guerra civil, revolución, justicia, legalidad

En julio de 1936, después de que el movimiento obrero aglutinado básicamente en la CNT frenase el alzamiento franquista en Catalunya, la histórica reivindicación de una justicia popular, gratuita y alejada de las habituales trabas burocráticas se convirtió en una necesidad irrenunciable. Durante aquellos primeros meses en los que se demostró la viabilidad del comunismo libertario, la Generalitat catalana tuvo que asumir esa reivindicación y decretó la creación de las Oficinas Jurídicas, situándose al frente de ellas Eduardo Barriobero, un prestigioso abogado riojano que se rodeó del personal necesario para desarrollar tal cometido. Durante los cuatro meses que estuvo en funcionamiento resolvió infinidad de sentencias que luego serían ratificadas durante la revisión ordenada por la justicia burguesa, porque este método revolucionario de impartir justicia, al igual que la propia revolución anarquista, también fue traicionado. En el 75º aniversario de aquellos hechos, Las Oficinas Jurídicas de Catalunya. Justicia durante la guerra (agosto-noviembre de 1936) rompe el discurso tradicional que todavía envuelve la creación de este organismo jurídico y de su funcionamiento. Lo hace situándonos en el contexto de aquellos días y mostrándonos mediante transcripciones cuál fue la metodología utilizada. En su análisis desentierra la gran actividad que desarrollaron sus componentes y dignifica una labor que aún hoy suele ser denigrada por quienes, por interés político o por simple desidia en la investigación histórica, continúan justificando los argumentos de quienes represaliaron a sus componentes. Este libro es un extracto de la tesis que ha permitido a su autor doctorarse en Derecho. Su ardua labor de investigación se ha fundamentado, además de en alguna entrevista de quienes vivieron aquellos días en primera persona, en la revisión de centenares de documentos archivados y en un repaso minucioso de la prensa de la época.