literatura

  • <p>Al norte est&aacute; el pueblo. Sol&iacute;a ser una ciudad. En las noches claras, que son las menos, se distingue a lo lejos lo que queda de las ruinas de la vieja catedral. Al sur, al este, al oeste, se extienden los p&aacute;ramos, kil&oacute;metros de lodo y brezo carcomido por la lluvia. La tierra se traga gente, animales, veh&iacute;culos abandonados, y luego el barro los regurgita, como regalos no deseados. Ra&iacute;ces retorcidas, viejos electrodom&eacute;sticos; cad&aacute;veres antiguos y modernos se alzan del fango, barcos hundidos en el fondo del mar.&nbsp;</p> <p>Mar&iacute;a Bonete (una de las autoras de la antolog&iacute;a de ficci&oacute;n clim&aacute;tica Est&iacute;o, publicada por Episkaia) realiza en No hay tierra donde enterrarme, con la escritura de las hermanas Bronte como br&uacute;jula, una actualizaci&oacute;n de la novela g&oacute;tica en un futuro de desastre ambiental, en lo que probablemente constituya la primera obra del g&oacute;tico clim&aacute;tico. En este paisaje rec&oacute;ndito en alg&uacute;n lugar del Reino Unido, la niebla oculta y destruye, poco a poco, la relaci&oacute;n de las protagonistas con el mundo conocido. Quiz&aacute; haya esperanza m&aacute;s all&aacute; del controlado confort de la cotidianidad, transformada tambi&eacute;n en un espacio de vigilancia y control, pero la &uacute;nica forma de adentrarse en la bruma y volver es hacerlo juntas.</p>
  • Hajira

    6,00
    <p>El hurac&aacute;n se acerca. Los diques de los Archivadores, ya por debajo del nivel del mar, no aguantar&aacute;n mucho m&aacute;s. Hajira tiene 17 a&ntilde;os, un pasado enturbiado, como el de tantos otros, por la Inundaci&oacute;n, y una pistola. El hurac&aacute;n se acerca y ella, como todos sus vecinos, va a tener que elegir.</p> <p>El universo dibujado por Francisco Serrano&nbsp; en esta novela corta de ficci&oacute;n clim&aacute;tica parece lejos del confortable presente occidental, pero algunos destellos (Benidorm bajo el mar, barcos de refugiados hundidos) nos recuerdan que el futuro est&aacute; cerca. Hajira es un aviso a navegantes, pero tambi&eacute;n una invitaci&oacute;n a la resistencia.</p>
  • <p>Durante el oto&ntilde;o de 1912, en Praga, escribi&oacute; Franz Kafka (1883-1924) La metamorfosis, la peripecia subterr&aacute;nea y literal de Gregor Samsa, un viajante de comercio que al despertarse una ma&ntilde;ana &laquo;de un sue&ntilde;o lleno de pesadillas se encontr&oacute; en su cama convertido en un bicho enorme&raquo;. En pocos libros de Kafka queda tan expl&iacute;cito y tan n&iacute;tido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la m&aacute;s absoluta incomunicaci&oacute;n, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte. Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas variaciones paralelas, desmenuzan inexorables pesadillas, asignan obsesiones enigm&aacute;ticas a personajes desorientados y vencidos, pero tal vez sea La metamorfosis la narraci&oacute;n que mejor expresa al &laquo;hombre primordial kafkiano&raquo;. De ah&iacute; que merezca la calificaci&oacute;n un&aacute;nime de obra perfecta y obra maestra, un texto decididamente superior en el panorama de la literatura universal del siglo XX.</p>
  • <p>Como &uacute;ltimamente estamos viendo a poca gente, hablamos menos en casa.</p> <p>&middot;</p> <p>Mi agradecimiento para esta rese&ntilde;ista que recomienda mis libros e informa con exactitud a sus lectores de la condici&oacute;n social de su autor: un se&ntilde;or que no se dedica a escribir y que escribe lo que le da la gana.</p> <p>&middot;</p> <p>Tras cinco horas de parloteo en una reuni&oacute;n de unas diez personas, vuelvo a casa. Me tumbo en el sof&aacute; y abro un libro. Qu&eacute; descanso, qu&eacute; orden, qu&eacute; puntos, qu&eacute; comas, qu&eacute; comillas.</p>
  • <p>El t&iacute;tulo de este libro, <em>Roberto Bola&ntilde;o: Real Infrarrealista</em>, de Ra&uacute;l Silva de la Mora, es una suma de conversaciones y entrevistas por m&aacute;s de veinticinco a&ntilde;os de este periodista mexicano, al modo de la pesquisa de Mario Santiago y Arturo Belano en su emblem&aacute;tica novela <em>Los detectives salvajes</em>. Hace un elocuente gui&ntilde;o a lo que en la novela es ficci&oacute;n, para aportar con estos in&eacute;ditos testimonios inscritos en la realidad, sabiendo que lo real es tambi&eacute;n un campo minado por la ficci&oacute;n.</p> <p>&iquest;Qu&eacute; fue y c&oacute;mo empez&oacute; el Infrarrealismo? El libro hace una revisi&oacute;n de la memoria colectiva de entonces y ayuda a reconstruir aquella una &eacute;poca fundamental para la vida y la obra de Roberto Bola&ntilde;o en M&eacute;xico de los 70&rsquo;s. Son ahora sus amigas y sus amigos quienes tienen la palabra, a trav&eacute;s de recuerdos que brotan desde distintas afinidades, pero tambi&eacute;n desde una memoria que es cr&iacute;tica de aquel movimiento. Aqu&iacute; no est&aacute;n Arturo Belano ni Ulises Lima ni Jacinto Requena ni X&oacute;chitl Garc&iacute;a, ni Felipe M&uuml;ller, ni Rafael Barrios&hellip; Todas ellas y ellos pertenecen a ese mundo cuya riqueza se manifiesta en las infinitas maneras en que <em>Los detectives salvajes</em> ha sido le&iacute;da en chino mandar&iacute;n, franc&eacute;s, turco, ingl&eacute;s, griego, dan&eacute;s&hellip;</p> <p><em>Roberto Bola&ntilde;o: Real Infrarrealista</em> no se propone con un af&aacute;n hist&oacute;rico zanjar la biograf&iacute;a del joven Bola&ntilde;o, como tampoco tiene la pretensi&oacute;n de diseccionar los episodios que configuran el camino de un escritor que vimos consagrarse, pues como toda suma de testimonios corre el riesgo de novelar. Ser&aacute;n las lectoras y lectores quienes orienten su manera de internarse en estas p&aacute;ginas y sus voces. A 25 a&ntilde;os de la publicaci&oacute;n de <em>Los detectives salvajes</em>, a 70 del nacimiento y 20 de la muerte de Roberto Bola&ntilde;o, esta memoria es una suerte de incitaci&oacute;n para lanzarse a los caminos, nuevamente.</p>
  • <p>&laquo;Les presons s&oacute;n fetes per als qui roben i els qui maten, per&ograve; quan mana el pr&iacute;ncep Llimona, els qui roben i maten s&oacute;n a la seva cort i a la pres&oacute; hi van els ciutadans honrats.&raquo;</p> <p>Amb motiu del centenari del geni de la imaginaci&oacute;, Gianni Rodari, publiquem una de les seves obres m&eacute;s populars i inoblidables: Les aventures d&rsquo;en Cebeta. Una divertida faula contra les opressions protagonitzada per unes fruites i verdures entranyables. Amb l&rsquo;objectiu d&rsquo;alliberar el seu pare, empresonat injustament pel malvat Pr&iacute;ncep Llimona, en Cebeta emprendr&agrave; una aventura trepidant aliant-se amb les criatures sotmeses per la reialesa. Seran capaces de derrotar totes juntes la sup&egrave;rbia del poder? Amb la seva m&agrave;gia eterna i universal, Gianni Rodari ens ofereix una lli&ccedil;&oacute; emocionant sobre el b&eacute; i el mal i el poder de l&rsquo;amistat, per&ograve; tamb&eacute; una finestra per a imaginar una societat m&eacute;s lliure i m&eacute;s justa per a tothom.</p> <p>Amb pr&ograve;leg de Xavi Sarri&agrave;.</p>
  • <p><em>Descolonizar el lenguaje</em> es una selecci&oacute;n de cr&iacute;ticas y ensayos de la escritora peruana Patricia de Souza, nos acerca a la vida y obra de distintas escritoras como Flora Trist&aacute;n, Blanca Varela, Marguerite Duras, Simone Weil, Teresa de &Aacute;vila, Joyce Mansour, Catherine Pozzi, Elena Garro, entre otras figuras fundamentales de la literatura.</p> <p>En este libro recorremos los entramados de sus revueltas individuales y las limitaciones que encontraron para construir su propia representaci&oacute;n del mundo, una que se inscribiese en una tradici&oacute;n no-patriarcal. &iquest;C&oacute;mo hicieron para oponerse a los mandatos sociales, pol&iacute;ticos y culturales de la &eacute;poca en que les toc&oacute; vivir?</p> <p>Son textos escritos con un lenguaje &iacute;ntimo y un tono confesional que colocan a la autora en el cruce de la autobiograf&iacute;a y el trabajo de escritura que busca un nuevo plano, otra perspectiva literaria en medio de la crisis de sentido que afrontamos en el siglo XXI.</p>
  • Alas

    13,00
    <p>Alas es la primera novela rusa que narra un amor rom&aacute;ntico homosexual, y lo hace de una manera bell&iacute;sima, con la delicadeza y la inteligencia que cabr&iacute;a esperar en un autor como Kuzm&iacute;n, a trav&eacute;s de una historia con ciertos tintes autobiogr&aacute;ficos, en apariencia muy sencilla pero que, bajo una superficie tranquila, esconde el oc&eacute;ano turbulento de cualquier ser humano en sociedad. El protagonista es Iv&aacute;n Sm&uacute;rov, tambi&eacute;n llamado Vania, un joven hu&eacute;rfano que queda al cargo de su t&iacute;o Kostia, con quien se traslada a vivir al populoso Petersburgo. Para el muchacho, este cambio supone algo m&aacute;s que abandonar la vida de provincias; ser&aacute; un viaje inici&aacute;tico hacia el despertar del amor y los sentimientos en el que, por su inocencia e inexperiencia, se ver&aacute; enfrentado a circunstancias que no concuerdan con el ideal com&uacute;nmente extendido del amor rom&aacute;ntico. Pero Vania es lo suficiente inteligente como para escucharse a s&iacute; mismo y ser consecuente aunque se vea obligado a enfrentarse a algo desconocido.</p>
  • Estío

    14,90
    <p>Est&iacute;o es una antolog&iacute;a de relatos que pueden enmarcarse en la ficci&oacute;n clim&aacute;tica o clifi. Van desde futuros no tan improbables en la Pen&iacute;nsula hasta universos (casi) irreconocibles. Los cuentos de Est&iacute;o no son optimistas, pero tampoco se abandonan a la espera del apocalipsis. En &eacute;l se dibuja un Levante arrasado por un misterioso accidente, las formas de autogesti&oacute;n surgidas tras un nuevo diluvio o una Espa&ntilde;a transformada por las nuevas pol&iacute;ticas ecofascistas. Pero tambi&eacute;n una historia inscrita en la m&aacute;s pura ciencia ficci&oacute;n cuyas hero&iacute;nas deber&aacute;n decidir entre el servicio a la comunidad y su propia supervivencia; e incluso un neowestern marcado por los conflictos migratorios. Estos relatos nos hacen imaginar lo inimaginable, y haci&eacute;ndolo tambi&eacute;n nos despiertan: el fin del mundo no es un escenario aceptable, a&uacute;n tenemos tiempo.</p>
  • La Fanfarlo

    15,00
    <p>Cuando Baudelaire public&oacute; &quot;La Fanfarlo&quot; faltaban a&uacute;n diez a&ntilde;os para que apareciera &quot;Las flores del mal&quot;, obra que fue mutilada judicialmente y multada a instancias del mismo fiscal que incoara ese mismo a&ntilde;o un proceso contra Flaubert y &quot;Madame Bovary&quot;. Baudelaire no era, todav&iacute;a, pues, un &ldquo;poeta maldito&rdquo;, pero se hallaba en el inequ&iacute;voco camino de serlo: su padrastro, el general Aupick, luchaba infructuosamente para llevar al joven d&iacute;scolo por el &ldquo;buen camino&rdquo; sin lograr m&aacute;s que organizar alguna trifulca familiar; su amor por la mulata Jeanne Duval acabar&iacute;a convirti&eacute;ndose en un esc&aacute;ndalo llevado de boca en boca por los notables parisinos y, para mayor inri, entre visitas a museos, bibliotecas y prost&iacute;bulos, el poeta se convert&iacute;a en traductor y propagandista de un personaje maldito y antirrom&aacute;ntico: Edgar Allan Poe.</p> <p>Quiz&aacute; por ello en &quot;La Fanfarlo&quot;, relato en buena medida autobiogr&aacute;fico, de esquema que incluso podr&iacute;a tildarse de vodevilesco (un audaz conquistador, para ganar los favores de la dama de la que se encapricha, emprende la conquista de la bailarina que tiene cautivado al marido de la dama), Baudelaire fustiga la hip&oacute;crita moral burguesa al tiempo que elogia al artista como provocador, posturas ambas que conjuga con el dandismo, la seducci&oacute;n y la relaci&oacute;n del &eacute;xtasis con el pecado.</p>
  • <p>Estos textos -retazos, poemas, relatos- responden al deseo del autor de acercarnos a su particular visi&oacute;n de T&aacute;nger. A trav&eacute;s de una literatura que nace de las entra&ntilde;as, desde lo visceral y cercano, Isaak Bego&ntilde;a nos propone un viaje on&iacute;rico, lorquiano a veces, para llegar a esta ciudad fronteriza.</p> <p><em>Leila Nachawati</em></p> <p>&nbsp;</p> <p>Una obra vibrante, traviesa, magna, desconcertante, fant&aacute;stica... (me quedo sin adjetivos). Los perros de T&aacute;nger es poes&iacute;a, y en esta aseveraci&oacute;n est&aacute; contenido todo, &iquest;qu&eacute; m&aacute;s puedo a&ntilde;adir?</p> <p><em>Chema Caballero</em></p> <p>&nbsp;</p> <p>Los textos de este libro se presentan en &aacute;rabe, castellano y franc&eacute;s, conservando as&iacute; la esencia de T&aacute;nger, uno de los pocos lugares de &Aacute;frica en los que se puede pedir un caf&eacute; utilizando cualquiera de las tres lenguas. Estos tres idiomas est&aacute;n estrechamente vinculados con esta ciudad y con las sutiles estructuras de los diferentes mundos que acoge.</p>
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