género

  • Lanzando la pregunta incómoda sobre si reformar, transformar o abolir la masculinidad, Azpiazu rompe con la complacencia de las nuevas masculinidades.
  • En Urbanismo feminista se concretan y detallan diferentes aspectos relativos a esa ciudad que pone la vida en el centro, desde la clara conciencia de que solamente los procesos impulsados desde abajo, y a partir de la complejidad comunitaria, edificarán una realidad urbana radicalmente distinta a la que conocemos.
  • Desde su publicación en 2018 este libro ha supuesto una auténtica revolución en la comprensión del terror sexual y las narrativas asociadas a la violación como un mecanismo social de disciplinamiento de los cuerpos de las mujeres.
  • Las niñas salvajes es una magnífica novela corta de Ursula K. Le Guin, la historia de dos jóvenes nómadas que son raptadas y esclavizadas en una sociedad de espada y seda.
  • <p>El objeto de este libro es claro: la sociedad capitalista. Se trata de comprender qu&eacute; es y c&oacute;mo funciona; sus irracionalidades, coerciones e injusticias end&oacute;genas; sus tendencias inherentes a la crisis y sus l&iacute;neas de conflicto; sus potenciales inmanentes para la transformaci&oacute;n. Partiendo libre y ecl&eacute;cticamente de &laquo;los dos Karls&raquo; (Marx y Polanyi), as&iacute; como de las teor&iacute;as feministas y ecologistas y de las teor&iacute;as cr&iacute;ticas de la raza, este libro propone una visi&oacute;n ampliada de la sociedad capitalista. Esta visi&oacute;n abarca no solo la econom&iacute;a visible, &laquo;productiva&raquo;, sino tambi&eacute;n los &laquo;talleres ocultos&raquo;, las condiciones de posibilidad subyacentes de esta &uacute;ltima, en concreto: los procesos de reproducci&oacute;n social asim&eacute;tricos en cuanto al g&eacute;nero, la din&aacute;mica racializada de la expropiaci&oacute;n, las formas de dominio pol&iacute;tico estructuradas por las diferencias de clase, as&iacute; como la depredaci&oacute;n sistem&aacute;tica de los ecosistemas. Todo ello es parte integrante esencial de lo que es, en realidad, una sociedad capitalista.</p> <p>Una visi&oacute;n ampliada del capitalismo implica tambi&eacute;n una visi&oacute;n ampliada del socialismo. Desde esta perspectiva, el socialismo debe superar no solo la explotaci&oacute;n del trabajo asalariado por parte del capital, sino tambi&eacute;n sus m&uacute;ltiples formas alternativas de explotaci&oacute;n parasitaria: el trabajo de cuidados no remunerado, los bienes p&uacute;blicos y la riqueza expropiada a los sujetos racializados y a la naturaleza no humana. El socialismo debe ser, pues, feminista, antirracista y antiimperialista, ecosostenible y democr&aacute;tico.</p>
  • <p>&iquest;Una nace mujer o se hace mujer? &iquest;Pueden los hombres ser feministas? &iquest;Todav&iacute;a necesitamos el feminismo en el siglo xxi? Este libro responde estas y otras muchas preguntas explorando la lucha por la igualdad a lo largo de los &uacute;ltimos siglos.</p> <p>Con un lenguaje claro, concisas explicaciones que desbrozan la jerga acad&eacute;mica, esquemas que simplifican complejas teor&iacute;as e ingeniosas ilustraciones, El libro del feminismo examina las revolucionarias ideas y las audaces iniciativas que han configurado este fascinante y diverso movimiento.</p> <p>Tanto si has sido feminista durante toda tu vida como si acabas de interesarte por este movimiento, en este libro hallar&aacute;s una verdadera fuente de inspiraci&oacute;n.</p>
  • <p>Este libro recoge el di&aacute;logo mantenido entre Donna Haraway y Marta Segarra con el que se clausur&oacute; el ciclo de debates de pensamiento del CCCB del 2018, &laquo;Despu&eacute;s del fin del mundo&raquo;. El di&aacute;logo busca profundizar algunas de las ideas expuestas por Haraway en su libro Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno, entre ellas: c&oacute;mo los feminismos han contribuido a pensar de forma diferente, no solo sobre las mujeres y el g&eacute;nero, sino tambi&eacute;n sobre el planeta, y qu&eacute; papel tienen las mujeres a la hora de hacer el planeta m&aacute;s habitable; la necesidad de velar por un mundo m&aacute;s integral y menos binario; y de aprender tanto a habitar el mundo, como a configurar mundos. Asimismo, invita a ampliar las estructuras de parentesco a &laquo;parentescos raros&raquo;, velando por relaciones de solidaridad y lazos que contemplan la respons-habilidad de los unos con los otros, y neg&aacute;ndose a pensar que esto es algo exclusivamente humano.</p>
  • <p>Este libro ofrece un conjunto de reflexiones que el campo de la salud debe absorber para incidir con conductas que promuevan la autonom&iacute;a y la dignidad. Resulta consternadora la r&eacute;mora de las viejas concepciones acerca de los procesos de salud-enfermedad, la ceguera cognitiva respecto de la generizaci&oacute;n inexorable de tales fen&oacute;menos y, muy especialmente, la recusa de percepci&oacute;n contextual para hacer inteligible el lenguaje del cuerpo que enuncia sus significados contrariando a los presupuestos naturales. A menudo he sostenido una advertencia, y me parece m&aacute;s que adecuado dar la bienvenida a este libro volviendo a ella: para quienes creen a pie juntillas que hay una lectura transparente de los fen&oacute;menos de la naturaleza, es bueno que sepan que la naturaleza no sabe que se llama naturaleza. Su lenguaje es el que hemos inventado, una arbitraria operaci&oacute;n mediadora con la que damos por sentado principios y leyes. Conviene abdicar de su prepotencia, y hacer de la salud un estatuto libertario, tal como emerge como acicate de las p&aacute;ginas de este texto.</p> <p>Art&iacute;culos de Dora Barrancos, Sabrina Bala&ntilde;a, Agostina Finielli, Carla Giuliano, Andrea Paz, Carlos Ram&iacute;rez, Marta Dillon, Moira P&eacute;rez, Laura Contrera, D&eacute;bora Tajer, Luciano Fabbri, Blas Radi, Karina Felitti, Valeria Salech, Violeta Osorio, Julieta Saulo y Ruth Zurbriggen.</p>
  • <p>Este libro, procedente de una de las voces m&aacute;s destacadas y reconocidas del activismo trans y del feminismo estadounidense, Julia Serano, contribuye a paliar la ausencia y la desatenci&oacute;n de las mujeres trans en el movimiento feminista. Desde una perspectiva transfemenina, la autora analiza cuestiones como el sexo, el g&eacute;nero y la identidad, el sexismo, el travestismo o el &ldquo;privilegio masculino&ldquo;, as&iacute; como la transfobia y la transmisoginia, entre otros tantas otras. Ofrece una descripci&oacute;n comprensiva e imprescindible sobre lo que significa ser una mujer trans dentro de una sociedad patriarcal, y sobre qu&eacute; es una vida trans como tal. Whipping Girl es un texto necesario, una referencia ineludible que nace en el activismo trans estadounidense y que atraviesa todo el pensamiento feminista. Este libro muestra que sin el reconocimiento de la comunidad trans, a veces olvidado en el movimiento feminista y siempre en el sistema cisheteronormativo y patriarcal, no habr&aacute; justicia.</p>
  • <p>En <em>No al futuro</em>, Edelman insta a las personas queer a abandonar las posiciones c&oacute;modas o integradas, y a asumir la fuerza de una negatividad que &eacute;l vincula con la iron&iacute;a, el goce y, en &uacute;ltima instancia, con la pulsi&oacute;n de muerte.</p> <p>Traducido por Javier S&aacute;ez y Adriana Baschuk Para ilustrar su tesis, Edelman analiza algunos textos cl&aacute;sicos de la literatura, y especialmente dos famosas pel&iacute;culas de Alfred Hitchcock: &quot;Con la muerte en los talones&quot;, donde el s&aacute;dico Leonard pisa la mano que sostiene a la pareja (hetero) que est&aacute; colgando al borde del abismo, y &quot;Los p&aacute;jaros&quot;, con su terror desconcertante y su predilecci&oacute;n por los ni&ntilde;os.&nbsp;</p> <p>Edelman ampl&iacute;a el alcance de la teor&iacute;a psicoanal&iacute;tica contempor&aacute;nea no solo a obras de la literatura y el cine, sino tambi&eacute;n a debates pol&iacute;ticos actuales, como el matrimonio igualitario, la paternidad/maternidad de las personas LGBT y la homofobia de los grupos religiosos integristas.</p>
  • <p>&laquo;&iquest;De qu&eacute; est&aacute;n hechos nuestros cuerpos? &iquest;C&oacute;mo est&aacute;n constituidos? &iquest;Qu&eacute; decir sobre la materia sexual de los mismos? &iquest;Es posible incluir la bio-tecnolog&iacute;a dentro del repertorio de efectos performativos del g&eacute;nero? son algunas de las preguntas-problemas con las que Mart&iacute;n De Mauro introduce el cuerpo en escena, en un contexto singular dominado por la renegociaci&oacute;n de las normativa sexual y gen&eacute;rica. Si en cierto sentido el cuerpo &mdash;expulsado de la historia, contenido como naturaleza&mdash; constituy&oacute; el callej&oacute;n sin salida para la teor&iacute;a feminista, tanto en su versi&oacute;n de la diferencia como el constructivismo social del g&eacute;nero, la muy diseminada recepci&oacute;n de Judith Butler y de Paul B. Preciado torna necesario interceptar la funci&oacute;n narrativa del mismo en sus producciones te&oacute;ricas.&nbsp;</p> <p>Este trabajo introduce, a lo largo de sus p&aacute;ginas, a quienes resisten en los campos de fuerza sexo-gen&eacute;ricos, incluso en t&eacute;rminos de una econom&iacute;a discursiva, tal es el caso de las personas trans e intersex, a menudo tel&oacute;n de fondo de la teor&iacute;a, reducidxs a la l&oacute;gica de la prueba, objeto de la mirada, garantes de la revoluci&oacute;n o contenidxs como apoteosis antinormativa. Entre apertura y cierre del tel&oacute;n asistimos al desplazamiento del cuerpo &mdash;hist&oacute;rico ata&uacute;d sem&aacute;ntico para las categor&iacute;a acabadas&mdash; por el de las t&eacute;cnicas de producci&oacute;n corporal, los efectos perfomativos y la puesta en &oacute;rbita del subtexto cis en ambas cajas de herramientas.</p> <p>La recitaci&oacute;n no-original del g&eacute;nero / el r&eacute;gimen farmacopornogr&aacute;fico / la incorporaci&oacute;n prost&eacute;tica y la matriz heterosexual son algunos de los t&eacute;rminos que parecen derrumbarse unos dentro de otros a lo largo de Cuerpos en escena. Butler y Preciado son compa&ntilde;erxs de cama en este original ensayo interesado por la producci&oacute;n corporal, su siempre inestable articulaci&oacute;n, en un esfuerzo por abrir imaginarios pol&iacute;ticos as&iacute; como atender las modalidades de reontologizaci&oacute;n posesencialista y cancelaci&oacute;n de la voz que dominan buena parte de las teor&iacute;as contempor&aacute;neas organizadas en torno al g&eacute;nero y la sexualidad.&raquo; Emmanuel Theumer</p>
  • <p>C&oacute;mo una ni&ntilde;a sobrevive al infierno, s&oacute;lo ella lo sabe. En este libro se cuenta la historia de una mujer que padeci&oacute; una infancia llena de violencia en El Salvador, lejos de su madre. Seguir viviendo es tanto la narraci&oacute;n de una vida que podr&iacute;a haberse truncado en la primera infancia, como la historia de superaci&oacute;n de una persona que ha logrado sobreponerse a tanto dolor gracias a la poes&iacute;a, a la resiliencia, a la fortaleza personal y a sus estudios. V&iacute;ctima de un ped&oacute;filo durante trece a&ntilde;os, Sandra Pulido ha decidido romper el silencio para poder seguir viviendo y denunciar esta lacra que afecta a tantas criaturas. La pedofilia es uno de los grandes tab&uacute;es de nuestra sociedad, aunque el n&uacute;mero de casos sea apabullante. Girar la cara ante esta nefanda realidad no s&oacute;lo es una forma de propiciar que se sigan perpetuando esos cr&iacute;menes, sino tambi&eacute;n una forma de dejar muy solas con su verdad a las v&iacute;ctimas m&aacute;s vulnerables de nuestra sociedad: ni&ntilde;as y ni&ntilde;os que han tenido la mala fortuna de coincidir en sus hogares con los peores depredadores, quienes adem&aacute;s siguen recibiendo la connivencia del resto de sus familiares en muchos casos.</p> <p>Una ma&ntilde;ana de oto&ntilde;o lleg&oacute; a mi despacho de la universidad una nueva estudiante de maestr&iacute;a: Sandra Pulido. Yo todav&iacute;a no pod&iacute;a saberlo, pero ella acabar&iacute;a convirti&eacute;ndose en la protagonista de este libro. Durante meses, Sandra me cont&oacute; retazos de una infancia y una adolescencia llenas de abusos. Tiempo despu&eacute;s me trajo sus diarios, sus poes&iacute;as, sus fotos, y me pidi&oacute; que yo escribiera este libro. &ldquo;Si mi historia puede ayudar a una sola persona a superar el dolor y a salir adelante, habr&aacute; valido la pena&rdquo;, me dijo. Mientras yo escrib&iacute;a, ella iba leyendo cada cap&iacute;tulo, as&iacute; que este libro es el resultado de una conversaci&oacute;n con ella, de una reflexi&oacute;n compartida, de un deseo de mostrar que es posible seguir viviendo a pesar de todo. Tambi&eacute;n es un libro escrito desde mi propio desconcierto, mi rabia contra el criminal y mi admiraci&oacute;n por aquella ni&ntilde;a que sobrevivi&oacute; al infierno. A la historia as&iacute; narrada la acompa&ntilde;an las poes&iacute;as de la protagonista, que funcionan como testimonio l&iacute;rico desde la intimidad. Poder hablar sobre un pasado tortuoso y ser escuchada tambi&eacute;n es una forma de restituci&oacute;n, aunque no se haga siempre justicia. Ni una m&aacute;s. Ni una menos.</p>
  • Feminismos

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    <p>&laquo;Ser feminista es la &uacute;nica opci&oacute;n decente en nuestro mundo. En un contexto en el que el g&eacute;nero determina una desigualdad estructural, la neutralidad no es una opci&oacute;n realista: o se est&aacute; contra el patriarcado o se contribuye m&aacute;s o menos activamente a perpetuarlo. Y aunque hay muchas formas de interpretar esta afirmaci&oacute;n, cualquiera que se defina como feminista estar&aacute; de acuerdo en algo: en un mundo feminista tus genitales no determinar&iacute;an tu destino.&raquo;</p> <p>La presente obra es el resultado de la colaboraci&oacute;n de mujeres que han volcado su vida y su dedicaci&oacute;n profesional al estudio, la comprensi&oacute;n y la divulgaci&oacute;n del feminismo. Es un grano de arena m&aacute;s que se suma al esfuerzo de millones de mujeres, sobre todo, y de hombres por visibilizar uno de los mayores problemas y retos con los que se ha enfrentado la sociedad desde los or&iacute;genes hasta nuestros d&iacute;as: la desigualdad por raz&oacute;n de g&eacute;nero.</p>
  • <p>La hist&oacute;rica revista mujeres Libres se imprimi&oacute; por primera vez en mayo de 1936. Editada por mujeres del poderoso movimiento libertario, la revista buscaba a trav&eacute;s de la formaci&oacute;n, la reflexi&oacute;n y la denuncia, dotar a las mujeres de una voz espec&iacute;fica en la lucha global por la igualdad y la libertad de los seres humanos.</p> <p>&nbsp;</p> <p>&ldquo;El primer objetivo de la lucha de la mujer consiste en hacer comprender al hombre y en primer lugar a sus padres, hermanos y parientes, qye sin la libertad de las mujeres no vale nada la de los hombres&rdquo; o &ldquo;Estamos ciertas que miles de mujeres reconocer&aacute;n aqu&iacute; su propia voz, y pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud que se agita desorientada en f&aacute;bricas, campos y universidades, buscando afanosamente la manera de encauzar en f&oacute;rmulas de acci&oacute;n sus inquietudes&rdquo;. Son dos de las declaraciones de intenciones que las editoras incluyeron en este primer n&uacute;mero.</p> <p>La revista pronto se convirti&oacute; en el &oacute;rgano de expresi&oacute;n de Mujeres Libres, una organizaci&oacute;n que lleg&oacute; a contar con 28.000 mujeres afiliadas, 147 agrupaciones locales conocidas y una gran actividad cultural, pedag&oacute;gica y revolucionaria.</p> <p>--</p> <p>Dentro de la labor de difusi&oacute;n de la cultura libertaria, la Fundaci&oacute;n Anselmo Lorenzo ha decidido reimprimir la primera &eacute;poca (1936-39) de esta revista anarcofeminista, sepultada en la doble fosa del fascismo y del patriarcado. Desenterrar la historia escrita por nuestras compa&ntilde;eras, precursoras de un mundo nuevo, y que su lucha sirva de experiencia, aprendizaje e inspiraci&oacute;n al movimiento feminista actual. Porque fueron somos. Porque somos, ser&aacute;n.</p>
  • Putas e insumisas no solo cuestiona este escenario de opresión, sino que reivindica la autonomía y la capacidad de autodefensa individual y colectiva, desmitificando la relación social e imaginaria que dibuja a las mujeres como seres pasivos. Las mujeres recibimos... pero también repartimos.
  • <p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma m&aacute;s igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia dom&eacute;stica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco m&aacute;s libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quer&iacute;a mucho m&aacute;s que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quer&iacute;a superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de ra&iacute;z. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihom&oacute;fobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto da&ntilde;o hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
  • <p>La Escuela de Fr&aacute;ncfort, la reflexi&oacute;n feminista, Gilles Deleuze y F&eacute;lix Guattari, adem&aacute;s de Michel Foucault: hace mucho tiempo que la filosof&iacute;a comprende cu&aacute;nto es pol&iacute;ticamente significativo el sexo y cu&aacute;nto la modernidad occidental, en cambio, ha tratado de ocultar las diferencias sexuales bajo el principio de igualdad de todos los individuos frente a la ley. Habiendo surgido del doble trauma de la ca&iacute;da del muro de Berl&iacute;n y de la crisis del SIDA, las teor&iacute;as tratan de explicar en qu&eacute; medida la mera existencia de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transg&eacute;nero, intersexuales y asexuales representa un reto al liberalismo. Sin embargo, en el vigoroso florecimiento que el queer ha tenido en Italia durante los &uacute;ltimos a&ntilde;os, lo que ha prevalecido ha sido una versi&oacute;n progresista y tranquilizadora de estas tem&aacute;ticas, derivadas especialmente del pensamiento de Michel Foucault y de Judith Butler y del di&aacute;logo entre el lesbofeminismo europeo y los estudios de g&eacute;nero estadounidenses. Queda todav&iacute;a en la sombra la corriente antisocial de las teor&iacute;as queer, desarrollada sobre todo por pensadores gais como Leo Bersani y Lee Edelman, quienes, m&aacute;s que hacer de lo &laquo;sexual&raquo; una instancia de emancipaci&oacute;n pol&iacute;tica, insisten acerca de las perturbadoras relaciones que estos entretejen con la pulsi&oacute;n de muerte, auguran la supresi&oacute;n del sujeto pol&iacute;tico en el gozo y son partidarios del fin de la civilizaci&oacute;n.</p> <p>Con el intento de colmar una laguna, este libro discute cr&iacute;ticamente el declive &laquo;apocal&iacute;ptico&raquo; del queer, halla las premisas en la contestaci&oacute;n de los a&ntilde;os setenta (Guy Hocquenghem, Mario Mieli) y pone de relieve la radicalidad sobre el paisaje de fondo de la filosof&iacute;a pol&iacute;tica cl&aacute;sica de la modernidad (Thomas Hobbes, Immanuel Kant). Para suministrar una puesta en escena figurada del ataque que las existencias sexuales fuera de la norma representan para el imaginario pol&iacute;tico contempor&aacute;neo, el autor llama a la causa a los zombis gais del cine de Bruce LaBruce: &laquo;Cuando ya no quede sitio en el infierno, los muertos caminaremos por la tierra&hellip;&raquo;.</p>
  • Sin stock
    En Mujeres, raza y clase, Angela Davis desvela las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas
  • <p><em>La Madeja</em> vuelve un a&ntilde;o despu&eacute;s con algunos cambios. El m&aacute;s importante, quiz&aacute;s, es que abandonamos las secciones para hacer n&uacute;meros monogr&aacute;ficos. Hemos elegido como punto de encuentro, para empezar, el tema del cuerpo.</p> <p>El cuerpo, as&iacute;, sin m&aacute;s indicaciones, el cuerpo como significante abierto, dispuesto a llenarse de diferentes significados. &Eacute;sa ha sido nuestra intenci&oacute;n al invitar a algunas personas que, desde distintos posicionamientos te&oacute;ricos y sobre todo vitales, trabajan sobre/desde/en/a trav&eacute;s del cuerpo. As&iacute;, en este nuevo n&uacute;mero podemos encontrar un buen muestrario de cuerpos: cuerpos, presencia y voz que buscan hacer un hueco a las palabras, cuerpos de mujeres que envejecen, cuerpos atravesados por un sistema que los niega y los objetiviza, cuerpos de mujeres que buscan hacerse grandes a trav&eacute;s del placer, cuerpos que son nombrados fuera de la l&oacute;gica de la supuesta normalidad, cuerpos de mujeres fotografiados en las c&aacute;rceles de Argentina, cuerpos masculinos que reflexionan sobre su cuerpo, sobre el lenguaje que lo narra, cuerpos que habitan las guerras, cuerpos que dialogan con la palabra po&eacute;tica, cuerpos de otros continentes, cuerpos que bailan, cuerpos que resisten, cuerpos que se encuentran frente a los espejos, cuerpos herejes, cuerpos que se adornan, cuerpos doloridos, cuerpos que dan a luz, cuerpos que dan luz&hellip; Cuerpos.</p>
  • <p>Gays y lesbianas han logrado cotas de igualdad hasta hace poco inimaginables. Ha llegado el momento de preguntarse cu&aacute;les han sido los peajes que se han pagado para llegar a ella y a qui&eacute;n se ha dejado por el camino. El autor concluye que el precio a pagar por la integraci&oacute;n ha sido presentarse como fieles seguidores del g&eacute;nero normativo, convencer de que se trata de grupos espec&iacute;ficos cuyas demandas no cuestionan el orden social y apelar a la falta de agencia, argumentando que no han podido hacer nada para remediar su homosexualidad.</p> <p>Por el camino se ha tratado de esconder a los gays afeminados y a lesbianas &lsquo;demasiado&rsquo; masculinas, y se ha dejado atr&aacute;s a las personas trans, considerando que daban mala imagen al colectivo. De hecho, se puede sostener que lesbianas y gays han conseguido el reconocimiento social a costa del colectivo trans, que contin&uacute;a patologizado y estigmatizado.</p> <p>El libro se basa en el an&aacute;lisis de los discursos en torno a la homosexualidad y la transexualidad de la religi&oacute;n, la ciencia, la pol&iacute;tica, el activismo LGTB y de personas lesbianas, gays y trans. Estos discursos se van entretejiendo, formando un panorama complejo, lleno de ambivalencias y paradojas en el marco del cual trans, gays y lesbianas tratan de buscar sentido a sus vidas y encontrar una voz propia.</p> <p>&laquo;Se trata de un excelente ejemplo de proyecto de investigaci&oacute;n en el que hay una continua y s&oacute;lida interacci&oacute;n entre la exploraci&oacute;n te&oacute;rica y la investigaci&oacute;n aplicada, de forma que una enriquece y refuerza la otra. El resultado es un libro genuino y que supone una contribuci&oacute;n significativa al conocimiento sobre los significados y la situaci&oacute;n de la diferencia sexual en el mundo contempor&aacute;neo.&raquo;</p> <p>Jeffrey Weeks, El malestar de la sexualidad</p>
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