<p><em>Madrid la suma de todos</em> ha sido el logo del gobierno auton&oacute;mico madrile&ntilde;o durante los &uacute;ltimos a&ntilde;os. Con ello se ha promocionado la imagen de una ciudad abierta e incluyente, moderna y de vanguardia, pr&oacute;spera y responsable. Y sin duda hay algo de verdad en esta presunta belle epoque que se desprende de la propaganda institucional. Madrid crece m&aacute;s que la mayor parte de las regiones europeas. Una gran cadena de mutaciones, en muchos casos espectaculares, inducidas por su inserci&oacute;n privilegiada en el marco econ&oacute;mico global, han hecho de la ciudad una metr&oacute;polis rica y cosmopolita. Sin embargo, el optimismo de este acertado eslogan publicitario resulta c&iacute;nico cuando se considera que precisamente estos a&ntilde;os han estado tambi&eacute;n caracterizados por una patente subordinaci&oacute;n del gasto p&uacute;blico a los intereses de la nueva oligarqu&iacute;a empresarial, por la enorme transferencia de renta y patrimonio a las familias m&aacute;s ricas, por la exclusi&oacute;n de la ciudadan&iacute;a a los migrantes extracomunitarios y por un modelo de crecimiento cada vez m&aacute;s insostenible. En esta direcci&oacute;n, y quiz&aacute;s por primera vez de una forma exhaustiva, este libro pretende presentar estos paisajes contradictorios de la gran transformaci&oacute;n del Madrid contempor&aacute;neo.</p>