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<p>Rusia, octubre de 1917. Los bolcheviques toman el poder. Rusia y el mundo nunca volverán a ser los mismos. Cinco meses después del triunfo de la revolución, los nuevos gobernantes nombraron a algunos artistas como Kazimir Malévich, Vasili Kandinski, Vladímir Tatlin o Marc Chagall para ocupar importantes puestos en el recién creado Comisariado del Pueblo para la Instrucción Pública.</p> <p>Estos «vanguardistas» pretendían transformar calles y plazas, la educación y, en última instancia, a las propias personas: hicieron museos de arte moderno por todo el país, enviaron sus obras radicales hasta las regiones más remotas y reformaron con rigor las academias de arte, desarrollando nuevos sistemas pedagógicos que influirían en la Bauhaus y otras grandes instituciones artísticas. Sin embargo, su intento de llevar «el arte a la vida» no acababa de cuadrar con la interpretación bolchevique de una cultura revolucionaria, lo que hizo que no tardase mucho en resquebrajarse la confianza entre ambos. A consecuencia de ello, algunos emigraron, mientras que otros trataron de adaptarse a las demandas del nuevo sistema y de conservar un pequeño reducto de libertad artística. En última instancia, todos fueron marginados y ya nada volvió a ser igual.</p> <p><em>Los vanguardistas</em> es la primera obra que aborda la asombrosa historia de la vanguardia rusa en su conjunto. De la mano de un número sin precedentes de cartas, diarios y recuerdos, muchos de ellos inéditos, procedentes de archivos y bibliotecas rusas de difícil acceso, el autor lleva a cabo un vibrante y conmovedor retrato de estos excepcionales artistas –de Malevich a Tatlin, de Kandinski a Chagall– y de una época irrepetible.</p>
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<p>La vida de D-503 es algo ideal, racional y preciso. Bajo el dominio del omnipresente Estado Único se ha alcanzado la perfección. La sociedad, para conquistarla, debía renunciar a cualquier atisbo de la naturaleza en favor de la tecnología y el control de los humanos, que han dejado de ser individuos para ser números. La felicidad de D-503 es una obligación ineludible.</p> <p>Así transcurren los días para D-503 hasta que una pequeña nube empaña su tranquilidad: una mujer, I-330, le muestra un mundo completamente desconocido para él, un mundo de enfermedad y pasiones, un mundo prohibido y desterrado hace mucho tiempo. Sin saberlo, D-503 ha dado los primeros pasos hacia la rebelión.</p> <p>Mucho antes de que lo hicieran Huxley y Orwell, el ruso Evgueni I. Zamiatin logra componer en 1920 esta sorprendente narración, que marca el inicio, en toda regla, de la novela distópica. <em>Nosotros</em>, considerada una de las obras maestras de la ciencia ficción, hoy nos advierte más que nunca de que jamás estaremos a salvo de la amenaza de los totalitarismos. La presente edición conmemorativa cuenta con las lúcidas e hipnóticas ilustraciones del artista mexicano Tavo Montañez.</p>
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<p>Estío es una antología de relatos que pueden enmarcarse en la ficción climática o clifi. Van desde futuros no tan improbables en la Península hasta universos (casi) irreconocibles. Los cuentos de Estío no son optimistas, pero tampoco se abandonan a la espera del apocalipsis. En él se dibuja un Levante arrasado por un misterioso accidente, las formas de autogestión surgidas tras un nuevo diluvio o una España transformada por las nuevas políticas ecofascistas. Pero también una historia inscrita en la más pura ciencia ficción cuyas heroínas deberán decidir entre el servicio a la comunidad y su propia supervivencia; e incluso un neowestern marcado por los conflictos migratorios. Estos relatos nos hacen imaginar lo inimaginable, y haciéndolo también nos despiertan: el fin del mundo no es un escenario aceptable, aún tenemos tiempo.</p>
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<p>El huracán se acerca. Los diques de los Archivadores, ya por debajo del nivel del mar, no aguantarán mucho más. Hajira tiene 17 años, un pasado enturbiado, como el de tantos otros, por la Inundación, y una pistola. El huracán se acerca y ella, como todos sus vecinos, va a tener que elegir.</p> <p>El universo dibujado por Francisco Serrano en esta novela corta de ficción climática parece lejos del confortable presente occidental, pero algunos destellos (Benidorm bajo el mar, barcos de refugiados hundidos) nos recuerdan que el futuro está cerca. Hajira es un aviso a navegantes, pero también una invitación a la resistencia.</p>