Bookchin denuncia lo que entiende como un anarquismo posmoderno de retraimiento a la experiencia individual, para reivindicar un anarquismo social sustentado en los vínculos colectivos, sociales y organizativos.
La ilusión occidental de la naturaleza humana desentraña «un gran error» que afecta a toda la historia occidental: la separación entre naturaleza y cultura.