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<p>Gays y lesbianas han logrado cotas de igualdad hasta hace poco inimaginables. Ha llegado el momento de preguntarse cuáles han sido los peajes que se han pagado para llegar a ella y a quién se ha dejado por el camino. El autor concluye que el precio a pagar por la integración ha sido presentarse como fieles seguidores del género normativo, convencer de que se trata de grupos específicos cuyas demandas no cuestionan el orden social y apelar a la falta de agencia, argumentando que no han podido hacer nada para remediar su homosexualidad.</p> <p>Por el camino se ha tratado de esconder a los gays afeminados y a lesbianas ‘demasiado’ masculinas, y se ha dejado atrás a las personas trans, considerando que daban mala imagen al colectivo. De hecho, se puede sostener que lesbianas y gays han conseguido el reconocimiento social a costa del colectivo trans, que continúa patologizado y estigmatizado.</p> <p>El libro se basa en el análisis de los discursos en torno a la homosexualidad y la transexualidad de la religión, la ciencia, la política, el activismo LGTB y de personas lesbianas, gays y trans. Estos discursos se van entretejiendo, formando un panorama complejo, lleno de ambivalencias y paradojas en el marco del cual trans, gays y lesbianas tratan de buscar sentido a sus vidas y encontrar una voz propia.</p> <p>«Se trata de un excelente ejemplo de proyecto de investigación en el que hay una continua y sólida interacción entre la exploración teórica y la investigación aplicada, de forma que una enriquece y refuerza la otra. El resultado es un libro genuino y que supone una contribución significativa al conocimiento sobre los significados y la situación de la diferencia sexual en el mundo contemporáneo.»</p> <p>Jeffrey Weeks, El malestar de la sexualidad</p>
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Sin stock<p>Los debates en torno a la masculinidad y la creación de ­grupos de hombres, han carecido hasta ahora de una revisión crítica sobre su verdadero alcance transformador. En ­Masculinidades y feminismo, se cuestiona la noción, a priori positiva, de nuevas masculinidades. </p> <p>Por lo general, estas se componen de adultos heterosexuales, de clase media blanca y con núcleos familiares heteronormativos que, a menudo, excluye a las masculinidades homosexuales, afeminadas, trans*, menores o adolescentes, migrantes, personas mayores o mujeres masculinas. <br /> <br /> En la práctica, nos encontramos ante grupos autoreferenciales que enfatizan cada vez más la propia identidad masculina, en lugar de ahondar en las relaciones de poder o el diálogo con el feminismo. Esto muestra cómo el hombre sigue viéndose y mirándose como principio y fin, superhéroe en el campo de la lucha por la igualdad. Asimismo, la ficción entre nueva y vieja masculinidad, sustituye a la comprensión del desarrollo histórico de la dominación patriarcal por una difusa división generacional. <br /> <br /> La supuesta e insuficiente asunción de roles en campos como la paternidad o las tareas domésticas, oculta la profunda desigualdad de género existente en lo social, y el hecho de que los hombres seguimos monopolizando los espacios de socialización, sin renunciar a nuestros privilegios en el trabajo, los movimientos sociales, etc. <br /> <br /> La pregunta es si se puede acabar con la desigualdad sin acabar también con la masculinidad y, por lo tanto, si esta debe reformarse, transformarse o abolirse. </p>
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<p>El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos capítulos, Angela Y. Davis ofrece un análisis riguroso y esclarecedor que no sólo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composición de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos políticos actuales.</p>
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<p>En <em>No al futuro</em>, Edelman insta a las personas queer a abandonar las posiciones cómodas o integradas, y a asumir la fuerza de una negatividad que él vincula con la ironía, el goce y, en última instancia, con la pulsión de muerte.</p> <p>Traducido por Javier Sáez y Adriana Baschuk Para ilustrar su tesis, Edelman analiza algunos textos clásicos de la literatura, y especialmente dos famosas películas de Alfred Hitchcock: "Con la muerte en los talones", donde el sádico Leonard pisa la mano que sostiene a la pareja (hetero) que está colgando al borde del abismo, y "Los pájaros", con su terror desconcertante y su predilección por los niños. </p> <p>Edelman amplía el alcance de la teoría psicoanalítica contemporánea no solo a obras de la literatura y el cine, sino también a debates políticos actuales, como el matrimonio igualitario, la paternidad/maternidad de las personas LGBT y la homofobia de los grupos religiosos integristas.</p>
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<p>La victimización de las mujeres es inseparable del rol histórico que se les ha atribuido en relación con la violencia. Reducir su papel al de cuidadoras u objetos de protección por parte de los hombres ha servido para criminalizar y castigar como monstruosa toda desviación de esa denominada «condición femenina». Mediante la ley y las instituciones, y desde los medios de comunicación y las propias relaciones sociales, se articula y se transforma una norma de género que castiga a quienes la transgreden. <em>Putas e insumisas</em> no solo cuestiona este escenario de opresión, sino que reivindica la autonomía y la capacidad de autodefensa individual y colectiva, desmitificando la relación social e imaginaria que dibuja a las mujeres como seres pasivos. Las mujeres recibimos... pero también repartimos.</p>
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<p>La histórica revista mujeres Libres se imprimió por primera vez en mayo de 1936. Editada por mujeres del poderoso movimiento libertario, la revista buscaba a través de la formación, la reflexión y la denuncia, dotar a las mujeres de una voz específica en la lucha global por la igualdad y la libertad de los seres humanos.</p> <p> </p> <p>“El primer objetivo de la lucha de la mujer consiste en hacer comprender al hombre y en primer lugar a sus padres, hermanos y parientes, qye sin la libertad de las mujeres no vale nada la de los hombres” o “Estamos ciertas que miles de mujeres reconocerán aquí su propia voz, y pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud que se agita desorientada en fábricas, campos y universidades, buscando afanosamente la manera de encauzar en fórmulas de acción sus inquietudes”. Son dos de las declaraciones de intenciones que las editoras incluyeron en este primer número.</p> <p>La revista pronto se convirtió en el órgano de expresión de Mujeres Libres, una organización que llegó a contar con 28.000 mujeres afiliadas, 147 agrupaciones locales conocidas y una gran actividad cultural, pedagógica y revolucionaria.</p> <p>--</p> <p>Dentro de la labor de difusión de la cultura libertaria, la Fundación Anselmo Lorenzo ha decidido reimprimir la primera época (1936-39) de esta revista anarcofeminista, sepultada en la doble fosa del fascismo y del patriarcado. Desenterrar la historia escrita por nuestras compañeras, precursoras de un mundo nuevo, y que su lucha sirva de experiencia, aprendizaje e inspiración al movimiento feminista actual. Porque fueron somos. Porque somos, serán.</p>
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<p>Este libro ofrece un conjunto de reflexiones que el campo de la salud debe absorber para incidir con conductas que promuevan la autonomía y la dignidad. Resulta consternadora la rémora de las viejas concepciones acerca de los procesos de salud-enfermedad, la ceguera cognitiva respecto de la generización inexorable de tales fenómenos y, muy especialmente, la recusa de percepción contextual para hacer inteligible el lenguaje del cuerpo que enuncia sus significados contrariando a los presupuestos naturales. A menudo he sostenido una advertencia, y me parece más que adecuado dar la bienvenida a este libro volviendo a ella: para quienes creen a pie juntillas que hay una lectura transparente de los fenómenos de la naturaleza, es bueno que sepan que la naturaleza no sabe que se llama naturaleza. Su lenguaje es el que hemos inventado, una arbitraria operación mediadora con la que damos por sentado principios y leyes. Conviene abdicar de su prepotencia, y hacer de la salud un estatuto libertario, tal como emerge como acicate de las páginas de este texto.</p> <p>Artículos de Dora Barrancos, Sabrina Balaña, Agostina Finielli, Carla Giuliano, Andrea Paz, Carlos Ramírez, Marta Dillon, Moira Pérez, Laura Contrera, Débora Tajer, Luciano Fabbri, Blas Radi, Karina Felitti, Valeria Salech, Violeta Osorio, Julieta Saulo y Ruth Zurbriggen.</p>
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<p>Cómo una niña sobrevive al infierno, sólo ella lo sabe. En este libro se cuenta la historia de una mujer que padeció una infancia llena de violencia en El Salvador, lejos de su madre. Seguir viviendo es tanto la narración de una vida que podría haberse truncado en la primera infancia, como la historia de superación de una persona que ha logrado sobreponerse a tanto dolor gracias a la poesía, a la resiliencia, a la fortaleza personal y a sus estudios. Víctima de un pedófilo durante trece años, Sandra Pulido ha decidido romper el silencio para poder seguir viviendo y denunciar esta lacra que afecta a tantas criaturas. La pedofilia es uno de los grandes tabúes de nuestra sociedad, aunque el número de casos sea apabullante. Girar la cara ante esta nefanda realidad no sólo es una forma de propiciar que se sigan perpetuando esos crímenes, sino también una forma de dejar muy solas con su verdad a las víctimas más vulnerables de nuestra sociedad: niñas y niños que han tenido la mala fortuna de coincidir en sus hogares con los peores depredadores, quienes además siguen recibiendo la connivencia del resto de sus familiares en muchos casos.</p> <p>Una mañana de otoño llegó a mi despacho de la universidad una nueva estudiante de maestría: Sandra Pulido. Yo todavía no podía saberlo, pero ella acabaría convirtiéndose en la protagonista de este libro. Durante meses, Sandra me contó retazos de una infancia y una adolescencia llenas de abusos. Tiempo después me trajo sus diarios, sus poesías, sus fotos, y me pidió que yo escribiera este libro. “Si mi historia puede ayudar a una sola persona a superar el dolor y a salir adelante, habrá valido la pena”, me dijo. Mientras yo escribía, ella iba leyendo cada capítulo, así que este libro es el resultado de una conversación con ella, de una reflexión compartida, de un deseo de mostrar que es posible seguir viviendo a pesar de todo. También es un libro escrito desde mi propio desconcierto, mi rabia contra el criminal y mi admiración por aquella niña que sobrevivió al infierno. A la historia así narrada la acompañan las poesías de la protagonista, que funcionan como testimonio lírico desde la intimidad. Poder hablar sobre un pasado tortuoso y ser escuchada también es una forma de restitución, aunque no se haga siempre justicia. Ni una más. Ni una menos.</p>