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<p>A pesar de renegar de los personalismos, cuando se habla de anarquismo se suele tomar como referencia a autores como Proudhon, Bakunin o Kropotkin, lo que demuestra un horizonte reducido en cuanto a perspectivas como la de género. El texto aquí recogido pretende recuperar a una figura pionera en estos asuntos: Emma Goldman.</p> <p>Este trabajo resulta de la investigación personal en la búsqueda de mujeres referentes en la historia del anarquismo. La actualidad de muchos aspectos tanto de la vida política como de la personal de Goldman revelan la necesidad de su recuerdo y la continuidad de sus reivindicaciones. No obstante, Goldman no deja de ser una entre muchas de las mujeres que la historia ha relegado a un segundo plano: la memoria y la escucha de todas ellas supone un acto de justicia social que les debemos por su lucha.</p>
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<p>Lucía Sánchez Saornil (1895-1970), esa figura «menuda, cortante de palabra y gesto: aguda y viva, era la protesta eterna y palpitante contra todas las injusticias de la vida, contra los absurdos de las oficinas, contra la tortura de las fábricas, contra la asfixia moral de los códigos y normas al uso».</p> <p>No hay una Lucía, sino varias. Al igual que sus variados oficios y actividades: poeta ultraísta y revolucionaria, telefonista de la Telefónica, periodista, sindicalista represaliada, oradora, pintora y retocadora fotográfica, organizadora del movimiento de Mujeres Libres y de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), miliciana en la guerra de España y en el exilio... Y lo hacía junto a otras muchas compañeras anarquistas, conscientes de que la educación y la libertad integral era una labor de las propias mujeres, asociadas.</p> <p>Su apasionante vida queda condensada en esta minuciosa obra, la primera gran biografía ilustrada (con abundantes imágenes inéditas) que se publica de esta enérgica y tímida mujer, la desafiante Lucía Sánchez Saornil. Ignacio C. Soriano, historiador y gran conocedor de los movimientos anarquistas, en particular del español, lleva tres décadas rastreando la vida de esta insigne madrileña, que ahora publicamos.</p>
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<p>Los ejes de este relato del que algunas mujeres son las principales protagonistas, lo constituyen la educación de las clases trabajadoras, la libertad de pensamiento, el derecho de reunión y asociación, la independencia personal con respecto al estado, la iglesia y sus instituciones coactivas y normativas, los derechos laborales, y la vindicación feroz de la paridad. Como trama y urdimbre se entremezclan en nuestra narración, como se entremezclan cotidianamente los pasos de nuestros contemporáneos en la ciudad amada, transitada, desolada de la que el Raval es parte intrínseca.</p> <p>El librepensamiento ocupa una parte central en el libro, es un eje sobre el que se articulan todas las iniciativas de esta población en construcción, de estos grupos de ciudadanos a la búsqueda de alternativas a la pobreza económica y intelectual. Fue el movimiento colectivo alternativo más importante del siglo XIX y los primeros 30 años del XX, que impregnó asociaciones de todo tipo, los incipientes sindicatos o algunas opciones partidistas. Acompañó al republicanismo radical y al anarquismo insurreccional, pero también al pacífico, ya que el librepensamiento se basaba en la desobediencia a las instituciones y a todo poder: religioso, estatal o militar.</p>
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<p>La histórica revista mujeres Libres se imprimió por primera vez en mayo de 1936. Editada por mujeres del poderoso movimiento libertario, la revista buscaba a través de la formación, la reflexión y la denuncia, dotar a las mujeres de una voz específica en la lucha global por la igualdad y la libertad de los seres humanos.</p> <p> </p> <p>“El primer objetivo de la lucha de la mujer consiste en hacer comprender al hombre y en primer lugar a sus padres, hermanos y parientes, qye sin la libertad de las mujeres no vale nada la de los hombres” o “Estamos ciertas que miles de mujeres reconocerán aquí su propia voz, y pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud que se agita desorientada en fábricas, campos y universidades, buscando afanosamente la manera de encauzar en fórmulas de acción sus inquietudes”. Son dos de las declaraciones de intenciones que las editoras incluyeron en este primer número.</p> <p>La revista pronto se convirtió en el órgano de expresión de Mujeres Libres, una organización que llegó a contar con 28.000 mujeres afiliadas, 147 agrupaciones locales conocidas y una gran actividad cultural, pedagógica y revolucionaria.</p> <p>--</p> <p>Dentro de la labor de difusión de la cultura libertaria, la Fundación Anselmo Lorenzo ha decidido reimprimir la primera época (1936-39) de esta revista anarcofeminista, sepultada en la doble fosa del fascismo y del patriarcado. Desenterrar la historia escrita por nuestras compañeras, precursoras de un mundo nuevo, y que su lucha sirva de experiencia, aprendizaje e inspiración al movimiento feminista actual. Porque fueron somos. Porque somos, serán.</p>
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<p>En el pletórico mes de julio de 1936, Ada Martí Vall se enfrentará con uno de los mayores retos de su vida, desarrollando en medio de los acontecimientos que sacuden a Barcelona toda su personalidad, con todas sus fuerzas, energías y pasión revolucionaria. Siendo consciente de que, en ese momento, formaba parte de la "sal de la tierra". Esa "sal" era, sin duda, para que las mujeres de las Juventudes Libertarias y por extensión para la "Federación Ibérica de Conciencias Libres". La libertad, que podía palparse en el aire que se respiraba. No había tregua para expresar el momento con palabras, la revolución estaba en marcha y Ada Martí vivió intensamente el momento con total compromiso, en plena fiesta revolucionaria, como despedida de un tiempo que moría y, a su vez, que se anunciaba como una "Aurora de esperanza. Y así lo vivieron tanto Ada Martí como otros jóvenes de su tiempo, entregados por completo a lo que fuera su pasión: la construcción de un mundo nuevo y más justo. </p>
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<p>«Era necesaria una organización dirigida por mujeres y para las mujeres, una organización consagrada a superar la subordinación de las mujeres en todas sus facetas, en el hogar, el centro de trabajo o en el movimiento anarcosindicalista mismo».</p> <p>Mujeres Libres nació en 1936 con la urgencia de crear una organización dirigida por y para las mujeres que, en aquellos días de fervor revolucionario, ansiaban una transformación social, profunda y efectiva en todos los ámbitos.</p> <p>Con un impecable rigor histórico y apoyándose en multitud de testimonios, Martha A. Ackelsberg reconstruye la historia de una organización a la que, en apenas tres años, se adhirieron más de veinte mil mujeres dispuestas a ocupar su lugar en la revolución y en la nueva sociedad. En este estudio, se analizan las razones y necesidades de coordinación de quienes, haciendo de la capacitación y la sororidad sus pilares elementales, tuvieron que enfrentarse a la mayor parte de sus compañeros y a las propias estructuras orgánicas del movimiento libertario, ancladas en lógicas que garantizaban los privilegios masculinos. Los debates de entonces sirven ahora para contextualizar las desigualdades propias de una época que hoy, lejos de estar superadas, siguen siendo desafíos de primer orden. O estas cuestiones son integradas como fundamentos esenciales de la lucha por la liberación o cualquier sociedad futura arrastrará consigo los<br /> lastres de la dominación patriarcal.</p> <p>La obra de Mujeres Libres nos interpela y pone de manifiesto, ochenta años después, la actualidad de esos desencuentros y la inaplazable necesidad de abordarlos y superarlos.</p>