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<p>Es necesario afirmar que no habrá «salida de los Organismos Modificados Genéticamente» ni de ninguna de las técnicas biosuicidas propuestas por la economía autonomizada, sin que se sienta la necesidad de salir de la sumisión a las ofertas de la técnica y de la industria así como de las promesas cientifistas de un progreso ininterrumpido. Es la única salida posible. Eso supone librarse de esta sociedad. No porque no se la pueda reformar, por supuesto, ya que es lo que se hace a diario para diferir la catástrofe que no deja de amenazarnos. Pero la catástrofe ya está aquí: es el modo de funcionamiento normal del mundo industrial del que conviene proclamar que cada uno de sus progresos engendra su propia dislocación y su propio derrumbamiento permanentes; y que aún no hemos visto todo, que debemos temer catástrofes inéditas y resignarnos. En <em>Los progresos de la domesticación</em>, así como en el resto de textos, entrevistas y documentos que se incluyen en el presente volumen, con la contundencia e ironía que sólo un curtido agitador puede permitirse, René Riesel opina, sobre las nuevas técnicas de manipulación genética agrícola y de la superstición cientifista de la que surgen, pero también sobre el proceso -iniciado en Francia en enero de 1.998- de obstaculización y sabotaje contra su implantación. Y, desde la autoridad de su práctica, de la nueva fraseología «antiglobalizadora» surgida al calor de estas y otras movilizaciones, tras la que se esconde la nula voluntad de trascender la dictadura de la economía, y bajo la que se perpetúan.</p>
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<p>Hoy en España y en Europa, al igual que hace dos décadas en EEUU, la política de grandes presas y trasvases toca a su fin. Los retos del desarrollo sostenible y los argumentos de racionalidad económica exigen priorizar nuevas estrategias de gestión de la demanda, que fomenten el ahorro y la eficiencia, mientras la recuperación y la conservación de la salud de nuestros ríos y ecosistemas hídricos pasa a ser el reto clave del futuro inmediato. Al igual que la sociedad actual ha dejado de ver los bosques como simples almacenes de madera, los ríos no pueden seguir siendo valorados como simples canales de H2O... (del Preliminar de Pedro Arrojo Agudo, premio Goldman para Europa 2003)</p>
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<p>Desde Ecologistas en Acción al trabajar día a día en la defensa de la naturaleza, hemos comprobado hasta qué punto necesitamos emplear más eficazmente los recursos de la naturaleza para asegurar su adecuada conservación. Tenemos recursos suficientes para todos, incluso de sobra, siempre y cuando no seamos tan agresivos en nuestros hábitos. Entendemos que, la mejora de los problemas ambientales no está en los “parches tecnológicos”, que actualmente se utilizan, sino en el enfoque de entender el mundo que nos rodea, actuando así, en la raíz de los problemas. “Lo que necesitamos no es una bañera más grande sino un tapón mejor” (Amory Lovins).</p> <p>Una sociedad sensibilizada con el medio ambiente depende, del compromiso de los individuos,pero no sólo, también (si no más) es clave el papel de las empresas y otros agentes económicos.</p> <p>Mediante la publicación de este manual sobre ecología día a día queremos mostrar como cualquier acto cotidiano puede repercutir de forma directa sobre el medio ambiente. Así, hechos tan dispares como lavarnos los dientes con el grifo abierto, comprar productos excesivamente empaquetados o utilizar demasiado el coche son acciones que, en conjunto, dañan irreversiblemente nuestro entorno.</p> <p>Queremos así mismo hacer ver que todas estas acciones negativas tienen una fácil solución con sólo poner algo de nuestra parte; un pequeño esfuerzo diario de cada uno puede hacer nuestro pueblo, nuestra ciudad y en definitiva, nuestro mundo más habitable.</p>
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<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-TRAD"><font size="2" face="Times New Roman">Se está operando un tránsito en la consideración del agua de bien común hacia su conversión en una mercancía más. Este es el grito común de advertencia de las distintas voces a partir de las cuáles se articula este libro, denuncia por un lado de las políticas que desde la escala internacional a la local están impulsando este proceso de mercantilización del agua e inmersión, por otro, en las luchas sociales que en los últimos años han intentado impedir su robo por las multinacionales del sector o las propias administraciones públicas. En este sentido, los dos primeros artículos abordan las dinámicas de la mercantilización y privatización del agua, quienes son los ganadores y perdedores en este proceso y las limitaciones del mismo a escala mundial. “Agua en la memoria” aporta una reflexión necesaria sobre las limitaciones inherentes al ecologismo oficial y su papel como cogestor de la miseria ecológica y social, así como a las falacias que encierra “la nueva cultura del agua” a partir del análisis crítico de las políticas territoriales e hídricas que en España han culminado en el último Plan Hidrológico Nacional. En cuanto a las luchas sociales, los autores exploran el conflicto vecinal contra el aumento de los recibos del agua en el área metropolitana de Barcelona, que ilustra no sólo las dificultades que tuvieron las agencias de mediación (asociaciones de vecinos, partidos, etc.) para salir finalmente airosas del asunto, sino también el potencial de contagio que tuvo esta lucha ampliamente silenciada y, por último, la guerra del agua en Bolivia, nos muestra qué es lo que puede pasar cuando el poder no mide bien sus pasos y las instancias de mediación han dejado de funcionar. En estos casos el tránsito del expolio a la autogestión no es más que un salto.</font></span></p>
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<p>En esta guía no se van a describir todos y cada uno de los muy variados aspectos de los delitos ecológicos que podrían ser objeto de análisis. Nos limitaremos únicamente a la explicación de los tipos penales, es decir, de los supuestos de hecho o conductas delictivas, describiendo cuáles son, en qué consisten y poniéndolos en relación con los casos reales más comunes.</p>
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<p>En 1888 se otorga una concesión de los ríos Ésera y Cinca a la Sociedad Canal de Aragón y Cataluña, en 1917 se hará lo mismo con el río Ara y, ya en los años 20, un pueblo de la ribera del Ésera, Barasona, será inundado por el pantano Joaquín Costa. Sin embargo, la fiebre de la construcción de pantanos no había hecho más que empezar pues desde mediados de este siglo los proyectos se sucederán a un ritmo más rápido. El 8 de Abril de 1959 Franco inaugura un embalse, el de Yesa, que inundó 2.400 hectáreas, además de los pueblos de Tiermas, Ruesta y Esco, del que se venía hablando desde el siglo pasado. Por otro lado, en 1951 se aprueba un plan para los aprovechamientos del río Ara y el río Cinca del que resultará el proyecto, varias veces renovado y hoy anulado, de un embalse que se construiría en Jánovas.</p> <p>La violenta expropiación forzosa de tierras y propiedades se producirá en los años 60 y 70. Casi al mismo tiempo, en el río Cinca, muy cerca y aguas abajo del lugar donde desemboca el Ara, el pueblo de Mediano y las tierras de otros fueron inundadas por otro pantano. También en los años 70, pero en la ribera del Ésera, la subcomarca de Campo se sobresaltó con el proyecto de un pantano de 600 hm3 que inundaría Campo, Morillo de Liena, Navarri y Las Colladas. Este proyecto, fuertemente contestado desde el principio, fue sustituido en 1986 por otro, el de Comunet, ubicado más abajo e igualmente rechazado. Fruto de esta segunda contestación en 1992 se aprueba la construcción de un tercero, esta vez en el término municipal de Santaliestra, con una capacidad de 70 hm3. Aproximadamente en las mismas fechas en que se oficializa el proyecto de construir el pantano de Campo se estudia regular el río Aragón y el Irati de Navarra, el primero en Berdún y el segundo en Lumbier. Sin embargo, la contestación social paralizará ambos proyectos. Como alternativa, en el caso del de Irati, la Administración decidirá construir el hoy tristemente famoso pantano de Itoiz.</p> <p>En cuanto al río Aragón, se barajará inicialmente la posibilidad de construir un embalse en Embún, otra vez contestada, ahora por los habitantes del valle de Echo. Así que será la opción de recrecer el de Yesa la que finalmente se consolide. Por último, por lo que respecta al río Gállego, que ya tiene en su curso los embalses de Formigal, Lanuza, Búbal, La Peña y Ardisa, es en 1978 cuando los regantes solicitan un estudio de regulación que fue atendido en 1981 con la propuesta de construcción de un pantano de 192 hm3 que inundaría tierras de Biscarrués, Santa Eulalia de Gállego y Morillo de Gállego.</p> <p>Según esta rápida revisión a la historia de los proyectos de construcción de embalses en los principales ríos que nacen en el Pirineo oscense da la impresión de que el siglo XX ha sido fatídico para la montaña. Es cierto. Sin embargo, no es el único desastre que han debido padecer los montañeses.</p>
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<p>En este libro encontrarás los siguientes artículos:<br /> «Metrópolis y provincia»<br /> «1984 o La era del hombre mosquito»<br /> «Los lugares no tienen memoria»<br /> «Lugar, ciudad y transportes. El caso de Logroño»<br /> «El medio ambiente y sus enemigos»<br /> «Carril bici»<br /> «Ciudad y casco antiguo: 7 notas»<br /> «Arquitectura y Patrimonio»<br /> «La piel de la ciudad»<br /> «Barcelona: del seny al disseny»<br /> «La heroica Logroño»<br /> «Carta a un estudiante de arquitectura»</p>
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<p><span lang="ES-TRAD" new="" roman="" style="font-size: 10pt;"><font face="Times New Roman">Una sólida exposición de cómo la automatización ha ido penetrando en la conciencia de los humanos como algo natural e inevitable, como si se tratara de un hecho natural, en consonancia con la idea de la evolución darwinista.</font></span></p>
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<p>Aunque insuficientemente tratado en el área hispánica, el problema del agua en Oriente Próximo es objeto de gran interés, tanto en Occidente como en el mundo árabe, hasta el punto de ser considerado como un importante casus belli en el convulso panorama de la región. Esta obra analiza las tres cuencas hidráulicas más relevantes de Oriente Próximo, las de los ríos Nilo, Jordán y el sistema Éufrates-Tigris: caudales, aprovechamientos, equipamientos y reparto.</p> <p>Posteriormente se adentra en el aspecto central de la obra, que es el de los conflictos en torno a su uso: los antagonismos entre Irak, Siria y Turquía respecto al Éufrates-Tigris, los intentos de control de las aguas del alto Nilo por parte de Egipto, el principal consumidor, y, sobre todo, los proyectos israelíes sobre el Jordán, las respuestas árabes y cómo unos y otras influyen en los procesos políticos de la zona. Junto a ello, los grandes proyectos (la presa alta de Assuán, el proyecto GAP en el sureste de Turquía, el canal de Jonglei, en el alto Nilo…), que ponen de relieve la capacidad de los estados de la región para poner en marcha obras de gran envergadura, por mucho que estén lastradas por consideraciones políticas que pueden ser poco eficaces o incluso hostiles hacia sectores de la población propia y los estados vecinos. Todo ello para concluir que el problema del agua es una fuente de conflictos, aunque por sí solo no parece destinado a provocar una guerra. Una conclusión que, aunque contraria a las tomas de posición más dramáticas, ofrece nuevas perspectivas a la resolución de muchos de los antagonismos de la región. Ello hace de esta obra no sólo una fuente única de información sobre el estado actual de la cuestión, sino también una reflexión muy pertinente para quienes estén interesados por la geopolítica de la zona.</p>