entreguerras

  • <p>&laquo;Es imposible discutir con quien afirma no buscar la verdad, sino poseerla.&raquo;</p> <p>Estalla la Primera Guerra Mundial y para muchos intelectuales de la &eacute;poca, como Romain Rolland, la contienda no result&oacute; m&aacute;s que la evidencia del ser humano fracasado ante la permanencia de la Idea, del Esp&iacute;ritu y de la grandeza de este en la suma de sus culturas y no en el chauvinismo que, acariciado tanto por el imperialismo como por su necesario militarismo, s&oacute;lo puede llevarnos al fracaso.</p> <p>Como escritor implicado, pero sobre todo preocupado, Rolland public&oacute; con pluma desga&ntilde;itada muchos y encendidos art&iacute;culos desde Suiza. Algunos de estos art&iacute;culos acusaban el silencio, ese acto terrible de no tomar partido cuando no hacerlo es el m&aacute;s infame de los actos, otros se&ntilde;alan la jaur&iacute;a de aquellos que desde c&oacute;modos despachos moldeaban una opini&oacute;n p&uacute;blica basada en el prejuicio y el insulto y, por tanto, en la mentira hecha peri&oacute;dico. La firme y encendida respuesta de Romain Rolland a esta situaci&oacute;n de histeria colectiva se ver&iacute;a publicada primero en forma de art&iacute;culos y posteriormente en un primer libro titulado <em>M&aacute;s all&aacute; de la contienda</em> (1915). Mantuvo una fervorosa correspondencia con los m&aacute;s insignes pol&iacute;ticos, escritores y fil&oacute;sofos de la &eacute;poca. Algunas de estas cartas, junto a la lectura cr&iacute;tica de obras cient&iacute;ficas y literarias, conforman el segundo volumen de este libro, <em>Los precursores</em> (1920).</p> <p>Nunca hasta hoy ambas obras se hab&iacute;an publicado conjuntamente en Espa&ntilde;a. Ello supone una anomal&iacute;a que debemos corregir pues el propio Rolland inicia su camino en <em>Los precursores</em> advirtiendo que se trata de una continuaci&oacute;n de <em>M&aacute;s all&aacute; de la contienda</em>. Si bien es cierto que ambos libros distan ligeramente entre s&iacute; en el estilo e incluso el &aacute;nimo del autor, son una pieza. Se suman a la edici&oacute;n cartas de Miguel de Unamuno y varios manifiestos cruzados entre los intelectuales alemanes, catalanes o espa&ntilde;oles.</p>
  • En este volumen, que cuenta con una introducción biográfica de su compañera Ilona Duczynska, volvemos a encontrar una fuente inacabable de textos (la mayoría inéditos hasta el momento y recuperados por Fernando Soler para su traducción al castellano) que nos interpelan respecto a nuestra propia realidad.
  • En estos textos, redactados entre 1937 y 1940, Karl Polanyi se presenta como un fino y riguroso analista geopolítico.
Ir a Arriba