Filosofia

  • <p>Este peque&ntilde;o libro es una fotograf&iacute;a polaroid de las relaciones sociales contempor&aacute;neas: metamorfosis del trabajo, nuevos h&aacute;bitos colectivos, la alternancia entre rebeli&oacute;n y resignaci&oacute;n, las transformaciones a que se ve sometida la propia idea de acci&oacute;n pol&iacute;tica. La c&aacute;mara fotogr&aacute;fica con la que intento retratar nuestro presente es la filosof&iacute;a. Y ello por un buen motivo. Porque las formas de vida que caracterizan la &laquo;globalizaci&oacute;n&raquo; exigen, si se las quiere comprender en toda su concreci&oacute;n sociol&oacute;gica, una constelaci&oacute;n de conceptos l&oacute;gico-ling&uuml;&iacute;sticos, &eacute;ticos y antropol&oacute;gicos. La actualidad no se deja descifrar adecuadamente sin volver a cuestiones de fondo, el &laquo;ahora mismo&raquo; contingente remite al &laquo;desde siempre&raquo;.</p>
  • <p>En esta recopilaci&oacute;n de ensayos de filosof&iacute;a ecofeminista, las y los investigadores resiguen las conexiones entre el feminismo y la ecolog&iacute;a. Los temas incluyen la &eacute;tica ecofeminista; el rol que juega el ideario patriarcal en la perpetuaci&oacute;n del sometimiento de las mujeres as&iacute; como de la naturaleza; las ra&iacute;ces y el papel de un ecofeminismo consciente; el debate entre la ecolog&iacute;a profunda y el ecofeminismo en la filosof&iacute;a ecol&oacute;gica; el tratamiento ecol&oacute;gico-profundo de los derechos de los animales y la omisi&oacute;n de los an&aacute;lisis ecofeministas sobre la dominaci&oacute;n de animales, del aborto y de la disuasi&oacute;n nuclear; y c&oacute;mo el ecofeminismo y la ciencia ecologista son o pueden ser empleadas de manera complementaria en proyectos de investigaci&oacute;n.</p>
  • <p>La Historia como misterio es el entusiasta desaf&iacute;o de un historiador honesto frente a la historia oficial. Michael Parenti lucha contra los mitos hist&oacute;ricos impuestos desde el poder y demuestra c&oacute;mo los vencedores de la historia tuercen y suprimen el recuerdo documental para perpetuar su poder y sus privilegios. Y tambi&eacute;n nos habla de la influencia que reciben los historiadores por parte del ambiente social que les envuelve y de la clase para la cual trabajan. En este libro habla de temas que se extienden desde la antig&uuml;edad a las &eacute;pocas modernas, desde la Inquisici&oacute;n y Juana de Arco a los sesgados libros de texto sobre historia actuales. La Historia como misterio demuestra c&oacute;mo interact&uacute;an el pasado y el presente y c&oacute;mo la Historia puede ser un tema verdaderamente emocionante y comprometido.</p>
  • <p>Este libro supone una contribuci&oacute;n al conocimiento de la himnograf&iacute;a neoplat&oacute;nica de la escuela de Atenas en el siglo V d.C. Proclo Licio Di&aacute;doco, &uacute;ltimo sabio de la Antig&uuml;edad, cumple el proyecto de elaborar una s&iacute;ntesis teol&oacute;gica de la tradici&oacute;n hel&eacute;nica y extranjera. Su poes&iacute;a, conservada en una peque&ntilde;a parte de entre los numerosos himnos que compuso, est&aacute; escrita en el metro y la lengua de Homero. Estos himnos te&uacute;rgicos de Proclo coronan la sinfon&iacute;a de las teolog&iacute;as plat&oacute;nica, pitag&oacute;rica, &oacute;rfica y caldea. El fil&oacute;sofo-poeta se erige, como se&ntilde;ala su disc&iacute;pulo Marino, en hierofante del mundo entero.</p>
  • Desesperar

    9,00
    <p>S&oacute;lo la desesperaci&oacute;n nos libera de la mentira interior; s&oacute;lo ella nos devuelve a la realidad &aacute;rida,&nbsp;desnuda, casi cad&aacute;ver, de una condici&oacute;n humana ajena al menor brillo y a la m&aacute;s nimia trascendencia. Instrumento de la liquidaci&oacute;n sumaria de toda Quimera, podr&iacute;amos definir la desesperaci&oacute;n como un abrir los ojos sin cobard&iacute;a ante el fantasma de lo que creemos que somos; un reconocimiento fr&iacute;o y sosegado de nuestra peque&ntilde;ez de mugre, de nuestra insignificancia de ruido tenue en medio de una noche cualquiera, de nuestra impotencia de hojarasca mecida por los vientos m&aacute;s comunes.</p>
  • <p><span style="font-size: 10pt;">A partir de un problema de traducci&oacute;n de un discurso de la comandante zapatista Ana Mar&iacute;a, el autor inicia una indagaci&oacute;n acerca del tipo de pensamiento, de la concepci&oacute;n del mundo, en fin, que hay detr&aacute;s de unas lenguas (tzeltal, tojolabal...) en cuya sintaxis no hay complemento directo, simplemente porque la relaci&oacute;n sujeto/objeto,&nbsp;caracter&iacute;stica del pensamiento occidental, no existe. Y es as&iacute; porque en las comunidades ind&iacute;genas s&oacute;lo existe relaci&oacute;n entre iguales, es decir, no se concibe relaci&oacute;n alguna con lo que es exterior al individuo -ni entre individuos- que no se d&eacute; sobre un plano de reciprocidad. Los tres ensayos que componen <i>El mito de la Raz&oacute;n</i>, &ldquo;se presentan como tres momentos de una reflexi&oacute;n sobre nuestra cosmovisi&oacute;n&rdquo;, una visi&oacute;n del mundo basada en el pensamiento escindido (cultura/naturaleza) que arranca de la Grecia cl&aacute;sica y que, como forma de raz&oacute;n positiva, se ha erigido en principio de evaluaci&oacute;n universal, en tanto raz&oacute;n objetiva: la Raz&oacute;n. Esta escisi&oacute;n se corresponde con la divisi&oacute;n social y la din&aacute;mica de sometimiento a trav&eacute;s de la esclavitud, la servidumbre, y el asalariado que fundamentan la civilizaci&oacute;n occidental desde hace siglos y que se orienta hacia el dominio y valorizaci&oacute;n del mundo en tanto objeto exterior al sujeto. En este sentido, la negaci&oacute;n del &ldquo;pensamiento racional&rdquo; en los llamados pueblos primitivos es una condici&oacute;n previa a su sometimiento y colonizaci&oacute;n por parte de la cultura occidental. Prosiguiendo la senda de las corrientes m&aacute;s cr&iacute;ticas y desprejuiciadas de la antropolog&iacute;a (Pierre Clastres, Marshall Sahlins...), <b>Georges Lapierre</b> polemiza con algunos fil&oacute;sofos e historiadores (Jean-Pierre Vernant y Pierre Vidal-Naquet) y expone sus objeciones a lo que ser&iacute;a &ldquo;el Mito del nacimiento de la Raz&oacute;n&rdquo; del que se nutre la cultura en Occidente.</span></p>
  • <p>La clave de b&oacute;veda de estos ensayos puede ser la siguiente: la &laquo;contrarrevoluci&oacute;n&raquo; de la d&eacute;cada de 1980 corre paralela a una transformaci&oacute;n del modo de producci&oacute;n que no puede leerse, como nunca lo fue en la &laquo;tradici&oacute;n&raquo; operaista, tan s&oacute;lo desde el punto de vista del capital. La experiencia contempor&aacute;nea nos dice que el &laquo;lugar del trabajo&raquo; ha desaparecido precisamente porque toda la vida ha sido puesta a trabajar. &Eacute;ste es el contenido extraordinario del an&aacute;lisis del prof&eacute;tico Fragmento sobre las m&aacute;quinas de los <em>Grundrisse</em> marxianos que nos ofrece Virno.</p>
  • ES

    30,00
    <p>Fruto de 40 a&ntilde;os de tentativas, intenta el descubrimiento de (partes de) la gram&aacute;tica de una lengua viva, inexistente, e.e. fuera de la Historia . El m&eacute;todo pu&eacute;s se contrapone con el de la Ling&uuml;&iacute;stica Hist&oacute;rica Comparativa, en especial indoeuropea; y trata de enlazar el descubrimiento con los ricos y firmes resultados de la Ling. Hist. Comp. I.ea., que dan al estudio su fundamento, y, con muchos de sus problemas no resueltos, incitaci&oacute;n. Se centra y origina en el &iacute;ndice &ndash;ES- ( el que dura todav&iacute;a en esp. &ndash;se de ese, C&oacute;pula es, -s de Dios, -s de 2&ordf; pers.&nbsp; sg. , entre otros sitios) y a partir de ah&iacute; se refiere a muchos otros &iacute;ndices monofonem&aacute;ticos, que como tales se contraponen a la palabra, difonem&aacute;tica en principio. Tras unas &lsquo;Razones del estudio&rsquo;, I &lsquo;Presentaci&oacute;n del problema: el &iacute;ndice S/ES/SO&rsquo;, II &lsquo;Cuestiones de m&eacute;todo, t&eacute;rminos y tipos&rsquo;, III &lsquo;Fon&eacute;mica y prosodia&rsquo;, IV &lsquo;Lista de &iacute;ndices monofonem&aacute;ticos&rsquo;, V &lsquo;Esquema regresivo de gram&aacute;ticas&rsquo;, y cuatro ensayos ex cursu sobre problemas morfol&oacute;gicos necesitados de esclarecimiento.</p>
  • <p>[...]<em>Pegar una estampilla, ser operado de apendicitis, utilizar un distribuidor autom&aacute;tico, en estos actos variados descubre coherencias o consecuencias inesperadas, en ocasiones una funci&oacute;n ritual y m&aacute;gica. As&iacute;, desgarra el velo de indiferencia que cubre el mundo cotidiano: el suceso se convierte en cuento maravilloso en virtud de una mirada que rechaza las evidencias ostentadas. De este modo, Jarry hace aparecer mitos hasta entonces invisibles: en las p&aacute;ginas que siguen veremos el retorno regular de la m&aacute;quina que se interpone entre el hombre y el mundo y que se convierte en el objeto de un conflicto terrible. M&aacute;quinas muy reales (como el &laquo;castigador ortom&aacute;tico&raquo; de &laquo;Azotar a las mujeres&raquo;) o m&uacute;ltiples m&aacute;quinas metaf&oacute;ricas tienen una doble funci&oacute;n: aplastar al hombre y su deseo, pero tambi&eacute;n hacerle sospechar que no es m&aacute;s que una m&aacute;quina que se ignora a s&iacute; misma</em>.[...]</p> <p>[...] En las cr&oacute;nicas que aqu&iacute; se re&uacute;nen, Jarry sigue escrupulosamente esta regla: &eacute;l medita sobre gastos cotidianos, peque&ntilde;as pr&aacute;cticas sociales, se interroga acerca de lo que hacemos maquinalmente, acerca de lo que nos sucede.</p>
  • <p>[...] La vida es bella para quien traspasa las fronteras de lo convencional, se evade del infierno industrial y huye lejos del humo insalubre de las f&aacute;bricas y del hedor pest&iacute;fero de las tabernas; para quien se despreocupa de las restricciones de la respetabilidad, de los temores del &laquo;qu&eacute; dir&aacute;n&raquo; y de las murmuraciones vulgares. La vida es bella para el anarquista. [...] Antes una choza, un vaso de agua y un pu&ntilde;ado de casta&ntilde;as, que la labor en com&uacute;n con quien no place. Que toda la civilizaci&oacute;n perezca con sus casas de seis pisos, sus ascensores, sus aeroplanos, sus r&aacute;pidos, su telegraf&iacute;a sin hilos y sus monstruos marinos de guerra, si todo esto hace aumentar la dependencia del individuo. [...]</p>
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