golpe de Estado

  • <p>Eduardo de Guzm&aacute;n nos adentra en el Madrid que asombr&oacute; al mundo y fue el orgullo de la Espa&ntilde;a antifascista. Con su magistral estilo, con el tono levantado de quien escribe un reportaje de trinchera, viviendo y luchando junto al vecindario de Madrid, documenta d&iacute;a a d&iacute;a la contestaci&oacute;n obrera al golpe de Estado fascista (18 de julio de 1936), el asalto al cuartel de la Monta&ntilde;a, el arrojo de las Milicias, que ser&aacute;n la base del Ej&eacute;rcito Popular.</p> <p>Cada p&aacute;gina vibra al ritmo del combate para liberar Madrid y las tierras de Castilla de la barbarie nacional-italo-germana, ya a las puertas de la ciudad en ese noviembre hist&oacute;rico cuya defensale cost&oacute; la vida a Durruti. Describe c&oacute;mo se organiza la resistencia y las columnas madrile&ntilde;as, irradiadas por los sindicatos, ateneos, casas del pueblo, radios, organizaciones, barriadas obreras... Transmite el coraje del Madrid confederal y popular que vence a costa de la vida de su mejor militancia, una muralla de corazones.</p> <p>Gran parte del Gobierno republicano huye a Valencia. Y solos, con el apoyo solidario de los pueblos de Espa&ntilde;a, del voluntariado y de las Brigadas Internacionales, demostraron su arrojo para luchar por la libertad y la revoluci&oacute;n social. En pie de guerra, como un acantilado de la resistencia, los aut&eacute;nticos salvadores de Madrid fueron las gentes trabajadoras.</p> <p>Se incluye un homenaje in&eacute;dito al periodismo (escrito y gr&aacute;fico) de combate en los frentes de Madrid. Se jugaban la vida para informar y hacer llegar la prensa a las trincheras. Un buen n&uacute;mero muri&oacute; luchando y otro tanto en los campos de concentraci&oacute;n y en el exilio.</p> <p>Contiene 130 dibujos y fotograf&iacute;as, la mayor&iacute;a in&eacute;ditas</p>
  • LAS SACAS

    26,50
    <p>&laquo;No hay terror rojo ni terror blanco. Hay solo una clase de terror y es siempre p&aacute;lido. Es la fuente y el producto a un mismo tiempo de la peor de las angustias. Escobal lo sabe y nos lo dice con una econom&iacute;a admirable de palabras. Su libro escrito sin tanta pasi&oacute;n como se pod&iacute;a esperar es por eso mismo m&aacute;s eficaz en cuanto a la emoci&oacute;n y a la fijaci&oacute;n de las im&aacute;genes en nuestra memoria. Igual que el autor, muchos espa&ntilde;oles de un lado o del otro hemos perdonado. Perdonar depende de nosotros. En cuanto a olvidar, es otra cosa&raquo;. &mdash;Ram&oacute;n J. Sender, <em>El atleta superviviente</em></p> <p><em>Las sacas</em> es un libro imprescindible. Imprescindible para conocer el papel de las c&aacute;rceles como punto central del sistema represivo de los sublevados en julio de 1936. Imprescindible para conocer a las personas que llenaron esas c&aacute;rceles en 1936 y 1937. Seres humanos, con sus opiniones, sentimientos, miedos y esperanzas. Imprescindible para conocer la personalidad del autor. Su capacidad de sufrir primero y de escribir despu&eacute;s. Su memoria. Su honestidad y su generosidad.</p> <p><em>Las sacas</em> es un libro imprescindible para saber m&aacute;s del ser humano en general y de nosotros mismos en particular a poco que seamos capaces de situarnos y revivir aquellas circunstancias. Imprescindible, finalmente, para que las generaciones futuras puedan conocer, de primera mano, lo que ocurri&oacute;.</p>
  • <p>Sali&oacute; a los campos y se acerc&oacute; a la orilla del r&iacute;o. Todo le result&oacute; extra&ntilde;amente silencioso. Se enga&ntilde;aba. En el &aacute;lamo blanco, centenario, que tan bien conoc&iacute;a, se hab&iacute;an refugiado multitud de p&aacute;jaros que a aquella hora de la tarde entremezclaban sus cantos creando una desigual sinfon&iacute;a. Pero &eacute;l no pod&iacute;a percatarse, empezaba a oscurecer. Se hab&iacute;a encerrado en su conciencia. Viajaba solo en ese tren hacia la noche que se echaba sobre los campos. Era el comienzo del verano de 1936. As&iacute; comienza poco m&aacute;s o menos esta novela que habla de un tiempo de guerra y de revoluci&oacute;n en la Espa&ntilde;a de 1936. A medio camino entre la ficci&oacute;n hist&oacute;rica y el relato de aventuras, y frente a la ya muy abundante literatura escrita sobre la cuesti&oacute;n, Primera y &uacute;ltima tierra intenta recorrer caminos poco explorados.</p>
Ir a Arriba