-
<p>Bolonia, final de febrero. La ciudad está vacía y en silencio. El mundo se detiene (no para todos). Un virus desconocido prolifera en el cuerpo estresado de la humanidad global. Pscodeflacción. La epidemia se entromete en las vidas, trastoca hábitos, modifica automatismos, mata viejos y asmáticos. Bifo se inquieta, pinta lienzos de colores, lee periódicos, hace radio por Internet. Y escribe: notas, apuntes, reflexiones sobre el presente en emergencia. Junto con la llegada del virus, décadas de ajuste neoliberal y dominio financiero se hacen sentir con crudeza sobre las poblaciones del planeta. La crisis se agudiza, no tiene límites. El colapso parece evidente. ¿Seremos empujados a una guerra de todos contra todos hasta la exitinción de la civilización humana? ¿Lograremos, por el contrario, salir del cadaver del Capital, quizás mediante una revolución sin subjetividad ni voluntad política? ¿O se trata, más bien, de aprovechar la interrupción, de transfromar el confinamiento en un proceso colectivo de autoanálisis? Lo seguro es que cruzamos un umbral: ya no hay normalidad a la que volver. ¿Podremos resistirnos a lo probable y burlar lo inevitable?</p>
-
<p>En el verano de 1854, Londres estaba emergiendo como una de las primeras metrópolis modernas del mundo. Pero, al carecer de la infraestructura necesaria para mantener a su población en rápida expansión —eliminación de residuos, agua limpia, alcantarillado—, la ciudad se convirtió en el caldo de cultivo perfecto para un brote de cólera, una enfermedad aterradora que nadie sabía cómo curar entonces. Steven Johnson, uno de los escritores más interesantes de la actualidad en temas como la cultura popular, la vida urbana y las nuevas tecnologías, nos cuenta la historia de la devastadora epidemia que envolvió Londres en 1854 a través de dos héroes poco probables: el doctor anestesista John Snow y el afable reverendo Henry Whitehead. Juntos derrotaron a la enfermedad gracias a que combinaron conocimiento local e investigación científica, y se ayudaron de la elaboración de mapas. Llevaron a cabo una fascinante investigación que sacudiría los cimientos de la comunidad científica victoriana y cambió para siempre nuestra perspectiva sobre la vida moderna. Al relatar su extraordinaria historia, Johnson explora de paso todo un universo de ideas y realidades conectadas, desde el terror urbano a la enfermedad hasta los microbios y los ecosistemas, el Gran Hedor, los fenómenos culturales y la vida en la calle bajo una epidemia.</p>
-
<p>Desde un pequeño pueblo en México hasta las salas de juntas de Big Pharma y las principales calles de todo el país, este es un relato impactante de adicción en el corazón de Estados Unidos, de una epidemia como ninguna otra que haya enfrentado el país, que ha devastado cientos de pequeños pueblos y suburbios. Con la habilidad de un reportero y la capacidad narrativa de un novelista, el aclamado periodista Sam Quinones teje dos historias sobre un capitalismo enloquecido cuya involuntaria colisión ha sido catastrófica. Por una parte, la prescripción ilimitada de medicamentos para el dolor durante la década de 1990, que alcanzó su clímax en la campaña para comercializar OxyContin, un analgésico milagroso, caro y extremadamente adictivo. Por otra, la afluencia masiva de una barata y potente heroína, que arrasó en pequeños pueblos y ciudades medianas, impulsada por un brillante sistema de comercialización y distribución. Ambos fenómenos continúan arrasando comunidades de costa a costa. Quinones presenta un elenco memorable de personajes, desde pioneros farmacéuticos a jóvenes empresarios mexicanos, investigadores, supervivientes y padres; ofreciendo un revelador retrato de esta corrosiva amenaza.</p>