filosofía

  • <p>Luk&aacute;cs fue el m&aacute;s importante e influyente fil&oacute;sofo marxista del siglo XX. Entre sus obras m&aacute;s conocidas se encuentran Historia y consciencia de clase (1923) &ndash;la obra fundacional del llamado &ldquo;marxismo occidental&rdquo;&ndash;, El joven Hegel (1948), Goethe y su &eacute;poca (1950), Balzac y el realismo franc&eacute;s (1952), La novela hist&oacute;rica (1955), Contribuciones para una historia de la est&eacute;tica (1953) y los grandes tratados de vejez: La peculiaridad de lo est&eacute;tico (1963) y Para una ontolog&iacute;a del ser social (1984-1986). En el Testamento pol&iacute;tico el fil&oacute;sofo expone, pocos meses antes de morir, sus principales preocupaciones y expectativas acerca de la misi&oacute;n y las perspectivas del socialismo. El resto de escritos incluidos en este volumen incluye reflexiones sobre la funci&oacute;n del fil&oacute;sofo y el papel del intelectual, as&iacute; como consideraciones en torno a los consejos obreros y el ideal de democracia de la vida cotidiana, an&aacute;lisis y cr&iacute;ticas de la ideolog&iacute;a fascista, un arreglo de cuentas pol&iacute;tico y personal con el per&iacute;odo estaliniano, e ideas vinculadas con la &Eacute;tica que Luk&aacute;cs no hab&iacute;a llegado antes a escribir.</p>
  • <p>&laquo;Este nihilista de punta en blanco no retrocede ante la acci&oacute;n: clava sus espuelas a todo lo que, de cerca o de lejos, huele a filisteo, y se muestra implacable salpicando con su silencio a los sargentos reclutadores de la revoluci&oacute;n o a sus estrategas... &quot;&iquest;Qu&eacute; es una revoluci&oacute;n?&quot; espetaba Th&eacute;ophile Gautier entre dos caladas de hach&iacute;s. &quot;La gente se pega tiros en la calle; as&iacute; se rompen muchos cristales; s&oacute;lo los vidrieros encuentran provecho en ello. El viento se lleva el humo: los que est&aacute;n encima ponen a los otros debajo; la hierba ser&aacute; m&aacute;s bella la primavera siguiente; un h&eacute;roe hace crecer excelentes guisantes&quot;.&raquo;</p>
  • <p>Muy pocos fil&oacute;sofos son capaces de escribir de forma que atraigan el inter&eacute;s del p&uacute;blico en general, sin renunciar por ello a un pensamiento original y sin concesiones a los intereses creados. Leszek Kolakowski es, sin lugar a dudas, uno de ellos. Desde los males del socialismo real hasta la relevancia de la religi&oacute;n en las sociedades contempor&aacute;neas, Kolakowski se revela como un profundo conocedor tanto de la urdimbre filos&oacute;fica de los totalitarismos como de las m&aacute;s esot&eacute;ricas corrientes del cristianismo, y esta destreza le permite establecer brillantes paralelismos entre ambos, a la vez que denuncia el manique&iacute;smo y las escatolog&iacute;as tanto religiosas como pol&iacute;ticas.</p>
  • <p>A pesar de la incesante autorreflexi&oacute;n de la cr&iacute;tica te&oacute;rica, cabe se&ntilde;alar que se han descuidado, o quiz&aacute;s m&aacute;s bien se han descartado ir&oacute;nicamente, las cuestiones de su propia denominaci&oacute;n. La pregunta sobre las causas de la ausencia del posestructuralismo en Francia que se hace Johannes Angermuller pretende poner fin a esta situaci&oacute;n. Su proyecto consiste en situar, social e hist&oacute;ricamente, las disparidades entre los fen&oacute;menos te&oacute;ricos franceses y angloamericanos: en Francia, el posestructuralismo no existe como t&eacute;rmino unificador, mientras que en el mundo anglosaj&oacute;n se invoca con frecuencia para categorizar a los pensadores franceses. As&iacute; pues, la pregunta fundamental del libro orbita en torno a la siguiente idea, &iquest;qu&eacute; est&aacute; todav&iacute;a en juego en lo que antes se llamaba posestructuralismo o, m&aacute;s en general, en lo que gen&eacute;ricamente era la Teor&iacute;a Francesa? Con ello nos obliga a reflexionar sobre la tensi&oacute;n entre la cr&iacute;tica y su momento de enunciaci&oacute;n, as&iacute; como sobre la brecha temporal que separa el an&aacute;lisis de su objeto, utilizando en especial los conceptos y la metodolog&iacute;a de Pierre Bourdieu como clave de an&aacute;lisis.</p>
  • <p>Ning&uacute;n pensador del siglo XX ha ido tan lejos como Simone Weil en la comprensi&oacute;n de lo que es la desdicha en la condici&oacute;n humana. No es ajeno a la radicalidad de su enfoque el hecho de que se trata de una mujer, y de una mujer desdichada. Pero tampoco el hecho de que haya sido mujer explica sin m&aacute;s el car&aacute;cter, a la vez profundo y conmovedor, de sus consideraciones sobre la desdicha. Simone Weil fue una mujer excepcional, de una sensibilidad para captar las implicaciones de la vida desgraciada de los seres humanos que no tiene parang&oacute;n en la filosof&iacute;a occidental. No hay duda de que esta sensibilidad tiene en ella una dimensi&oacute;n profundamente religiosa y m&iacute;stica. Pero lo admirable, en su caso, es que esta dimensi&oacute;n religiosa de su pensamiento haya ido de la mano con la preocupaci&oacute;n social y el inter&eacute;s por la ciencia y que haya cuajado en una coherencia pr&aacute;ctica que nos deja sin palabras para calificar su conducta.</p>
  • <p><em>Ensayo sobre el pensameinto reaccionario</em> es una recopilaci&oacute;n de textos que poseen un denominador com&uacute;n: todos versan sobre la personalidad de algunos de los escritores que m&aacute;s han interesado al extraordinario pensador rumano.</p> <p>Desde el ultraconservador Joseph de Maistre -el &quot;gran genio de nuestro tiempo, &iexcl;un vidente!&quot;, en opini&oacute;n de Baudelaire-, que le sirve de pretexto para hacer un l&uacute;cido an&aacute;lisis del pensamiento reaccionario, sorprendentemente actual, hasta Leopardi, pasando por el ajuste de cuentas que lleva a cabo con Val&eacute;ry, el denso comentario a la poes&iacute;a de Saint-John Perse, los agridulces comentarios sobre Scott Fittgerald o los espl&eacute;ndidos retratos de Beckett, Borges,Michaux, Gabriel Marcel, Mircea Eliade o Mar&iacute;a Zambrano.</p>
  • <p>En el demo ateniense de Alopece naci&oacute; S&oacute;crates, hijo de un escultor y una comadrona; corr&iacute;a el a&ntilde;o 470 a.C. Sirvi&oacute; militarmente a su ciudad en las batallas de Potidea, Delio y Anf&iacute;polis. Fue reconocido y estimado por sus camaradas de armas como un gran hoplita por la valent&iacute;a demostrada en combate. Reacio a participar en la pol&iacute;tica activa de Atenas, sin embargo, jam&aacute;s desobedeci&oacute; las leyes patrias. Por azar le toc&oacute; ser epist&aacute;tes en el deplorable juicio a los generales atenienses de la Batalla de las Arginusas. A lo largo de su dilatada vida, pues alcanz&oacute; los 71 a&ntilde;os, conoci&oacute; en su juventud el esplendor de la Atenas de Pericles; en su madurez vio y vivi&oacute; las terribles pulsiones por el poder entre los estamentos democr&aacute;ticos y olig&aacute;rquicos de la ciudad, as&iacute; como la rendici&oacute;n absoluta a las fuerzas lacedemonias de la otrora gloriosa Atenas. En su vejez, tras la destrucci&oacute;n de los muros de la ciudad de Atenea y las acciones terribles ejecutadas por ciertos atenienses, que de alguna manera se relacionaban intelectualmente con S&oacute;crates, as&iacute; como por los soterrados odios y recelos acumulados durante a&ntilde;os por ciertos segmentos de la ciudadan&iacute;a m&aacute;s reaccionaria, finalmente, S&oacute;crates fue condenado y ejecutado como un terrible y peligroso criminal para Atenas. &iquest;Cu&aacute;l fue el deleznable delito que el padre de la &eacute;tica, de la filosof&iacute;a pol&iacute;tica y del m&eacute;todo dial&eacute;ctico de indagaci&oacute;n, cometi&oacute;? S&oacute;crates fue el maestro e inspirador de variadas corrientes filos&oacute;ficas y, por ende, maestro de fil&oacute;sofos. No obstante, sobre este fil&oacute;sofo, considerado como uno de los m&aacute;s se&ntilde;alados de la tradici&oacute;n occidental, as&iacute; como universal, se cierne un enigma esencial: el arcano de lo divino, la quisicosa de lo religioso. S&oacute;crates fue considerado p&uacute;blicamente por el or&aacute;culo de Delfos como el hombre m&aacute;s sabio. &iquest;C&oacute;mo se entiende que Atenas, autoproclamada como insigne escuela de la H&eacute;lade, matara a aquel de sus hijos se&ntilde;alado por el dios Apolo como el m&aacute;s sabio de entre los hombres?</p>
  • <p>&laquo;Hablemos del mundo, del cual el hombre ha desaparecido. Se trata de desaparici&oacute;n, y no de agotamiento, extinci&oacute;n o exterminio. El agotamiento de los recursos y la extinci&oacute;n de las especies son procesos f&iacute;sicos o fen&oacute;menos naturales. Y toda la diferencia radica en que es muy probable que la especie humana sea la &uacute;nica en haber inventado un modo espec&iacute;fico de desaparici&oacute;n, que no tiene nada que ver con la ley de la naturaleza. Quiz&aacute;s incluso un arte de la desaparici&oacute;n.&raquo; J.B.</p> <p>&laquo;As&iacute;, podemos concebir la modernidad como la aventura inicial del Occidente europeo, luego como una inmensa farsa que se repite a escala planetaria, en todas las latitudes adonde se exportan los valores occidentales, religiosos, t&eacute;cnicos, econ&oacute;micos y pol&iacute;ticos. Esta &laquo;carnavalizaci&oacute;n&raquo; pasa por los estadios, tambi&eacute;n hist&oacute;ricos, de la evangelizaci&oacute;n, la colonizaci&oacute;n, la descolonizaci&oacute;n y la globalizaci&oacute;n. Lo que m&aacute;s nos cuesta ver es que esta hegemon&iacute;a, esta influencia de un orden mundial cuyos modelos &ndash;no solo t&eacute;cnicos y militares, sino tambi&eacute;n culturales e ideol&oacute;gicos&ndash; parecen irresistibles, viene acompa&ntilde;ada de una reversi&oacute;n extraordinaria a trav&eacute;s de la cual este poder es lentamente minado, devorado, &laquo;canibalizado&raquo; por aquellos mismos a quienes &laquo;carnavaliza&raquo;. J.B.</p> <p>Pr&oacute;logo de Elena Benarroch - Posfacio de Ignacio Castro.</p>
  • <p>&iquest;Es la emancipaci&oacute;n global una causa perdida? &iquest;Son los valores universales antiguos vestigios de una &eacute;poca pret&eacute;rita? &iquest;Debemos someternos a una miserable tercera v&iacute;a, de liberalismo econ&oacute;mico y de gobierno m&iacute;nimo, por miedo a los horrores totalitarios?</p> <p>En esta obra magna, el pol&eacute;mico fil&oacute;sofo Slavoj Zizek se enfrenta a la ideolog&iacute;a predominante a prop&oacute;sito del deber de reapropiaci&oacute;n de varias &laquo;causas perdidas&raquo; y busca la semilla de verdad en la pol&iacute;tica &laquo;totalitaria&raquo; del pasado. No es de extra&ntilde;ar, por consiguiente, que para los partidarios de la doxa &laquo;posmoderna&raquo; liberal la lista de causas perdidas que en ella se defienden sea un t&uacute;nel del terror protagonizado por sus peores pesadillas, un almac&eacute;n de los fantasmas del pasado que han tratado de exorcizar con todas sus fuerzas.</p> <p>Zizek argumenta que, si bien el terror revolucionario se sald&oacute; con el fracaso y con atrocidades de todo tipo, no es &eacute;sta toda la verdad; hay, de hecho, un momento de redenci&oacute;n que cae en el olvido con el categ&oacute;rico rechazo liberal democr&aacute;tico del autoritarismo revolucionario y con la valorizaci&oacute;n de una pol&iacute;tica blanda, consensuada y descentralizada. Reivindica, igualmente, el deber de reinventar el terror revolucionario y la dictadura del proletariado en la lucha en pro de la emancipaci&oacute;n universal. Necesitamos aceptar con coraje el retorno de esta causa, exponi&eacute;ndonos incluso al desastre m&aacute;s catastr&oacute;fico. En palabras de Samuel Beckett: &laquo;Int&eacute;ntalo de nuevo. Fracasa otra vez. Fracasa mejor&raquo;.</p> <p>&nbsp;</p> <p>&laquo;Adictivamente ecl&eacute;ctica... Zizek se las ingenia para dejar al lector, como de costumbre, tan entusiasmado como desorientado, abandonado en medio de un p&aacute;ramo sembrado de los escombros de los &iacute;dolos ca&iacute;dos.&raquo;</p> <p>Steven Poole, The Guardian</p> <p>&nbsp;</p> <p>&laquo;Un tesoro de perspicacia pol&iacute;tica y filos&oacute;fica [...] Atroz, provocadora y muy divertida.&raquo;</p> <p>Terry Eagleton</p> <p>&nbsp;</p>
  • <p>La fil&oacute;sofa Patricia Manrique ha logrado en poco m&aacute;s de 200 p&aacute;ginas algo que parec&iacute;a imposible: llevarnos en un profundo viaje filos&oacute;fico, hacer temblar algunos de nuestros espacios de confort militante y estimular una visi&oacute;n pol&iacute;tica, pol&eacute;tica y pol&iacute;rica que haga de la utop&iacute;a algo tan cercano como nuestra escalera de vecinas.</p> <p>Las ideas que pone en juego Patricia Manrique provienen del pensamiento radical occidental, de los feminismos del sur o incluso de algunos de los n&uacute;cleos de resistencia originarios para devolvernos, al final del viaje, a nuestras comunidades de vida cotidianas. Este libro es un profundo cuestionamiento a la racionalidad neoliberal, &ldquo;un canto al placer en la defensa de la vida, a la dicha que proporciona vivirla sabiendo que no estamos solas y a una felicidad que procura una nueva riqueza que nada tiene que ver con el capital y que, poco a poco, estamos inventado en com&uacute;n&rdquo;.</p>
  • <p>Des de Plat&oacute; fins a l&rsquo;&egrave;poca contempor&agrave;nia, aquest manual b&agrave;sic i did&agrave;ctic &eacute;s una eina imprescindible per a introduir-nos en la hist&ograve;ria de la filosofia des d&rsquo;un punt de vista cr&iacute;tic, materialista i transformador. Les seves p&agrave;gines reuneixen les lli&ccedil;ons de Georges Politzer, curtes i entenedores, que van recollir els seus alumnes quan era professor de la Universitat Obrera de Par&iacute;s, un projecte educatiu que pretenia explicar als treballadors els conceptes necessaris per a comprendre la societat. Georges Politzer va ser torturat i afusellat durant l&rsquo;ocupaci&oacute; nazi de Fran&ccedil;a, per&ograve; el seu llegat perdura en aquesta obra fonamental que ha influ&iuml;t generacions senceres d&rsquo;arreu del m&oacute;n durant d&egrave;cades.</p> <p>Quan commemorem el vuitant&egrave; aniversari de l&rsquo;entrada de les tropes nazis a Par&iacute;s, i en plena efervesc&egrave;ncia de la nova extrema dreta a tot Europa, presentem aquesta primera edici&oacute; en catal&agrave; tradu&iuml;da per Joan Palomares, vocalista del grup Prozak Soup i professor de Sociologia de la Universitat Jaume I i de la Universitat de Val&egrave;ncia. Un llibre imprescindible per a entendre les bases del m&oacute;n actual, escrit per una de les ments m&eacute;s l&uacute;cides del per&iacute;ode d&rsquo;entreguerres del segle XX i que arriba als nostres dies amb una vig&egrave;ncia formidable.</p>
  • <p>Vivimos tiempos de incertidumbre, en los que la eclosi&oacute;n de las corrientes posmodernas que cuestionan la racionalidad y toda una tradici&oacute;n que nos antecede parecen disolver la conciencia hist&oacute;rica conduci&eacute;ndonos irremediablemente a una crisis de lo pol&iacute;tico. Ello supone caer en un relativismo extremo y en el escepticismo que llevan a los intelectuales a desconfiar de la mejor herencia ilustrada y de los frutos de la raz&oacute;n, a impugnar el car&aacute;cter cient&iacute;fico de las Ciencias Sociales y las Humanidades, a convertir la Historia en mero relato literario, incapaz de producir conocimiento veraz y objetivo.</p> <p>Francisco Erice analiza en estas p&aacute;ginas tales excesos. En defensa de la raz&oacute;n desvela qu&eacute; late bajo estas corrientes posmodernas y qu&eacute; consecuencias pol&iacute;ticas, sociales e intelectuales conlleva pensar desde ellas, rastrea c&oacute;mo han subyugado la producci&oacute;n hist&oacute;rica y nos invita a proseguir el proyecto emancipador de una genuina raz&oacute;n capaz de combatir la incertidumbre.</p>
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