Ecología y Urbanismo

  • <p>Una vez esquilmado el planeta, a las puertas de la ruina ecol&oacute;gica y por lo tanto social y muy cercanos a un previsible declive energ&eacute;tico &ndash;todo ello como resultado de la l&oacute;gica econ&oacute;mica de la sociedad industrial&ndash;, estamos obligados a revisar los conceptos fundamentales que nos han tra&iacute;do hasta aqu&iacute;.<br /> <br /> Al igual que el elefante adulto del cuento permanece atado a un min&uacute;scula estaca porque aprendi&oacute; de peque&ntilde;o que no se pod&iacute;a mover, as&iacute; permanecemos atados a las categor&iacute;as culturales y mentales que aprendimos cuando la industrializaci&oacute;n era peque&ntilde;a en magnitud y todav&iacute;a no era suficientemente destructora. <br /> <br /> Cambiar las gafas para mirar el mundo. Una nueva cultura de la sostenibilidad aborda una serie de conceptos y maneras de ver referidas a aspectos esenciales como son la energ&iacute;a, la tecnolog&iacute;a, la informaci&oacute;n, la realidad virtual, la econom&iacute;a, la movilidad, el crecimiento, las necesidades humanas, el trabajo de las mujeres o la educaci&oacute;n, entre otras, que han de ser revisadas e incluso dadas la vuelta. Propone, tambi&eacute;n, formas de mirar alternativas, construidas desde la perspectiva de una cultura de la sostenibilidad y de la justicia social.</p>
  • <p>En el planeta, es sabido que conviven varios modos de producci&oacute;n, pero el dominante es el capitalismo. La Tierra es la sede central del sistema. A efectos estructurales, podr&iacute;amos se&ntilde;alar cuatro dimensiones del capitalismo, relacionadas de forma sist&eacute;mica entre ellas: la econ&oacute;mica, la social, la pol&iacute;tica y la ecol&oacute;gica. En su l&oacute;gica de desarrollo, el capitalismo las utiliza a todas ellas, siempre con impactos negativos, en unas m&aacute;s que en otras, siempre dependiendo del modelo de acumulaci&oacute;n y del momento. Sin embargo, para los ecosocioecologistas, la &uacute;nica dimensi&oacute;n que parece existir y preocuparles es el impacto que puede tener el &quot;ser humano&quot; en la utilizaci&oacute;n de los recursos naturales, o de la ecolog&iacute;a como algo parcial en el planeta. Se denuncia al capitalismo porque preocupa la huella ecol&oacute;gica en la Tierra, que no deja de ser consecuencia de las necesidades de desarrollo del propio sistema; pasan bastante inadvertidas las otras tres dimensiones del sistema como, si dentro de las mismas, fuesen igualmente compartidas por un igual por el ser humano de forma que la convivencia fuese aqu&iacute; dentro armoniosa; es decir, sin problemas econ&oacute;micos, sociales y pol&iacute;ticos entre las poblaciones, o entre las clases sociales, como algunos preferimos considerar estas relaciones.</p>
  • <p>A&ntilde;o 2098 en la pen&iacute;nsula Ib&eacute;rica: la locura del movimiento perpetuo y el consiguiente &laquo;agotamiento&raquo; de los combustibles f&oacute;siles, el enrarecimiento del agua dulce y la alegre inmolaci&oacute;n de otros bienes naturales han llevado a la humanidad a ser regida por un f&eacute;rreo ecofascismo -una burocracia de los recursos- que tiene como primer objetivo administrar la penuria y como segundo, y no menos importante, hacer trabajar a los pobres en un mundo donde ya no quedan ni las ruinas de la ilusi&oacute;n.</p> <p>As&iacute;, a grandes rasgos, es el escenario en el que se desarrolla esta novela de corte especulativo, hecha de recuerdos, de encuentros y de proyectos, que vislumbra el panorama -muy real, cercano y veros&iacute;mil, por otra parte- que se avecina a no ser que se produzca un cambio de rumbo en la idea de progreso que rige los destinos del g&eacute;nero humano.</p>
  • <p><font face="book antiqua,palatino">Hipoak urmaelean pasatzen du egun osoa. Gorputza uneoro hezea mantentzea du helburu. Urtaro lehorrean, baina, lekuz mugitu behar du ur mailak behera egiten duela eta.&nbsp; Lekualdatze hori saihesteko ur metagailu bat sortzen du lur azpian, etengabe nahi adina ur eskura izateko. Metagailuak Hipoaren bailara goitik behera aldatzen du. baita mundua ere. Metagailuaren hazkundea etengabea da, hariketa alarma gorriaksaltatzen duen arte: Hipo-Krisia </font></p> <p>El Hipopotamo pasa todo el d&iacute;a en el estanque.Tiene como objetivo mantener su cuerpo humedo en todo momento. Pero al llegar la estaci&oacute;n seca, debe de moverse de lugar ya que el nivel del agua baja. Para evitar el desplazarse, decide construir un acumulador de agua debajo del suelo para tener el m&aacute;ximo de agua a su alcance. El acumulador cambia de arriba a abajo el valle. Su crecimiento es constante, hasta que la alarma roja salta: <span class="il">Hipo</span>-krisia.</p>
  • <p>El libro que tienes en tus manos es una compilaci&oacute;n de una serie de art&iacute;culos publicados por la revista inglesa <em>Aufheben</em>, m&aacute;s uno publicada por la revista alemana <em>Wildcat</em>, acerca de los conflictos nacionales e internacionales que se han dado durante la &uacute;ltima d&eacute;cada en Oriente Medio. Estos art&iacute;culos tratan distintos asuntos, desde la llamada Intifada del siglo XXI hasta las &uacute;ltimas revueltas contra el r&eacute;gimen de Ahmadinejad en Ir&aacute;n, pasando por los intereses de Estados Unidos, y del capital occidental en general, por tener controlada la regi&oacute;n a base de guerras y otro tipo de intervenciones m&aacute;s sutiles.(...)</p> <p>La revista <em>Aufheben</em> se public&oacute; por primera vez en Reino Unido en oto&ntilde;o de 1992. Sus miembros hab&iacute;an participado en varias lucbas &iexcl;untos -el movimiento contra el PollTax, la campa&ntilde;a contra la Guerra dei Golfo- y quer&iacute;an desarrollar conocimiento te&oacute;rico a Un de participar m&aacute;s efectivamente: para entender el capital y a nosotros mismos como parte del proletariado, y as&iacute; poder atacar al capital con mayor efectividad. (...) Nuestras influencias son el movimiento de la autonom&iacute;a italiana de 1969-77, los situacionistas, y otros que, tomando el trabajo de Marx como un punto de arranque, lo utilizaron para desarrollar el proyecto comunista m&aacute;s alia de los dogmatismos anti-proletarios del leninismo (en todas sus variedades) y para reflejar el estado actual de la lucha de clases. Tambi&eacute;n reconocemos los puntos v&aacute;lidos de versiones del anarquismo de lucha de clases, las izquierdas alemana e italiana y otras tendencias. Al desarrollar teor&iacute;a proletaria necesitamos ir m&aacute;s all&aacute; de estos movimientos pasados al mismo tiempo que los desarroll&aacute;bamos &mdash;del mismo modo que ellos hicieron con movimientos revolucionarios anteriores.</p>
  • <p>&laquo;Este libro es, fundamentalmente, una cr&iacute;tica. No sobre las teor&iacute;as neoliberales, ni sobre la globalizaci&oacute;n, ni sobre la crisis actual. Es una cr&iacute;tica a las recientes propuestas -aunque con antecedentes antiguos- del decrecimiento y del consumo responsable. El autor sabe, (ya tiene cierta edad para asumir las consecuencias), que las cr&iacute;ticas ejercidas sobre las propuestas alternativas no suelen estar bien vistas por el propio mundo alternativo que, tan fragmentado como a menudo inmaduro, a veces adopta una postura defensiva y, parad&oacute;jicamente, acr&iacute;tica. Pero, en cuanto que ejercicio cr&iacute;tico, el autor realiza un examen y emite un juicio. Y ninguno de los dos aspectos consustanciales a la cr&iacute;tica nos deja indiferentes&raquo;. &mdash;Jes&uacute;s Giraldez</p>
  • <p>Este libro no s&oacute;lo rompe con las simplificaciones positivistas y las idealizaciones intuicionistas en el campo de la historia del arte, sino que, a trav&eacute;s de un m&eacute;todo riguroso -mod&eacute;lico en el &aacute;mbito de las ciencias sociales- consigue establecer las homolog&iacute;as profundas existentes entre las catedrales g&oacute;ticas y la filosof&iacute;a medieval. Se sirve para ello del concepto sociol&oacute;gico de <em>h&aacute;tito mental</em>. Pero su contribuci&oacute;n va m&aacute;s all&aacute;. Como Le Goff ha se&ntilde;alado, Panofsky aplic&oacute; el an&aacute;lisis pol&iacute;tico a las obra de arte, es decir, dio un primer paso para mostrar c&oacute;mo el poder de las obras de arte se organiza en relaci&oacute;n con el poder en general. Y as&iacute;, en este libro, relaciona al estilo g&oacute;tico, a trav&eacute;s de la noci&oacute;n polivalente de orden (y de jerarqu&iacute;a), con el m&eacute;todo escol&aacute;stico, y estos dos niveles con el orden sociopol&iacute;tico encarnado en la Isla de Francia, hacia el a&ntilde;o 200, por la monarqu&iacute;a de los Capetos.</p>
  • <p>El cambio clim&aacute;tico como generador de conflictos en las poblaciones del planeta, como crisis humana, como reto social que no podemos obviar. La Cumbre de Copenhague, en diciembre de 2009, supuso un punto de inflexi&oacute;n en lo referente al tratamiento pol&iacute;tico del cambio clim&aacute;tico a nivel internacional. De alguna manera nos introdujo en una realidad geopol&iacute;tica diferente, descubriendo algunos de sus secretos e intentando esconder la realidad del funcionamiento de la toma de decisiones en el &aacute;mbito global.<br /> <br /> Si alguien en alg&uacute;n momento pens&oacute; que los l&iacute;deres pol&iacute;ticos solucionar&iacute;an el cambio clim&aacute;tico; o que las poblaciones del Sur seguir&iacute;an calladas; o incluso que la tecnolog&iacute;a nos librar&iacute;a de este fen&oacute;meno global; que las fronteras detendr&iacute;an sus efectos; que podr&iacute;amos continuar con el actual reparto de recursos del planeta; que negando su existencia el problema se esfumar&iacute;a&hellip;. Para todas esas personas, y para quienes el cambio clim&aacute;tico es algo m&aacute;s que un aumento de temperatura, est&aacute; escrito este libro: Los conflictos sociales del cambio clim&aacute;tico.</p> <p>Hablar de cambio clim&aacute;tico y sus conflictos, en unos momentos en los que se pretende aparcar el tema, es la mejor manera de retomar el pulso del debate social ante una crisis clim&aacute;tica que requiere respuestas colectivas urgentemente.</p>
  • <p>En la actualidad m&aacute;s de 1.000 millones de personas est&aacute;n gravemente subalimentadas en el mundo y esa cifra ha estado creciendo en todo el planeta en las &uacute;ltimas d&eacute;cadas. A esto se ha venido llamando crisis alimentaria. Las pol&iacute;ticas de ajuste estructural impuestas por el Banco Mundial y el FMI, el acuerdo de la OMC en agricultura y el paradigma del libre comercio han minado econom&iacute;as locales y nacionales, erosionando el medio ambiente y han da&ntilde;ado los sistemas locales de alimentaci&oacute;n, llev&aacute;ndonos a la situaci&oacute;n de hoy y facilitando el desarrollo de oligopolios corporativos y r&aacute;pidas concentraciones empresariales a lo largo de toda la cadena alimentaria.</p> <p>Ante esta situaci&oacute;n las organizaciones campesinas han realizado una labor de coordinaci&oacute;n internacional, desde bases locales, para enfrentar este sistema perverso. La propuesta de la Soberan&iacute;a Alimentaria, liderada por La V&iacute;a Campesina, el movimiento internacional aut&oacute;nomo m&aacute;s grande en todo el planeta, se perfila como una propuesta integral de soluciones ante este injusto sistema mundial, en el que han convertido la alimentaci&oacute;n en una mercanc&iacute;a, no en un derecho.</p>
  • <p><font size="2" face="Verdana">Entre la cantera y el jard&iacute;n <i>se compone de 17 ensayos que indagan en la conciencia ecol&oacute;gica del presente. La literatura cient&iacute;fica lleva m&aacute;s de cuarenta a&ntilde;os probando la amplitud del desastre ecol&oacute;gico y social, pero nuestros modos de producir y consumir hacen o&iacute;dos sordos de todas las alarmas. Ante ello, el investigador y poeta intenta comprender el porqu&eacute; de tanta inacci&oacute;n y cu&aacute;les son las posibles v&iacute;as que nos saquen del letargo y nos permitan luchar por un mundo que nos haga mejores. </i> </font></p> <p><font size="2" face="Verdana"> Hoy, mientras el ecocidio contin&uacute;a, mercenarios con ametralladoras y fusiles de asalto viajan en los atuneros espa&ntilde;oles para que podamos seguir expoliando lejanos caladeros y las latas de at&uacute;n en aceite lleguen sin trabas a los supermercados... Mantenemos un modelo de desarrollo insostenible (casi huelga decirlo) y basado en la exportaci&oacute;n de da&ntilde;o. &iquest;Seremos capaces de despertarnos? &iquest;Y qui&eacute;n podr&iacute;a ayudarnos? &iquest;Acaso el poeta? &iquest;El ensayista? &iquest;El profesor de filosof&iacute;a?<br /> Llevamos treinta a&ntilde;os de hablar, hablar, hablar; y no hacer nada. Narcotizados, son&aacute;mbulos, presos los m&aacute;s en su ceguera voluntaria, como si nada hubi&eacute;semos aprendido de los siglos pasados. Treinta a&ntilde;os sugiriendo que &laquo;menos es m&aacute;s&raquo;; treinta a&ntilde;os leyendo en las pantallas y escuchando en los altavoces &laquo;no te conformes con menos&raquo;.<br /> Pero no nos concentraremos en las fantas&iacute;as del Armagged&oacute;n final sino en la omnipresencia del apocalipsis cotidiano. El da&ntilde;o a la biosfera y el socavamiento de la autonom&iacute;a del ser humano se est&aacute;n produciendo ahora; el trabajo de los poderes econ&oacute;mico-pol&iacute;ticos contra las alternativas que nos salvar&iacute;an est&aacute; teniendo lugar ahora. El momento de la verdad es ahora. Autoexpropiaci&oacute;n para arrancarnos a nosotros mismos de los lazos de dominaci&oacute;n y servidumbre.</font></p> <p><font size="2" face="Verdana">Frente a la teolog&iacute;a del mercado y la libido de los grandes almacenes, el sue&ntilde;o de una sociedad en la que los ecologistas, los comunistas y los pacifistas ya no sean necesarios.</font></p> <p><font size="2" face="Verdana">Desprendernos de ventajas y dejar de ser verdugos.</font></p> <p><font size="2" face="Verdana">Porque todo esto es posible, s&iacute;, cambiando las relaciones sociales. </font></p>
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