feminismo

  • <p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma m&aacute;s igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia dom&eacute;stica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco m&aacute;s libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quer&iacute;a mucho m&aacute;s que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quer&iacute;a superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de ra&iacute;z. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihom&oacute;fobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto da&ntilde;o hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
  • Las niñas salvajes es una magnífica novela corta de Ursula K. Le Guin, la historia de dos jóvenes nómadas que son raptadas y esclavizadas en una sociedad de espada y seda.
  • Desde su publicación en 2018 este libro ha supuesto una auténtica revolución en la comprensión del terror sexual y las narrativas asociadas a la violación como un mecanismo social de disciplinamiento de los cuerpos de las mujeres.
  • <p>&laquo;Imagina que pudieras escuchar una conversaci&oacute;n entre bell hooks y Stuart Hall sobre feminismo, raza, sexualidad y amor. Con este libro no tenemos que recurrir a nuestra imaginaci&oacute;n. Esta conversaci&oacute;n entre hooks y Hall trata sobre la vida, y est&aacute; llena de ingenio, cordialidad y sabidur&iacute;a. El libro nos da la oportunidad de aprender de dos de los m&aacute;s importantes pensadores cr&iacute;ticos negros de nuestro tiempo.&raquo;</p> <p>Sara Ahmed, autora de&nbsp;<em>Fenomenolog&iacute;a queer</em>&nbsp;y&nbsp;<em>Vivir una vida feminista</em></p> <p>En un encuentro asombroso entre pensadores, los te&oacute;ricos culturales bell hooks y Stuart Hall se re&uacute;nen para entablar una serie de conversaciones sobre temas muy variados que Hall resume en &laquo;vida, amor, muerte y sexo&raquo;. Yendo desde lo trivial hasta lo profundo, atravesando las fronteras de la edad, las sexualidades y los g&eacute;neros, hooks y Hall analizan diversos temas que siguen siendo relevantes hoy en d&iacute;a, como el feminismo, el hogar, el regreso a casa, la clase social, la masculinidad negra, la familia, la pol&iacute;tica, las relaciones y la ense&ntilde;anza. En un di&aacute;logo fluido y sincero, ambos se provocan mutuamente, y tambi&eacute;n provocan a lectores y lectoras; el resultado es un libro que habla del poder de la conversaci&oacute;n como un espacio de pedagog&iacute;a cr&iacute;tica.</p>
  • MI HISTORIA

    21,00
    <p>Emmeline Pankhurst creci&oacute; muy consciente de la actitud predominante en su &eacute;poca: que los hombres eran considerados superiores a las mujeres. Cuando ten&iacute;a solo catorce a&ntilde;os asisti&oacute; a su primera reuni&oacute;n por el sufragio femenino y regres&oacute; a casa como sufragista confirmada. A lo largo de su carrera soport&oacute; la humillaci&oacute;n, la prisi&oacute;n, las huelgas de hambre y la reiterada frustraci&oacute;n de sus objetivos por parte de los hombres que ostentaban el poder, pero ascendi&oacute; hasta convertirse en una luz gu&iacute;a del movimiento sufragista.</p> <p>Escrita al comienzo de la Primera Guerra Mundial, <em>Mi historia</em> llama la atenci&oacute;n sobre la causa de Pankhurst mientras defiende su decisi&oacute;n de cesar el activismo hasta el final de la guerra. Notable por sus descripciones del sistema penitenciario brit&aacute;nico, <em>Mi historia</em> es un documento invaluable de una vida dedicada a los dem&aacute;s, de un momento hist&oacute;rico en el que un grupo oprimido se levant&oacute; para defender la m&aacute;s simple de las demandas: la igualdad.</p> <p>Pankhurst desarroll&oacute; un estilo de protesta de confrontaci&oacute;n que har&iacute;a que ella y sus seguidoras fueran arrestados muchas veces antes de que finalmente todas las mujeres mayores de veinti&uacute;n a&ntilde;os obtuvieran el derecho al voto. En 1927 se postular&iacute;a para el parlamento.</p> <p>Contada con sus propias palabras, esta es la historia de la organizaci&oacute;n e indignaci&oacute;n, las penurias y las huelgas de hambre de Pankhurst y su obstinada determinaci&oacute;n de desmantelar los numerosos obst&aacute;culos dise&ntilde;ados para impedir que ella y todas las mujeres reclamasen su libertad. <em>Mi historia</em> es un registro de la incansable defensa de una mujer por el bien de muchas otras.</p>
  • <p>El ruido de los cristales rotos se oye por toda la calle. Los escaparates de Oxford Street acaban de estallar. En una acci&oacute;n coordinada, el 1 de marzo de 1912 cientos de sufragistas convergieron en la zona comercial de Londres para hacer saltar por los aires los escaparates de los establecimientos. Una calle cada quince minutos. Cuatrocientos comercios atacados. M&aacute;s que un sabotaje, un acto de guerra. La elecci&oacute;n de los comercios como objetivo del ataque no hab&iacute;a sido casual. La aparici&oacute;n de los grandes almacenes unas d&eacute;cadas antes no s&oacute;lo hab&iacute;a cambiado la geograf&iacute;a de las ciudades, sino tambi&eacute;n los discursos sobre el g&eacute;nero. Sufragistas, dependientas, psiquiatrizadas y ladronas desafiar&aacute;n a la sociedad victoriana y subvertir&aacute;n los roles que les hab&iacute;an sido asignados.</p> <p>Nacho Moreno Segarra nos abre las puertas de los primeros grandes almacenes del siglo XIX para contarnos la historia de las clept&oacute;manas que escond&iacute;an sus peque&ntilde;os hurtos entre los pliegues de su falda, de las dependientas que sufr&iacute;an jornadas interminables de doce horas diarias y eran obligadas a vivir en las dependencias del establecimiento, de las paseantes que miraban los escaparates mientras sufr&iacute;an el acoso callejero de los hombres, de las sufragistas que se reun&iacute;an en los salones de t&eacute; para planear la siguiente acci&oacute;n.</p>
  • <p>Bisexualidades feministas afirma y celebra la identidad bisexual como potencia pol&iacute;tica y activismo identitario. Es un punto de encuentro con una multiplicidad de voces que habilitan y acompa&ntilde;an una construcci&oacute;n propia, &iacute;ntima, y eso sin exagerar, le puede salvar la vida (sexual) a m&aacute;s de una joven y no tan joven. Porque le pone nombre a las identidades er&oacute;ticas y amorosas m&aacute;s all&aacute; de la trama heterosexual, cis y monosexista de la sociedad patriarcal. Asumirse bisexual para quienes llegan a los veinte a&ntilde;os hoy es mucho m&aacute;s pensable que hace una d&eacute;cada. Este libro, con sus textos acad&eacute;micos, activistas y personales, al dotar de palabras, lo har&aacute; m&aacute;s sencillo. Agustina Invernizzi, Iris Luz Ortellao, Josefina Itoiz, Laura Arn&eacute;s, Ayelen Pandolfi Chediac, Malena Correa y Agustina Herrero</p>
  • <p>Finanzas, trabajo, clima, alimentos. &iquest;De que modo est&aacute;n conectadas las crisis del siglo XXI? En El capitalismo en la trama de la vida, Jason W. Moore sostiene que las fuentes de la actual turbulencia global tienen una causa com&uacute;n: el agotamiento del capitalismo como forma de organizar la naturaleza, incluida la naturaleza humana. A partir de los grandes an&aacute;lisis del capitalismo hist&oacute;rico de Braudel a Wallerstein y Arrighi, de las recientes aportaciones de la econom&iacute;a pol&iacute;tica ecologista y de determinadas lecturas del feminismo, Moore nos ofrece una s&iacute;ntesis innovadora: el capitalismo supone un determinado tipo de &laquo;ecolog&iacute;a mundial&raquo; que implica formas de producci&oacute;n y distribuci&oacute;n de la riqueza, sistemas de poder y ecosistemas hechos tanto de naturalezas humanas como extrahumanas.</p> <p>Bajo esta perspectiva, la mayor fuerza hist&oacute;rica del capitalismo ?as&iacute; como la fuente de sus principales problemas? ha resultado de su capacidad para crear &laquo;naturalezas baratas&raquo;, en forma de mano de obra, alimentos, energ&iacute;a y materias primas por las que ha pagado poco o nada. Esta capacidad es lo que ahora se ha vuelto problem&aacute;tico. Al repensar el capitalismo a trav&eacute;s de una vibrante dial&eacute;ctica de la &laquo;humanidad en la naturaleza&raquo;, Moore transporta a los lectores en un viaje te&oacute;rico desde el ascenso del capitalismo hist&oacute;rico hasta el caleidoscopio de las m&uacute;ltiples capas de la crisis actual. Este libro muestra c&oacute;mo la cr&iacute;tica del &laquo;capitalismo en la naturaleza&raquo; ?en lugar de considerar el capitalismo y la naturaleza por separado? resulta fundamental a la hora de comprender nuestra coyuntura, as&iacute; como de empujar en la direcci&oacute;n de la emancipaci&oacute;n en el siglo venidero.</p>
  • <p>Una revoluci&oacute;n desde los afectos: esa es la propuesta principal de este libro, que entreteje los principios del anarquismo social con el deseo de extender el &aacute;mbito de lo pol&iacute;tico a las formas que damos a nuestras relaciones.</p> <p>Las formulaciones contempor&aacute;neas de esta &laquo;anarqu&iacute;a relacional&raquo; se concretan por primera vez en Suecia durante la primera d&eacute;cada del siglo XXI, pero beben no solo de la larga tradici&oacute;n del anarquismo, sino tambi&eacute;n de aportes de la sociolog&iacute;a, la antropolog&iacute;a, el feminismo, la teor&iacute;a queer y los activismos no-mon&oacute;gamos. En un momento en que las perspectivas revolucionarias parecen haberse desplazado m&aacute;s all&aacute; del horizonte, el reto de la anarqu&iacute;a relacional es construir desde abajo redes de afectos y maneras de cuidarnos, modelos de convivencia con quienes nos acompa&ntilde;an acordes a los mismos ideales que desear&iacute;amos rigieran en la sociedad, superando la normatividad, las estructuras de poder y de autoridad heredadas y los mecanismos de control estereotipados.</p>
  • <p>Desde la crisis de 2008, el neoliberalismo, para sostener sus modos de explotaci&oacute;n, para contener la implosi&oacute;n social en cada territorio, ha necesitado de una alianza cada vez m&aacute;s f&eacute;rrea con el fascismo y con formas varias de fundamentalismo religioso. Con ello ha pretendido reordenar la re-producci&oacute;n social en t&eacute;rminos capitalistas, recolocar un mandato de g&eacute;nero en crisis y retrazar las l&iacute;neas entre lo humano y lo categorizado como menos-que-humano (feminizado, racializado, naturalizado).</p> <p>Frente a esta nueva ofensiva neoliberal, el feminismo transnacional ha aparecido como un actor inesperado. Ha reabierto lo que parec&iacute;a clausurarse y lo ha hecho de nuevo con esa mezcla de radicalidad y masividad, de fuerza internacionalista y operatividad local, de conectividad y arraigo. Lo que se juega hoy en las disputas por los sentidos del feminismo no es la divisi&oacute;n de un movimiento que por otro lado siempre fue m&uacute;ltiple y poli&eacute;drico. Se juega la capacidad de incidir en el punto de sutura entre neoliberalismo y fascismo. Se juega la potencia feminista misma, en su desbordamiento.</p>
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