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<p>Denise Ferreira da Silva propone en este libro una lectura negra y feminista de las relaciones contemporáneas entre colonialidad, raza y capitalismo globalizado. A través del concepto de deuda impagable, e inspirada en la novelística de Octavia Butler, las versiones posiluministas de valor ético y económico se enlazan con la sujeción colonial y racial. A partir de esta relectura, el libro muestra cómo la colonialidad y la racialidad operan en los sistemas jurídicos, éticos y simbólicos que se encuentran al servicio de la expropiación del trabajo y del extractivismo territorial.</p> <p><em>La deuda impagable</em> más que proponer otra teoría del valor expone cómo la colonialidad y la racialidad siguen siendo centrales para la acumulación de Capital, incluso después de la abolición de la esclavitud y de la independencia de las antiguas colonias. Así, la racialidad, en tanto significante que combina lo ético y lo económico, redefine continuamente los resultados contemporáneos de la extracción y de la expropiación como defecto moral de las poblaciones que no son blancas y que no son europeas, gracias a una gobernanza regida por la violencia.</p>
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<p>Los ensayos reunidos en este libro se constituyen a partir de conversaciones que la autora lleva con distintas tradiciones del pensamiento decolonial tanto del Norte como del Sur. Ponen en diálogo a autores, autoras y corrientes de pensamiento que suelen estar distanciados geográfica y lingüísticamente, o que han sido artificialmente separados para colocar el Norte europeo como único referente de la historia de la colonialidad. En el proceso, se desmitifican no sólo teorías y conceptos, sistemas de creencias y prejuicios que han contaminado el relato de la colonización, sino que también se cuestionan los autorrelatos que los europeos han tejido de su propia historia.</p> <p><em>Colonialidad, género y democracia</em> aborda temas que giran alrededor de preocupaciones centrales de la autora, como los orígenes de la democracia y el Estado-moderno en el hecho colonial, el papel del género en la constitución del poder colonial y los aportes del feminismo decolonial, sobre todo de su vertiente indígena, que, según Mendoza, ofrece una de las teorías más complejas y subversivas del feminismo occidental. También explora cuestiones como el Antropoceno o la crisis ecológica, y el modo en que se conciben en ámbitos como el posmodernismo, el poshumanismo y las diversas teorías decoloniales. Para concluir, se presenta un manifiesto feminista como una manera de pasar de la teoría crítica a la acción, de la desesperanza a la esperanza decolonial.</p>