<p>Los hermanos Goncourt, Edmond y Jules, crearon algunas de las obras literarias más representativas de la escuela naturalista francesa. Pero también, cada noche, en secreto, escribieron al alimón sus aclamados Diarios, en los que dejaron constancia de las glorias y miserias de los círculos intelectuales y artísticos del París del siglo xix. En 1870, justo antes del comienzo de la guerra con Prusia, del sitio de París y de la posterior proclamación de la Comuna, la muerte de Jules obligaría a Edmond a continuar la tarea en solitario.</p>
<p>En el marco del París revolucionario de 1870 y 1871, ese gran reaccionario que fue Edmond de Goncourt recorrió incansablemente las calles, habló con todo el mundo, asistió a reuniones políticas, entró en hospitales, atravesó fortificaciones, visitó barricadas, presenció combates y luego volvió cada noche a su habitación para forjar algunas de las más bellas páginas que se hayan escrito sobre estos momentos cruciales de la historia, cuya significación continúa hoy siendo de tan alta importancia para todos nosotros.</p>