Canarias

  • <p>La historia, acunada durante a&ntilde;os en la memoria de las personas mayores de Fuerteventura y en la de los descendientes del personaje, dibujaba a grandes trazos un perfil humano extraordinario, la de un hombre dedicado a la sanaci&oacute;n popular en la Fuerteventura de la primera mitad del siglo veinte, gracias al cual muchas personas hab&iacute;an sobrevivido a sus enfermedades&rdquo;, se&ntilde;ala el autor en la introducci&oacute;n del libro.</p> <p>Gir&aacute;ldez subraya tambi&eacute;n que las primeras indagaciones &ldquo;reportaron informaciones sobre la vida del personaje que lo hac&iacute;an excepcional: un m&eacute;dico que no se sab&iacute;a si era m&eacute;dico, un hombre que lleg&oacute; a Fuerteventura no se sabe c&oacute;mo ni por qu&eacute;, unas curas extra&ntilde;as por sus aciertos y remedios naturales, una persona que decidi&oacute; vivir en un escondido barranco pero que era conocido en toda la isla, alguien a quien hasta los misterios que acompa&ntilde;aron a su muerte est&aacute;n por resolver&rdquo;.</p> <p><em>El m&eacute;dico de los corderos. Una historia oral de Fuerteventura</em> est&aacute; editada por Libreando Ediciones, en colaboraci&oacute;n con Baladre y Zambra. El autor rescata la historia oral a trav&eacute;s de los testimonios de 57 mayores, entre los cuales se encuentran Tino Jord&aacute;n Garc&iacute;a y Mar&iacute;a Juana Mendoza (Triquivijate), as&iacute; como de las tres nietas de Don Agust&iacute;n, Victoria, Carmen y Ana.</p>
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