<p><span style="font-size: 10pt;">Los atentados del 11 de septiembre en Nueva York abrieron una era en la que la denominada «guerra de civilizaciones» y la creación de un nuevo enemigo que la justificara, el islam, se convirtieron en el pretexto para las ocupaciones de Irak y Afganistán y para la fiebre securitaria en la que aún cabalgan los Estados occidentales.</span></p>
<p><span style="font-size: 10pt;"><span style="font-size: 10pt;">En el Estado español, el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que acabaría con la vida de 191 personas, convertiría la lucha contra el «terrorismo yihadista» en una prioridad. Desde entonces y de forma injusta, la población musulmana pasaría a ser sospechosa y víctima potencial de una legislación antiterrorista denunciada por todo tipo de organismos de derechos humanos. Pese a que no se ha vuelto a producir un solo atentado como éste, lo que sí que se ha multiplicado es una actividad propagandística que dibuja una imagen simplificada y belicista del islam que conecta con una islamofobia profundamente arraigada en el imaginario cultural español.</span></span></p>
<div><span style="font-size: 10pt;">Desde el 11-M se han producido 28 operaciones contra presuntas células yihadistas, la mayoría basadas en una doctrina de acción preventiva y paranoica. Representativa de esta política es la «operación Lago», conocida popularmente como del «Comando Dixan», por los polvos de detergente aportados como prueba por la policía, y que ridiculizaron dicho proceso.</span></div>
<div> </div>
<div><span style="font-size: 10pt;">La operación que da origen a este libro fue puesta en marcha el 19 de enero de 2008 en Barcelona y, según las filtraciones a los medios de comunicación, con ella se había evitado una masacre similar a las de Madrid o Nueva York. Aunque no se hallaron ni armas ni explosivos y a pesar de la fragilidad de la investigación policial, desde el primer día los medios de comunicación vulneraron de manera flagrante la presunción de inocencia de los acusados. A la vez que sembraron la sospecha, publicando noticias sin contrastar, sobre el conjunto de la comunidad musulmana del Raval, de Barcelona y de Cataluña.</span></div>
<p><span style="font-size: 10pt;">La ocupación del centro de la escena por parte del llamado terrorismo yihadista ha servido para difuminar la complejidad y heterogeneidad de las personas de origen, cultura o religión musulmana. <i>Rastros de Dixan </i>pretende comprender y denunciar los discursos que sirven para construir el «todos terroristas» y las prácticas estatales que violan sistemáticamente los derechos fundamentales de estas personas, al amparo de una islamofobia generalizada de la que son causa y efecto.</span></p>