Lucha armada

  • <p>Jos&eacute; Lu&iacute;s Facer&iacute;as (Face) ser&iacute;a en la d&eacute;cada de los cincuenta uno de los luchadores m&aacute;s populares en Catalu&ntilde;a, junto con Francisco Sabat&eacute; Llopart (El Quico). La amistad del autor con Facer&iacute;as, la correspondencia personal con &eacute;l, la investigaci&oacute;n de la documentaci&oacute;n interna de las organizaciones del Movimiento Libertario y la recopilaci&oacute;n de informaci&oacute;n de los ficheros policiales le han permitido a T&eacute;llez reconstruir las circunstancias en las que se desenvolvi&oacute; la lucha de los guerrilleros libertarios contra la dictadura franquista, as&iacute; como las adhesiones y rechazos que gener&oacute;.</p>
  • Sabaté

    15,00
    <p>La vida de Quico Sabat&eacute; sirve de hilo conductor para darnos a conocer lo que fue la lucha del maquis contra la dictadura franquista. Partiendo del hecho de que lo importante de la historia es la microhistoria, no son los grandes personajes o acontecimientos, sino los hombres y las mujeres sencillos que los hacen posibles, Antonio T&eacute;llez intenta arrancar del anonimato a toda una generaci&oacute;n de luchadores/as perdida en la oscuridad de cuarenta a&ntilde;os de franquismo.</p>
  • <p>Un grupo de anarquistas planean &laquo;una acci&oacute;n descabellada pero realizable&raquo;: la preparaci&oacute;n y ejecuci&oacute;n de un atentado contra el dictador.</p>
  • <p>En el presente libro son los hombres y mujeres de las comunidades ind&iacute;genas, que integran el EZLN, quienes nos ofrecen el testimonio de su manera de vivir, de sus esperanzas y frustraciones, de los motivos que hay detr&aacute;s del levantamiento en armas que convulsion&oacute; el estado mexicano de Chiapas el 1 de enero de 1994.</p>
  • El testimonio inestimable y en primera persona de alguien que participó tanto de la coherencia como de las contradicciones del ciclo de la experiencia armada en la izquierda radical europea.
  • <p>&laquo;Desde Mayo del 68, como si no hubi&eacute;semos o&iacute;do la campana que anunciaba el final del recreo, continuamos en perpetuo estado de insurrecci&oacute;n. Nuestra revoluci&oacute;n vibraba con esa rebeli&oacute;n sin reservas. Tanto en invierno como en verano, nosotros nos calent&aacute;bamos con combustibles de primavera y adoquines. Y nuestras sediciones nos parec&iacute;an eternas, en el acoso sin piedad a la claudicaci&oacute;n y al tedio. Ni interpretaci&oacute;n ni maquillaje. &Eacute;ramos sinceros hasta las &uacute;ltimas consecuencias de nuestros sue&ntilde;os incendiarios.&raquo;</p> <p>En esta primera entrega de sus memorias, Jann-Marc Rouillan nos acerca a los a&ntilde;os del final de su adolescencia en Toulouse: los primeros amigos, los primeros compa&ntilde;eros, las primeras acciones militantes, pero tambi&eacute;n la vida en comuna, la contracultura, los primeros amores y, sobre todo, los deseos de vivir intensamente todas las facetas de la vida.</p> <p>En <em>De memoria (I)</em> cobra vida una ciudad en la que el peso de la historia reciente se deja sentir a&uacute;n con especial fuerza. La importante comunidad de refugiados espa&ntilde;oles, el ocultamiento del papel de Francia en la Guerra Civil y durante la ocupaci&oacute;n nazi, las atrocidades cometidas por el Ej&eacute;rcito franc&eacute;s en la guerra de Argelia y otras guerras coloniales, la guerra del Vietnam, la agitaci&oacute;n que precede y culmina en Mayo del 68 y el Proceso de Burgos son factores determinantes en la toma de conciencia del autor y sus compa&ntilde;eros.</p> <p>El proceso de politizaci&oacute;n de Jann-Marc, que le llevar&aacute; a seguir el camino de la lucha armada, est&aacute; profundamente asociado a su rechazo de la historia edulcorada oficial de la Patria de los Derechos Humanos, su admiraci&oacute;n por los obreros y obreras que en Espa&ntilde;a intentaron hacer realidad la utop&iacute;a en 1936, y el desenga&ntilde;o respecto a los aprendices de pol&iacute;tico que, pasados los calores de Mayo y tras recargados discursos ultrarradicales, anunciaban ya su impotencia y entreguismo. No es de sorprender que fuese la dictadura franquista el primero de los objetivos de su deriva guerrillera.</p>
  • <p>Pese a la dispersi&oacute;n de la militancia libertaria tras 1939, el movimiento libertario mantuvo en el exilio el pulso de sus organizaciones, aunque con un pesado lastre de enfrentamientos internos. La colaboraci&oacute;n gubernamental durante la guerra, dio pie a una divisi&oacute;n entre &laquo;puristas&raquo; y &laquo;colaboracionistas&raquo; a menudo m&aacute;s nominal y biogr&aacute;fica que pol&iacute;tica, pero que condicion&oacute; los debates de posguerra. No obstante, entre los n&uacute;cleos de anarquistas huidos de la Pen&iacute;nsula se fue generando una red de contactos, publicaciones, ateneos, encuentros internacionales etc., que la direcci&oacute;n cenetista en Toulouse quiso centralizar jugando, a la larga, un papel entorpecedor y paralizante.</p> <p>En este contexto, y tras el declive de las tentativas guerrilleras de Sabat&eacute; y Facer&iacute;as, algunos j&oacute;venes crecidos en el exilio y otros llegados del interior, con la ayuda de ciertos veteranos, buscaban un nuevo marco para el movimiento libertario: fortalecer la creaci&oacute;n de grupos en la Pen&iacute;nsula y priorizar la acci&oacute;n directa como instrumento para minar el Estado fascista. As&iacute; nacer&iacute;a Defensa Interior, organismo destinado a llevar a cabo acciones armadas, aprobado en 1961 por la CNT. Esta decisi&oacute;n promet&iacute;a, para los hastiados de la burocracia, una nueva etapa que recuperar&iacute;a el sentido y el protagonismo de la acci&oacute;n libertaria. Militantes de Juventudes Libertarias como los hermanos Gurucharri u Octavio Alberola, y viejos luchadores del calibre de Garc&iacute;a Oliver o Cipriano Mera apostaron honestamente por el DI; mientras la direcci&oacute;n cenetista lo saboteaba de manera sistem&aacute;tica. Pese a ello, entre 1962 y 1970 se llevaron a cabo una cincuentena de acciones que, despu&eacute;s de la supresi&oacute;n formal del DI en 1965,&nbsp; fueron continuadas por las Juventudes Libertarias y el Grupo Primero de Mayo. Entre estas acciones se encuentran el secuestro del delegado espa&ntilde;ol en el Vaticano monse&ntilde;or Marcos Uss&iacute;a, y varios planes frustrados contra el dictador Francisco Franco.</p> <p>El rechazo creciente de la direcci&oacute;n del Movimiento Libertario, en manos de personas como Federica Montseny o Germinal Esgleas, las ejecuciones de Delgado y Granados, las detenciones de importantes militantes en el interior y las propias redadas de las autoridades francesas contra los sectores m&aacute;s activos del exilio acabar&iacute;an por asfixiar esta v&iacute;a. Se frustraron as&iacute; las ilusiones de una nueva generaci&oacute;n de libertarios que, mientras fracasaba el intento de renovar y relanzar las organizaciones hist&oacute;ricas del anarquismo ib&eacute;rico, encontraban en los movimientos en torno a los que se fragu&oacute; el Mayo del 68 y en el contacto con otros j&oacute;venes anarquistas europeos la posibilidad de una acci&oacute;n revolucionaria al margen de las viejas estructuras.</p>
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Al igual que nunca hablo de la c&aacute;rcel. No quiero obsesionarme: debes hacer lo que crees justo, sean cuales sean los riesgos.</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">&mdash;&iexcl;Porque a ti, cuando te pillen, te fusilan fijo!</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">Sonr&iacute;e se&ntilde;al&aacute;ndome con el dedo. Como muchos otros barceloneses, el Metge estaba convencido de ello. S&iacute;, ir&aacute;n a por m&iacute;... o a por Oriol, evidentemente.</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">&mdash;Ravachol no tuvo tiempo de terminar la frase &laquo;Viva la rep...&raquo;, cuando la cuchilla lo decapit&oacute; &mdash;me dice, mientras, con un gesto teatral, se lleva la mano al cuello.</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">Le devuelvo la patata caliente:</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">&mdash;&iquest;Y t&uacute;? &iquest;Qu&eacute; gritar&aacute;s t&uacute;?</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">&mdash;&iexcl;Viva la anarqu&iacute;a!</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">&mdash;&iexcl;Pero si t&uacute; no eres anarquista!</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">Se hace el sorprendido. Ya nos hemos peleado bastante sobre eso durante las reuniones de la revista como para devolverme esta burla.</span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><i><span style="color: black;">&mdash;Me da igual &mdash;y deja escapar una sonora risotada&mdash;. Suena bien, &iquest;no? </span></i></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br /> A finales de los a&ntilde;os sesenta y principios de los setenta, Espa&ntilde;a era un hervidero pol&iacute;tico en el cual los cuadros de la vieja izquierda y de la ultraizquierda nacida al calor de las movilizaciones obreras &nbsp;y del movimiento estudiantil se preparaban para dar el salto a la legalidad y al nuevo-viejo r&eacute;gimen de democracia mon&aacute;rquica tutelada por los militares. Este iba a recompensar la desmemoria y el colaboracionismo de la oposici&oacute;n domesticada o domesticable con un reparto generoso de cargos en la administraci&oacute;n p&uacute;blica y la pol&iacute;tica, y con espl&eacute;ndidas subvenciones y chanchullos a los sindicatos &laquo;adictos&raquo; al nuevo r&eacute;gimen. El resultado era previsible, pero pocos fueron los que se opusieron de verdad a las traiciones de la Transici&oacute;n.</span></p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">&nbsp;</p> <p style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="color: black;">Jann-Marc Rouillan en esta segunda parte de sus memorias aborda los trepidantes d&iacute;as de discusi&oacute;n y acci&oacute;n en Barcelona con sus compa&ntilde;eros del MIL, en la &uacute;ltima etapa de esta organizaci&oacute;n revolucionaria. A la necesidad de recuperar el hilo de la lucha insurreccional iniciado en julio del 36 y continuado tras la guerra por los grupos guerrilleros, se a&ntilde;ad&iacute;a la intenci&oacute;n de superar los esquemas cl&aacute;sicos del vanguardismo armado, que no hicieran del MIL un fin en s&iacute; mismo. Se trat&oacute;, ciertamente, de uno de los intentos m&aacute;s importantes de renovar las estrategias de confrontaci&oacute;n con el orden econ&oacute;mico y pol&iacute;tico en todas sus formas, pero que topar&iacute;a tanto con la mezquindad de &laquo;los dem&oacute;cratas&raquo; como con la indecisi&oacute;n de buena parte de la ultraizquierda. Una tentativa ambiciosa y prometedora en muchos sentidos, pero que quedar&iacute;a grabada en la memoria colectiva por la detenci&oacute;n de Salvador Puig Antich y su ejecuci&oacute;n el 2 de marzo de 1974, tras una serie de incidentes que se inician <i>&mdash;</i>tal como relata el autor<i>&mdash; </i>el 16 de septiembre de 1973 con la ca&iacute;da de dos militantes del MIL tras un atraco en Bellver de Cerdanya. Antes de esto, el MIL ya hab&iacute;a decidido su autodisoluci&oacute;n, pero no es hasta esta sucesi&oacute;n de acontecimientos que Jann-Marc Rouillan y Jean-Claude Torres se ven obligados a huir a Francia, donde proseguir&iacute;an su acci&oacute;n revolucionaria.</span></p>
  • La del Movimiento 2 de Junio es una historia que escapa a cualquiera de los tópicos en los que se suele encasillar a la guerrilla urbana.
  • Sabaté

    15,00
    <p>Antonio <span class="hiddenSpellError">T&eacute;llez</span> narra la hist&ograve;ria de la lluita d'aquells que, acabada la Segona Guerra Mundial, van decidir que encara no havia arribat el moment de descansar. S'havia de continuar l'oposici&oacute; fins a liquidar el r&egrave;gim sanguinari que s'havia imposat a l'Estat espanyol despr&eacute;s de la Guerra Civil.</p> <p>Partint de la vida d'un dels personatges m&eacute;s coneguts de la resist&egrave;ncia contra el franquisme a Catalunya, Francesc <span class="hiddenSpellError">Sabat&eacute;</span> Llopart (<em>el Quico</em>), <span class="hiddenSpellError">T&eacute;llez</span> presenta tota una generaci&oacute; de militants llibertaris hereus de les idees anarcosindicalistes i actors de la revoluci&oacute; de 1936. L'any 1944 els protagonistes d'aquest llibre comencen un combat, mitjan&ccedil;ant la propaganda i l'acci&oacute; de guerrilla, contra una dictadura que nega ferotgement a l'individu qualsevol dret a la llibertat d'expressi&oacute;, l'ensenyament, l'associaci&oacute;, la difusi&oacute; d'idees i, fins i tot, el dret a pensar. Un r&egrave;gim responsable d'una pol&iacute;tica econ&ograve;mica i social que provoca mostres nombroses de descontentament entre la poblaci&oacute; des de comen&ccedil;aments dels anys cinquanta.</p> <p>Pocs homes i dones lluitadors van sobreviure a la repressi&oacute; i a la desesperan&ccedil;a durant aquella llarga batalla. Acorralats per la policia i els serveis d'informaci&oacute; espanyols; i abandonats per la CNT (Confederaci&oacute; Nacional del Treball) a causa de la seva voluntat de continuar la lluita activa, els grups d'acci&oacute; mantenien una pugna cada vegada m&eacute;s prec&agrave;ria, desesperada i solit&agrave;ria, mentre l'organitzaci&oacute; llibert&agrave;ria a l'exili s'esclerotitzava.</p> <p>Els estrets lla&ccedil;os d'amistat que unien l'autor del llibre amb alguns dels protagonistes principals i els esfor&ccedil;os dedicats a recopilar documents i testimonis directes dels fets permeteren a Antonio <span class="hiddenSpellError">T&eacute;llez</span> donar a con&egrave;ixer alguns dels aspectes menys coneguts de la resist&egrave;ncia llibert&agrave;ria de l'&egrave;poca: l'estructuraci&oacute; i el funcionament dels grups d'acci&oacute;, el paper de les diferents organitzacions reagrupades en el Moviment Llibertari Espanyol de la postguerra, i el paper de nombrosos militants que, ni herois ni m&agrave;rtirs, no van ser una generaci&oacute; sacrificada in&uacute;tilment.</p> <p>Tot plegat converteix aquest llibre en un dels relats m&eacute;s apassionants i profunds sobre la resist&egrave;ncia llibert&agrave;ria, un text indispensable que s&rsquo;ha convertit en un referent de tots els escrits posteriors sobre Sabat&eacute; i sobre la lluita armada contra el franquisme a Catalunya.</p>
  • <p><em>&laquo;Desde el tiroteo en el metro de Girona en Barcelona en el atardecer no hab&iacute;amos hecho ninguna pausa. S&oacute;lo una &shy;r&aacute;pida incursi&oacute;n en el piso de la calle Mare de D&eacute;u del Coll para &shy;recoger tres o cuatro bolsas de armas y explosivos y tomamos el camino de la monta&ntilde;a&raquo;. </em></p> <p>El apresamiento de Salvador Puig Antich hab&iacute;a obligado al grupo franc&eacute;s del MIL a alcanzar la frontera en el menor tiempo posible y, casi a la misma velocidad de esa carrera, iba quedando atr&aacute;s la propia organizaci&oacute;n Hab&iacute;a pasado apenas un mes desde su autodisoluci&oacute;n y, adem&aacute;s de Puig Antich, hab&iacute;an sido detenidos Oriol Sol&eacute; y Josep Llu&iacute;s Pons. Las acciones de solidaridad para evitar la ejecuci&oacute;n del metge &ndash;ejecutado apenas seis meses despu&eacute;s- y las condenas a muerte del resto de militantes, ya se llevar&iacute;an a cabo bajo otras estructuras que, tras el uso de diferentes siglas, terminar&iacute;an por denominarse como Grupos de Acci&oacute;n Revolucionaria Internacionalista (GARI). <br /> <br /> A partir de la que hab&iacute;a sido la infraestructura de solidaridad asentada en Francia, se intent&oacute; reconstruir la acci&oacute;n armada, restablecer la colaboraci&oacute;n a ambos lados de la frontera, y llevar a cabo una de las &uacute;ltimas resoluciones del MIL: el ataque a los intereses internacionales de Espa&ntilde;a en Europa. La acci&oacute;n m&aacute;s importante ser&iacute;a el secuestro el 3 de mayo de 1974 del director del Banco de Bilbao en Par&iacute;s, &Aacute;ngel Baltasar Su&aacute;rez, la primera reivindicada formalmente como GARI. La &uacute;ltima actuaci&oacute;n del grupo se llevar&iacute;a a cabo el 16 de enero de 1975, contra el Palacio de Justicia de Par&iacute;s, <br /> <br /> Para entonces, el franquismo y la oposici&oacute;n pactista ya trazaban las traiciones de la transici&oacute;n. El 20 de noviembre de 1975 Franco mor&iacute;a en la cama y el 6 de abril de 1976 Oriol Sol&eacute; era asesinado de un tiro por la Guardia Civil, tras la fuga de la c&aacute;rcel de Segovia. Poco despu&eacute;s de salir de la c&aacute;rcel, Jann-Marc Rouillan visitaba Barcelona por &uacute;ltima vez. El final definitivo de una etapa y el comienzo de otra: se impon&iacute;a a sangre y fuego la transici&oacute;n espa&ntilde;ola y surg&iacute;a la autonom&iacute;a armada en Europa.</p>
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