Biblioteca Buridán inicia sus actividades con una colección de libros preferentemente de ensayo, pero sin excluir incursiones en otros géneros, incluso narrativos, con los que piensa que también puede llevar a cabo sus planteamientos editoriales, pues considera la división en géneros como algo útil en muchos sentidos, pero a lo que no hay que someterse rígidamente y de modo restrictivo.