<p>El presente proyecto de la Fundaci&oacute;n Salvador Segu&iacute;, tiene varios objetivos: en primer lugar con motivo del 80 aniversario del final de la guerra civil y el exilio, realizar un homenaje a los hombres y mujeres y de forma especial a las y los militantes libertarios que sufrieron las atrocidades del franquismo a ra&iacute;z de la p&eacute;rdida de la guerra civil.</p> <p>Durante muchas d&eacute;cadas las consecuencias de la victoria del franquismo han permanecido ocultas por muchas razones.</p> <p>Para ello hemos ampliado el concepto &ldquo;exilio&rdquo; reservado b&aacute;sicamente para aquellos que abandonaron el pa&iacute;s. Es exilio tambi&eacute;n, permanecer en un campo de concentraci&oacute;n, en una c&aacute;rcel, sufrir marginaci&oacute;n laboral y social y luchar en la clandestinidad por diversos</p> <p>medios. Tratamos del exilio interior, aquellos que no se pudieron o quisieron marchar fuera de Espa&ntilde;a y arrastraron las terribles consecuencias de la cruel dictadura.</p> <p>Abarcamos a esa media Espa&ntilde;a que se sumi&oacute; en el silencio porque no ten&iacute;a posibilidades de expresarse. Dos exilios, interior y exterior, donde hubo miles de ciudadanos que tuvieron que permanecer callados, ocultos, sin poder expresarse o hacerlo con riesgo de su vida. A&uacute;n as&iacute;, jug&aacute;ndose la vida siempre hubo grupos m&aacute;s o menos organizados tratando de combatir la dictadura franquista. Recordar a todos aquellos hombres y mujeres an&oacute;nimos, es un ejercicio de respeto y correcci&oacute;n. Pero, adem&aacute;s hay algo m&aacute;s que admiraci&oacute;n hacia aquellos que no se callaron y supieron en la medida de sus posibilidades dar una respuesta al horror. Hay ense&ntilde;anzas, hay ejemplos, que hoy nos pueden servir de gu&iacute;a. Queremos reflexionar con vosotros sobre estos valores con los que se enfrentaron a la barbarie fascista.</p>