<p>El panorama al que nos enfretamos es devastador. Estamos ante la posibilidad de extinci&oacute;n de nuestra especie y de tantas otras en el planeta, y todo por culpa de nuestra ignorancia e insensatez. El ser humano se ha convertido en una especie destructiva, que bien podr&iacute;a recibir el nombre de Matamundos.</p> <p>Todav&iacute;a estamos a tiempo de rectificar y dar la vuelta a esta situaci&oacute;n, pero para ello tenemos que espabilar. Este libro es como una peque&ntilde;a bofetada, una voz de alarma para que seamos conscientes de que es hora de parar de hacer da&ntilde;o a la Tierra: el aire contaminado, la comida que tiramos a la basura, las bolsas de pl&aacute;stico que arrojamos al mar, el calentamiento global&hellip;, no hay planeta que lo aguante.&nbsp;</p> <p>Para ilustrar todo esto, el autor inyecta en sus dibujos una dosis de humor (negro en m&aacute;s de una ocasi&oacute;n, fr&iacute;volo nunca), cuyo objetivo es que nadie quede indiferente. Son una invitaci&oacute;n a reflexionar y profundizar un poco m&aacute;s sobre los distintos temas de un modo directo, emocional, sin recurrir a estad&iacute;sticas ni cifras, pues estamos tan saturados de este tipo de informaci&oacute;n que sale a diario en los medios y redes sociales, que ya no nos hace mella.</p> <p>Un discurso perfectamente construido, que contiene un mensaje muy necesario en el momento presente: rigor y crudeza, pero con un toque de humor que evite la paralizaci&oacute;n que genera la enormidad del reto que tenemos por delante.</p>