<p><font class="txparrafo">El capitalismo est&aacute; tocando a su fin. La prueba: el derrumbe de la Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica. Base del an&aacute;lisis: la &laquo;oscura&raquo; cr&iacute;tica del &laquo;valor&raquo; de un tal Karl Marx. &iquest;Ser&aacute;n la lucha de clases y la lucha por la democracia las que derrotar&aacute;n al capitalismo? La lucha de clases no ha sido otra cosa que el motor del desarrollo capitalista y jam&aacute;s podr&aacute; conducir a su superaci&oacute;n. La democracia no es el antagonista del capitalismo sino su forma pol&iacute;tica, y ambos han agotado su papel hist&oacute;rico. [&hellip;] <br /> <br /> [&hellip;] Tal vez no se llegar&aacute; a un &laquo;viernes negro&raquo; como en 1929, a un &laquo;d&iacute;a del juicio&raquo;. Pero hay buenas razones para suponer que estamos presenciando el fin de una larga &eacute;poca hist&oacute;rica: la &eacute;poca en que la actividad productiva y los productos no sirven para satisfacer necesidades, sino para alimentar el ciclo incesante del trabajo que valoriza el capital y del capital que emplea el trabajo. La mercanc&iacute;a y el trabajo, el dinero y la regulaci&oacute;n estatal, la competici&oacute;n y el mercado: detr&aacute;s de las crisis financieras que vienen repiti&eacute;ndose desde hace veinte a&ntilde;os, se perfila la crisis de todas esas categor&iacute;as, las cuales &mdash;cosa que nunca se recuerda lo bastante&mdash; no forman parte de la existencia humana desde siempre ni en todas partes. Se han apoderado de la vida humana a lo largo de los &uacute;ltimos siglos y podr&aacute;n evolucionar hacia algo diferente: algo mejor, o algo todav&iacute;a peor. [&hellip;]&raquo; <br /> <br /> &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;* * * <br /> <br /> Para los autores de este libro, la actualidad del pensamiento de Marx est&aacute; en lo que tiene de m&aacute;s radical: la cr&iacute;tica de la mercanc&iacute;a y del dinero, del trabajo y del Estado. Lo obsoleto es, por el contrario, lo que suele aceptarse hoy como pol&iacute;ticamente correcto: la apolog&iacute;a del progreso, de la democracia y de la modernidad. Y tambi&eacute;n, para m&aacute;s esc&aacute;ndalo, la lucha de clases: la revoluci&oacute;n no surge de la lucha de clase contra clase, sino de la rebeli&oacute;n contra los fetiches abstractos de Dinero y Capital a los que hemos cedido el dominio sobre nuestras vidas. <br /> <br /> Los ensayos aqu&iacute; reunidos forman una suerte de breviario de la cr&iacute;tica radical de la sociedad de la mercanc&iacute;a, de sus instituciones &mdash;el mercado y el trabajo, la ciencia y el arte&mdash; y sus ideolog&iacute;as, desde el marxismo hasta las filosof&iacute;as posmodernas; tambi&eacute;n hablan de los antecedentes de esa cr&iacute;tica, desde Hegel y Leopardi hasta los situacionistas. </font></p>