Keynes

  • <p>&laquo;Una completa y sofisticada explicaci&oacute;n de las diferencias entre la econom&iacute;a keynesiana y la econom&iacute;a marxista y las implicaciones pol&iacute;ticas que se deducen de ellas. Es el mejor an&aacute;lisis contempor&aacute;neo sobre el tema.&raquo; <br /> &mdash;Michael Roberts, economista marxista y autor de <em>La larga depresi&oacute;n. C&oacute;mo ocurri&oacute;, por qu&eacute; ocurri&oacute; y qu&eacute; ocurrir&aacute; a continuaci&oacute;n</em>.</p> <p>&laquo;Un oportuno an&aacute;lisis de las ideas de Keynes con el tel&oacute;n de fondo de la cr&iacute;tica de Marx al capitalismo, argumentando cuidadosamente que la inestabilidad financiera y la desigualdad no pueden disociarse del valor y la explotaci&oacute;n. Una lectura brillante.&raquo; <br /> &mdash;Carolina Alves, Joan Robinson Research Fellow en Econom&iacute;a Heterodoxa, Universidad de Cambridge.</p> <p>La crisis econ&oacute;mica de 2008, como la Gran Depresi&oacute;n de los a&ntilde;os treinta, provoc&oacute; un renovado inter&eacute;s en las ideas de Keynes sobre la expansi&oacute;n econ&oacute;mica como una alternativa a la austeridad. &iquest;Pero, puede la teor&iacute;a keynesiana y sus aplicaciones ofrecer mejoras reales para las clases trabajadoras? Dominic Alexander analiza hasta d&oacute;nde pueden llevarnos las teor&iacute;as de Keynes y c&oacute;mo debemos luchar para una transformaci&oacute;n radical de la sociedad.</p>
  • <p>Aunque las ideas propias de la socialdemocracia flotaban en el ambiente desde hac&iacute;a algunas d&eacute;cadas, no fue hasta 1889 que se constituy&oacute; la II Internacional como partido pol&iacute;tico de clase que deb&iacute;a abolir la explotaci&oacute;n y la injusticia. La clase obrera asum&iacute;a as&iacute; que la emancipaci&oacute;n ser&iacute;a obra de la propia clase obrera, vinculando su &eacute;xito a su capacidad de convertirse en un sujeto pol&iacute;tico capaz de conquistar el poder.</p> <p>En el congreso de Frankfurt (1951) la socialdemocracia abandon&oacute; formalmente el marxismo como referente ideol&oacute;gico, y acept&oacute; el capitalismo, si bien puso &eacute;nfasis en la necesidad de intervenir en la econom&iacute;a. En la d&eacute;cada de los treinta del siglo pasado, Keynes cuestion&oacute; te&oacute;ricamente los planteamientos de la econom&iacute;a liberal, abriendo la &eacute;poca dorada del Estado de bienestar. Pero en la segunda mitad de la d&eacute;cada de los a&ntilde;os sesenta el modelo empez&oacute; a dar muestras de agotamiento. La salida, liderada por Tony Blair y teorizada por Anthony Giddens, implic&oacute; la renuncia definitiva a las premisas sobre las que se hab&iacute;a construido la socialdemocracia, aceptando sin ambages el orden neoliberal.</p> <p>Hoy, la socialdemocracia est&aacute; lejos de perseguir los objetivos que estableci&oacute; cuando se constituy&oacute;, y lejos de constituir un referente indiscutible de la clase obrera, enfrent&aacute;ndose al reto de reinventarse de nuevo.</p>
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