noalgo a seres de otras especies es un salto cualitativoenorme, que afecta nuestras relaciones cotidianas enaspectos tan b&aacute;sicos como nuestra alimentaci&oacute;n o nuestra manera de entender el ocio. Este libro pretendeabrir ventanas para que aire nuevo permita sentir deotra manera las relaciones de poder que la especie humana ejerce a toda especie animal existente.</p>
  • <p>Este es un libro dirigido a quienes piensan que la educaci&oacute;n es la m&aacute;s importante de las tareas que las personas deber&iacute;amos traernos entre manos. Por desgracia, y por m&uacute;ltiples causas, no ocupa ese lugar en los planes de la mayor&iacute;a de los distintos gobiernos de nuestro planeta, pero muchos y muchas -y tambi&eacute;n quienes han participado en las jornadas que han dado lugar a esta edici&oacute;n seguimos en el empe&ntilde;o de lograr ese objetivo y so&ntilde;amos con las iniciativas, estrategias y tareas que nos pueden ayudar a conseguirlo. Para educar para la libertad, sin adjetivos, hay muchos caminos que se pueden recorrer. Aqu&iacute; se habla de algunos de ellos.</p>
  • <p>&iquest;Pueden crearse condiciones de vida en las que no exista la dominaci&oacute;n? Pregunta sin respuesta segura de s&iacute; misma, pero de lo que no cabe duda es que all&iacute; donde haya dominaci&oacute;n siempre permanecer&aacute; abierto un espacio para que se pueda inventar el anarquismo. Fluido y tumultuoso, el anarquismo corre sus mayores riesgos cuando se inmoviliza, cuando se petrifica, y cuando olvida cuestionarse a s&iacute; mismo.</p>
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