-
<p>Cuando uno se pone en marcha hacia Santiago de Compostela, al principio, la cabeza sigue llena de los problemas de siempre, el corazón de los temores y las ansiedades de siempre, la voluntad de las dudas de siempre, sólo es un día más de la serie de los días, un día como todos los días. Pero poco a poco, sin saber cómo, la cabeza, el corazón y la voluntad adquieren otro ritmo, el ritmo tranquilo del caminar, el tirmo de las cosechas, los bosques y los pájaros y la única preocupación es encontrar los indicadores, las marcas del camino, todo deviene camino.</p>
-
<p>En "Conceptos Fundamentales" (1944), Heidegger sostiene que «El ser es lo más desgastado» pero también que del Ser «nos siguen quedando siempre existencias.» Santiago Zabala radicaliza las consecuencias de estas significativas –y sin embargo poco conocidas– afirmaciones. Revisitando la obra de Jacques Derrida, Reiner Schürmann, Jean-Luc Nancy, Hans-Georg Gadamer, Ernst Tugendhat y Gianni Vattimo, encuentra estos restos del Ser dentro de los cuales el pensamiento ontológico aún puede persistir. El Ser es un evento, aduce Zabala, un tipo de generosidad y don que genera estupefacción en quienes lo experimentan. Este sentimiento de estupefacción ha promovido preguntas respecto al sentido durante siglos, desde Platón hasta nuestros días. Los relatos posmetafísicos del Ser, como lo demuestran los pensadores que Zabala analiza, así como Nietzsche, Dewey y otros, no abandonan al Ser. Más bien rechazan modos rígidos y determinados de pensamiento esencialista en favor de concepciones más fluidas, maleables y adaptables, redefiniendo así la continuación y el sentido de la filosofía misma.</p>
-
<p>En América Latina, como en Europa, la fuerte y excluyente orientación androcéntrica de la filosofía en el desarrollo de sus tradiciones centrales ha llevado a una relación tensa, molesta y profundamente asimétrica con la mujer. La filosofía aparece como un continuado «monólogo masculino» en el que la mujer apenas si puede intervenir. De esta «relación difícil» entre mujer y filosofía habla este libro con la finalidad de mostrar la injusticia de este proceso. Para ello analiza en su primera parte la imagen de mujer que han sostenido y propagado importantes filósofos latinoamericanos, sobre todo de los siglos XIX y XX.</p>
-
<p><font class="txparrafo">Como Kenneth Rexroth es conocido entre los lectores en español principalmente por su obra poética, sus versiones de poetas orientales y su relación con la generación Beat, esta antología, preparada por Ken Knabb y Quim Sirera, pretende poner a la luz de nuestro idioma la inmensa potencia del Rexroth ensayista. En palabras de Knabb: «Él es, por supuesto, uno de mis poetas favoritos, pero como ensayista, considero que su talento es inigualable. No conozco a otros tan vivos, tonificantes y contundentes, y a la vez con un espíritu tan abierto y sano». Estos textos nos recuerdan «el sentido original de la palabra <i>ensayo</i> de Montaigne, como significado de: prueba, examen, experimento, esfuerzo por adherirse a la realidad». La variedad de cuestiones abordadas y entrecruzadas en ellos es asombrosa, así como la vasta y heterodoxa sabiduría de su autor.<br /> <br /> En este libro se incluyen los siguientes ensayos:<br /> <br /> Erotismo, Misticismo y Revolución (Ken Knabb) · La función de la poesía y el lugar del poeta en la sociedad · La realidad de Henry Miller · Mark Twain · Regreso a los orígenes de la literatura · Desconexión: El arte de la generación Beat · Algunas reflexiones sobre el jazz como música, revuelta y mística · Los estudiantes toman las riendas · Carta desde San Francisco · Simone Weil · El hasidismo de Martin Buber · Gnosticismo. <br /> <br /> * * * <br /> <br /> [...] La civilización occidental dejó de existir después de la Segunda Guerra Mundial. Vivimos en un cadáver que se agita como una rana muerta en un cable con corriente. Los síntomas de un colapso total han entrado en su interior y han determinado el contenido y el rumbo de la poesía y la canción. Es un error hablar de canción protesta o de poesía protesta. La protesta implica una posibilidad de rectificación, se produce dentro de una cultura. Con la larga lista de terrores que hemos ido acumulando, la protesta se ha convertido en alienación y la alienación en una separación total. La guerra es permanente. Sólo cambian los campos de batalla y las bajas. [...]<br /> <br /> [...] La generación más joven se encuentra en un estado de rebeldía tan absoluto que sus mayores ni siquiera se dan cuenta. Para ellos, la desafiliación, la alienación y el rechazo de los jóvenes han desaparecido por completo del espectro visible. Así como los rayos x y la radioactividad, la rebelión moderna es invisible. Sólo se perciben sus efectos en los niveles más materialistas de la sociedad, donde se la tilda de delincuencia. [...]<br /> <br /> [...] Si el jazz es una música de rebelión, se trata de una rebelión por unas relaciones humanas más naturales, sanas y normales. [...] Al fin y al cabo, una revolución en las relaciones humanas básicas es, de hecho, una revolución importante. Por cierto, nada demuestra mejor la forma en que las artes desempeñan un papel social, de forma furtiva, entre bastidores, pocas veces entendido por los críticos oficiales del arte y la literatura y, al final, totalmente subversivo. [...]<br /> <br /> [...] Un Pollock es un objeto de arte -bisutería- disfrazado simplemente por el tamaño. De hecho, cuando es lo suficientemente grande como para cubrir una pared entera, se convierte en un papel pintado muy caro. [...] </font></p>
-
<p>Las cuestiones tanto teóricas como empíricas que se suscitan en torno al concepto de biopolítica han cobrado una centralidad incuestionable en el ámbito de las Ciencias Sociales. El objetivo es profundizar en este concepto con el fin de adentrarnos en el modo en que están configuradas las relaciones de poder en nuestra sociedad. Para ello y con el objetivo de que la reflexión no quede en un plano teórico-abstracto, hemos creído conveniente plantear un análisis tanto del propio concepto de biopolítica como de una serie de escenarios sociales determinados en los que poder visualizar las formas concretas que adquiere la biopolítica. La presente edición ha sido preparada por Ignacio Mendiola Gonzalo, profesor de Sociología (Dpto. Sociología II), Universidad del País Vasco.</p>
-
<p><font class="txparrafo">[…] La vida es bella para quien traspasa las fronteras de lo convencional, se evade del infierno industrial y huye lejos del humo insalubre de las fábricas y del hedor pestífero de las tabernas; para quien se despreocupa de las restricciones de la respetabilidad, de los temores del «qué dirán» y de las murmuraciones vulgares. La vida es bella para el anarquista. […] <br /> <br /> […] Antes una choza, un vaso de agua y un puñado de castañas, que la labor en común con quien no place. Que toda la civilización perezca con sus casas de seis pisos, sus ascensores, sus aeroplanos, sus rápidos, su telegrafía sin hilos y sus monstruos marinos de guerra, si todo esto hace aumentar la dependencia del individuo. […] <br /> <br /> <br /> </font></p>
-
<p>«No es nueva, ni exclusivamente europea, la idea de que el bienestar procede de la acumulación de objetos. Más nueva es, en cambio, la idea de que sobre todo procede de ella. En efecto, el resto de formas de progreso son abstractas y, según el pensamiento dominante, ningún progreso tiene valor si no hace más "fácil" la vida cotidiana. La economía del bienestar (ongi-izatea), como es economía, se convierte en la economía del mucho poseer (asko-izatea) (...) A la industria no le interesa que conozcamos las cosas que nos rodean; sin embargo, sí es de su interés asfixiar el espíritu de invención, el arte de la gente. (...) Mientras los utensilios de antes estaban "al alcance de la mano" (es decir, al alcance del conocimiento), ahora vivimos rodeados de máquinas (cosas) que no podemos componer, ni comprender. (...) ¿No sería deseable cierta pobreza, en el sentido que le dio Santo Tomas, de que la pobreza es la falta de lo sobrante (en tanto que miseria sería la falta de lo necesario)?»</p>