<p>En 1902 Jack London fue enviado como periodista a cubrir informativamente la guerra de los Boers. Al llegar a Gran Breta&ntilde;a su misi&oacute;n fue cancelada, y &eacute;l tom&oacute; una habitaci&oacute;n en un barrio obrero de Londres. Su curiosidad le llev&oacute; a visitar los slums, barrios humildes londinenses donde se hacinaban millares de personas en condiciones terribles mientras las clases pudientes disfrutaban del expolio que el Imperio llevaba a cabo en sus colonias. All&iacute;, London se conmovi&oacute; ante la extrema pobreza, la proliferaci&oacute;n de los sin-techo que dorm&iacute;an en bancos y escaleras, los desempleados cr&oacute;nicos, los enfermos sin asistencia digna de tal nombre, la m&aacute;s absoluta miseria. London vivi&oacute; all&iacute;, y de esa terrible experiencia naci&oacute; este texto, <em>Gentes del abismo</em>, nuevo periodismo avant la lettre, en donde no s&oacute;lo se describe ese inframundo, sino tambi&eacute;n su ensordecida protesta.&nbsp;</p>