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Sin stock<p>Una enorme explosión sacude la ciudad de San Petersburgo. El carruaje del zar acaba de saltar por los aires y el cuerpo del monarca se encuentra despedazado sobre la acera. Los responsables del asesinato son miembros de Narodnaya Volia, la organización secreta más temible de la historia del nihilismo ruso. Sus células, que se extienden por más de cincuenta ciudades, están formadas por agitadores, delincuentes y revolucionarios, por conspiradores que traman en las sombras la caída de la tiranía zarista. Una de las máximas responsables de la organización es Vera Figner, una joven de familia acomodada que forma parte del Comité Ejecutivo, el órgano encargado de establecer las líneas estratégicas que siguen las diferentes células. Vera la terrible, la sonámbula, la melancólica. Vera la radiante, la convulsa, la vengativa. Vera la tenebrosa, la bella, la violenta. Vera la turbulenta, la enferma, la olvidada.</p> <p>En 1927, Vera Figner publicará las memorias de sus años al frente de Narodnaya Volia. En ellas hablará de fiebres e incendios, de delirios que aceleran los relojes de la Historia y artefactos explosivos que hacen caer regímenes enteros. Pero también de la prisión y el exilio, de la represión y la muerte. Enferma y al borde de la locura, Vera pasará más de veinte años en una de las peores cárceles zaristas, condenada al más terrible de los infiernos. Pero en medio del horror, nunca olvidará que allí donde haya un tirano, habrá alguien dispuesto a combatirlo.</p>
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<p>Jonathan Powell ha pasado casi dos décadas mediando entre gobiernos y organizaciones terroristas. En este libro sostiene que ningún conflicto, por sangriento, antiguo o difícil que sea, es irresoluble. Prestando atención a las lecciones del pasado, con paciencia y sobre todo con liderazgo político, se puede resolver cualquier conflicto, incluso allí donde los intentos anteriores hayan fracasado. Terroristas, agentes secretos e intermediarios, políticos y diplomáticos conforman el mundo invisible de las negociaciones entre terroristas y gobiernos. Los casos expuestos se desarrollan en escenarios tan variados como claros en la jungla, casas señoriales y hoteles de aeropuerto anónimos. En todo el mundo, los gobiernos proclaman que nunca «negociarán con el mal». Y, sin embargo, siempre lo han hecho y siempre lo harán. Entonces, ¿por qué ignoramos las lecciones de esta historia de comunicación clandestina? Dialogar con terroristas siempre será, a la práctica, difícil y moralmente peligroso. Pero es lo correcto y lo necesario. Basándose en conflictos concretos, desde el País Vasco y Colombia hasta Palestina y Sudáfrica, este libro optimista y lleno de detalles extraoficiales, incide en las múltiples maneras de hacerlo. Jonathan Powell es el director de Inter Mediate, una organización con sede en Londres para la negociación y la mediación que se centra en los conflictos más difíciles, complejos y peligrosos, donde otras organizaciones no pueden operar. Ha pasado media vida hablando con personas y organizaciones etiquetadas como terroristas. Fue Jefe de Gabinete de Tony Blair de 1997 a 2007 y se convirtió en un elemento fundamental en la negociación de la paz en Irlanda del Norte. En 2008 sugirió públicamente que los gobiernos occidentales deberían iniciar conversaciones con los talibanes, Hamas y al-Qaeda.</p>
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<p>La espada de Damocles que la historiografía del franquismo ha tenido con el nazismo ha desdibujado una maquinaria represiva que va mostrando su dimensión a medida que aparecen testimonios y estudios corroborativos. Al franquismo no le faltó el asesoramiento de los nazis, que colaboraron con la victoria franquista en la guerra. Y después de la misma, Franco siguió colaborando con la Alemania de Hitler. Y no solo fueron campos de concentración. El franquismo se dotó de una red de trabajadores esclavos, de una mano de obra barata, en colaboración con grandes empresas del país, que sacaron adelante obra pública a coste cero.</p> <p>Esa gran trata de esclavos fue vivida de primera mano por César Broto. Esos batallones de trabajadores bajo un sistema de dominación y represión no solo sirvieron para reconstruir zonas del país sino para humillar a los que habían sido derrotados. Este libro de César Broto Villegas viene a narrar lo expuesto desde las vivencias de un militante anarquista que, a pesar de todas las adversidades, siempre tuvo la valentía de mirar hacia adelante por sus ideales y sobrevivir a la larga noche de la dictadura que asoló nuestro país.</p> <p>César Broto Villegas. A los 11 años empezó a trabajar en Lleida y se afilió a la Sociedad de Impresores, tapadera de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en los años de clandestinidad con Primo de Rivera. Durante los años siguientes, militaría activamente en el anarcosindicalismo: secretario de la CNT leridana, fundador del periódico Acracia, cocreador del Ateneo Libertario, secretario de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) de Lleida (1933-1936), secretario provincial de la CNT desde 1936, secretario de los Grupos de Defensa, etc. En 1936 se enroló en la Columna Durruti. Acabada la guerra, fue condenado a 15 años de prisión. Allí colaboró en la falsificación y tráfico de documentos para ayudar a compañeros. Liberado después de cuatro años, participó en la lucha clandestina, ocupando diferentes cargos. En 1945 fue secretario de la CNT catalana y posteriormente elegido secretario general de la CNT, detenido y transferido a Alcalá de Henares. En 1947 es condenado a 30 años, pasando por las cárceles de Alcalá, Ocaña, Dueso, Yeserías y San Miguel de los Reyes. Tras varios intentos de fuga, fue liberado en 1962. Nuevamente detenido en 1966, sufre varios días de interrogatorios y finalmente se exilia a Francia. En 1980 volvió a la península y en los 90 se instala en La Pobla del Duc (Vall d'Albaida, Valencia). Colaboró en El Chico, es autor de una autobiografía, a cargo de Miguel Ángel Bergés, La Lleida anarquista: memorias de un militante de la CNT durante la República, la guerra civil y el franquismo (2006). Dejó inédito el libro La gran trata de esclavos que ahora publicamos.</p>
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<p>«En la noche del 18 al 19 de marzo, el Estado, el ejército y la policía, todo lo que influye en las vidas humanas desde fuera y desde arriba, todo se disolvió, se disipó, se evaporó. El Estado, monstruo frío donde los haya, cayó hecho pedazos y lo remataron trasladando a Versalles sus vestigios, despachos y burocracia […] Esa mañana, todo es posible: otra vida, una vida distinta, la libertad. París se despierta libre, la primera ciudad libre desde que existen las ciudades. Va a probar una vida nueva: la vida nueva en la que los hombres y las mujeres tomarán las riendas de su destino». A pesar de su inconclusión, de sus fracasos militares y de sus contradicciones ideológicas, la Comuna sigue siendo para Henri Lefebvre un momento único de «revolución total», y su legado es inmenso: transformación de la vida cotidiana, crítica radical del Estado y «tentativa suprema de la ciudad de erigirse en medida y norma de la realidad humana», es también «la mayor fiesta del siglo y de los tiempos modernos». Fiesta popular y urbana que trastocó el tiempo, el espacio y las relaciones sociales, fue la forma espontánea del levantamiento de las masas parisinas lo que dio su «estilo» a la Comuna.</p>
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<p>El viento común es uno de los versos que el poeta William Wordsworth dedicó al héroe de la Revolución haitiana Toussaint Louverture. Este libro describe las corrientes de ese «viento común» que batió contra las colonias esclavistas de los imperios europeos en el Caribe: desde los cimarrones de Jamaica, Cuba y la Tierra Firme española, hasta las revueltas de esclavos del siglo XVIII que tuvieron su culminación en la Revolución negra del Santo Domingo francés. En un poderoso ejercicio de «historia desde abajo», Scott examina la circulación de ideas entre esclavos, negros y marineros, recupera los rumores de emancipación que agitaron los puertos y llegaron a las plantaciones, observa la velocidad con la que las noticias se proyectaban de un punto a otro y consigue reconstruir las formas de organización que finalmente estallaron en revuelta o motín. El hilo que reúne todos estos elementos es la resistencia: la búsqueda de una mayor libertad por parte de unas poblaciones que en cuanto podían se declaraban libres de todo amo. Para ello, Scott ha realizado un minucioso trabajo en los archivos franceses, ingleses y españoles. Gracias a su novedosa perspectiva y a la precisión de sus aportaciones, El viento común se ha convertido en una de las obras más originales del emergente campo de estudios del Atlántico negro. Julius S. Scott es profesor de Estudios afroamericanos y africanos de la Universidad de Michigan. Se ha convertido en una de las principales figuras de lo que se viene conociendo como la historia de Afroamérica y el Atlántico negro.</p>
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<p>En 1910, Pancho Villa lideró una rebelión contra los terratenientes ricos y luchó para redistribuir la tierra a los pobres mexicanos que la trabajaban para los propietarios, en lo que se llamó «la primera revolución socialista».</p> <p>Originalmente publicado como una serie de artículos periodísticos para el Metropolitan Magazine, <em>México insurgente</em> es la crónica de la Revolución mexicana, escrita por John Reed mientras vivía con los rebeldes mexicanos, siendo amigo de Pancho Villa y luchando contra las fuerzas del Gobierno mexicano. El ilustrador Alberto Gamón nos acompaña con su genial trabajo gráfico al México de comienzos del siglo xx.</p>
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<p>«Nos partimos la cara… pero al final nos la acabaron rompiendo.» «Yo he nacido aquí, creo en un proyecto.» «Me pegaron doce tiros. A mi compañero, diecinueve. Yo, al menos, conseguí sobrevivir.» A través del testimonio de antiguos combatientes de la Izquierda Abertzale es posible rastrear los orígenes ideológicos de ETA en su reivindicación de una Euskadi independiente y, sobre todo, en la defensa de los intereses de clase y en la lucha contra la dictadura de Franco en el País Vasco, llegando a ser un agente emancipador para la España reprimida. Cincuenta años después, viviendo en democracia y habiendo asesinado a más de 800 personas, ETA ya no representa lo mismo para los españoles, que celebraron en 2011 el alto el fuego de la organización terrorista como uno de los mayores triunfos de la democracia. Buscando un relato que descubre ángulos desde los que nunca se ha mirado, Nicolás Buckley da voz a quienes hicieron uso de la violencia como medio para alcanzar la autodeterminación de Euskal Herria. Al ceder la palabra a antiguos militantes de ETA, Del sacrifico a la derrota trasciende la reconstrucción del relato del conflicto armado y político ahondando en la historia reciente de España y Euskadi.</p>
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<p>Los programas de desarme, desmovilización y reinserción (DDR) han sido un componente esencial de la construcción de paz en el posconflicto. Pero en la práctica, estos programas han generado más preguntas que respuestas: ¿Contribuyen realmente a la estabilización del posconflicto y a la reintegración de los excombatientes? Desmond Molloy ha escrito un libro esencial sobre uno de los aspectos más importantes del trabajo para la paz: convertir a rebeldes y soldados en ciudadanos. A partir de una amplia experiencia personal y de su investigación académica, Molloy hace un repaso a los éxitos y fracasos de las múltiples campañas de DDR en que ha trabajado.</p> <p>Cerrar la gran brecha entre la teoría y la práctica no es fácil, especialmente en el campo del trabajo para la paz. El autor incide en que estos programas son, a menudo, un asunto de confianza: si un soldado baja su arma no es tanto fruto del diseño de DDR o de otros modelos complejos, sino porque tiene la confianza de que las armas ya no serán necesarias en el futuro. Los programas DDR solo pueden hacer una contribución modesta pero vital a esa percepción. Una lectura obligatoria tanto para académicos como para profesionales sobre el terreno.</p>