Melville

  • <p>Pierre, joven agraciado por la fortuna y el talento, descubre un d&iacute;a que la imagen de su difunto padre no es tan venerable como le hab&iacute;an inculcado. A partir de ese momento su vida se convierte en una peregrinaci&oacute;n hacia la derrota en la que el amor y la familia son actores principales y causa de sus males.</p> <p>Pierre, que manten&iacute;a una relaci&oacute;n ambigua con su hermosa madre, antes de casarse con su novia llega a la conclusi&oacute;n de que tiene una hermana bastarda, lo que le plantea un dilema: proseguir el rumbo que su madre hab&iacute;a trazado para &eacute;l, o romper con su amable mundo arrostrando las consecuencias. Elige esto &uacute;ltimo, creando deliberadamente graves malentendidos que empujan a Pierre por el sendero de la desesperaci&oacute;n. La sombra &ndash;tambi&eacute;n ambigua&ndash; del incesto se cierne sobre la obra, que a su vez ofrece una reflexi&oacute;n sobre el drama interno de todo escritor, no siempre capaz de verter sobre el papel las emociones y los sentimientos que le embargan.</p>
  • <p>Jugando en la oscuridad radiograf&iacute;a con precisi&oacute;n la huella afroamericana en la cultura de un pa&iacute;s que ser&iacute;a irreconocible sin ella.</p> <p>Las tres conferencias que componen este breve libro las imparti&oacute; Toni Morrison en la Universidad de Harvard un a&ntilde;o antes de recibir el Premio Nobel de Literatura. Constituyen una profunda reflexi&oacute;n sobre la constante y, sin embargo, velada presencia negra en la literatura cl&aacute;sica norteamericana (Poe, Beecher Stowe, Melville, Twain, Cather, Faulkner, Hemingway&hellip;) y la forma en que esa presencia es utilizada con la finalidad de establecer la identidad blanca.</p> <p>Obra de una autora no menos intr&eacute;pida en su cr&iacute;tica literaria que en sus novelas, Jugando en la oscuridad fue desde su aparici&oacute;n en 1992 un libro clave para los estudios sobre la negritud y la blanquitud. Sus p&aacute;ginas no solo exploran la mente, imaginaci&oacute;n y conducta de los esclavizados, sino el impacto que la ideolog&iacute;a racial causa en la mente, imaginaci&oacute;n y conducta de los blancos. El tema de Morrison es la presencia, en el coraz&oacute;n mismo de las letras estadounidenses, de una poblaci&oacute;n, la afroamericana, &laquo;que siempre ha mantenido una existencia &iacute;ntima con la poblaci&oacute;n dominante y, al mismo tiempo, desquiciadamente separada de ella&raquo;. Su conclusi&oacute;n es taxativa: &laquo;Nada puso tan de relieve el concepto de libertad, si es que no lo cre&oacute;, como la esclavitud&raquo;.</p>
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