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<p>«Era necesaria una organización dirigida por mujeres y para las mujeres, una organización consagrada a superar la subordinación de las mujeres en todas sus facetas, en el hogar, el centro de trabajo o en el movimiento anarcosindicalista mismo».</p> <p>Mujeres Libres nació en 1936 con la urgencia de crear una organización dirigida por y para las mujeres que, en aquellos días de fervor revolucionario, ansiaban una transformación social, profunda y efectiva en todos los ámbitos.</p> <p>Con un impecable rigor histórico y apoyándose en multitud de testimonios, Martha A. Ackelsberg reconstruye la historia de una organización a la que, en apenas tres años, se adhirieron más de veinte mil mujeres dispuestas a ocupar su lugar en la revolución y en la nueva sociedad. En este estudio, se analizan las razones y necesidades de coordinación de quienes, haciendo de la capacitación y la sororidad sus pilares elementales, tuvieron que enfrentarse a la mayor parte de sus compañeros y a las propias estructuras orgánicas del movimiento libertario, ancladas en lógicas que garantizaban los privilegios masculinos. Los debates de entonces sirven ahora para contextualizar las desigualdades propias de una época que hoy, lejos de estar superadas, siguen siendo desafíos de primer orden. O estas cuestiones son integradas como fundamentos esenciales de la lucha por la liberación o cualquier sociedad futura arrastrará consigo los<br /> lastres de la dominación patriarcal.</p> <p>La obra de Mujeres Libres nos interpela y pone de manifiesto, ochenta años después, la actualidad de esos desencuentros y la inaplazable necesidad de abordarlos y superarlos.</p>
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En Urbanismo feminista se concretan y detallan diferentes aspectos relativos a esa ciudad que pone la vida en el centro, desde la clara conciencia de que solamente los procesos impulsados desde abajo, y a partir de la complejidad comunitaria, edificarán una realidad urbana radicalmente distinta a la que conocemos.
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<p>De la emancipación de la servidumbre a las herejías subversivas, un hilo rojo recorre la historia de la transición del feudalismo al capitalismo. Todavía hoy expurgado de la gran mayoría de los manuales de historia, la imposición de los poderes del Estado y el nacimiento de esa formación social que acabará por tomar el nombre de capitalismo no se produjeron sin el recurso a una extrema violencia. La acumulación originaria exigió la derrota de los movimientos campesinos y urbanos, que normalmente bajo la forma de la herejía religiosa reivindicaron y pusieron en práctica diversos experimentos de vida comunal y reparto de la riqueza. Su aniquilación abrió el camino a la formación del Estado moderno, la expropiación y cercado de las tierras comunes, la conquista y expolio de América, la apertura del comercio de esclavos a gran escala y una guerra contra las formas de vida y las culturas populares que tomó a las mujeres como su principal objetivo.</p> <p>Al analizar la quema de brujas, Federici no sólo desentraña uno de los episodios más inefables de la historia moderna, sino el corazón de una poderosa dinámica de expropiación social dirigida sobre el cuerpo y la reproducción femenina. Ésta constituye a un tiempo el acta de nacimiento de nuestra época como el registro de unas voces imprevistas (las de los subalternos: Calibán y la bruja) que todavia hoy resuenan con fuerza en las luchas que resisten a la continua actualización de la violencia originaria.</p>
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<p>El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos capítulos, Angela Y. Davis ofrece un análisis riguroso y esclarecedor que no sólo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composición de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos políticos actuales.</p>
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<p>La respuesta política al estallido financiero ha vuelto a imponer la prioridad de los mercados sobre la vida. Sin duda, su sostenimiento sigue estando privatizado, invisibilizado, feminizado. A partir de la discusión sobre la economía feminista, este libro detalla las bases de<br /> un sistema injusto e inviable, fundado en la division sexual del trabajo y el expolio del planeta. <br /> <br /> Su propósito consiste en mirar «más acá» de los mitos del desarrollo (crecimiento ilimitado), la riqueza (acumulación de capital) y el trabajo (limitado al trabajo asalariado) y a la vez dar cuenta de las tareas, redes y sujetos económicos que, material y cotidianamente, garantizan que la vida siga adelante. En este momento de tránsito, en el que el Estado del bienestar se ha escorado hacia los mercados, esta obra muestra la urgencia de discutir, radical y democráticamente, qué vida creemos digna de ser vivida y cómo podemos organizarnos para sostenerla de forma colectiva.</p>
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<p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma más igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia doméstica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco más libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quería mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quería superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de raíz. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihomófobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto daño hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
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<p>En "Vivir una vida feminista" Sara Ahmed muestra cómo la teoría feminista se genera a partir de la vida cotidiana y las experiencias ordinarias de ser feminista. En este texto, Ahmed busca hacer una intervención sobre el feminismo académico, al tiempo que tiene un pie fuera de la academia tras su dimisión de Goldsmith College en 2016. Siguiendo el legado feminista negro, ofrece una reflexión poética y personal crítica con el distanciamiento del mundo que se critica, nos llama a nombrar y fijarnos en los problemas, como por ejemplo el acoso sexual, y dar un chasquido feminista que nos guíe en la transformación de este mundo. Tras hacer una fenomenología queer, cuestionar las miradas reduccionistas del “hogar”, cuestionar y derribar “lo postrracial”, y renegar de la “felicidad” como forma de monitorizar y controlar el sexo y el género, Ahmed incorpora toda esta experiencia en un libro que señala y reivindica el papel de la feminista aguafiestas. Nos llama a inventar soluciones creativas, como crear sistemas de apoyo que nos ayuden a sobrevivir a las experiencias devastadoras del racismo y sexismo. Incluye un kit de supervivencia aguafiestas y un manifiesto aguafiestas, que cierran su propuesta y que nos ofrecen herramientas prácticas para vivir una vida feminista, fortaleciendo los lazos entre la teoría feminista y vivir una vida feminista.</p>
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<p>«Ser feminista es la única opción decente en nuestro mundo. En un contexto en el que el género determina una desigualdad estructural, la neutralidad no es una opción realista: o se está contra el patriarcado o se contribuye más o menos activamente a perpetuarlo. Y aunque hay muchas formas de interpretar esta afirmación, cualquiera que se defina como feminista estará de acuerdo en algo: en un mundo feminista tus genitales no determinarían tu destino.»</p> <p>La presente obra es el resultado de la colaboración de mujeres que han volcado su vida y su dedicación profesional al estudio, la comprensión y la divulgación del feminismo. Es un grano de arena más que se suma al esfuerzo de millones de mujeres, sobre todo, y de hombres por visibilizar uno de los mayores problemas y retos con los que se ha enfrentado la sociedad desde los orígenes hasta nuestros días: la desigualdad por razón de género.</p>
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<p>Tanto en la cultura popular como en la actividad política, el movimiento feminista, históricamente, ha dejado a las mujeres infértiles desamparadas. Este libro atraviesa el frío paisaje del aborto espontáneo y el dolor particular que se deriva del deseo de formar una familia. Implicada en su propio deseo de tener una criatura, la periodista Alexandra Kimball muestra de forma brillante el dolor y la soledad de la infertilidad, especialmente para una mujer feminista de toda la vida. A partir de su experiencia en los grupos de apoyo en internet sobre la infertilidad, donde las mujeres se reúnen en foros para hablar sobre la fecundación in vitro, la subrogación y el aislamiento, muestra su deseo de que exista una comunidad de mujeres en la vida real que trabaje para combatir el estigma de la infertilidad.</p> <p>Siguiendo la tradición de los libros de Eula Biss, On Immunity y de Barbara Ehrenreich, Bright-sided, Kimball combina un análisis perspicaz con elaborados informes: sus conclusiones muestran las mentiras que subyacen en los enfoques culturales dominantes, a veces paradójicos, sobre el derecho de las mujeres a elegir activamente tener criaturas. Combinando la historia feminista, la autobiografía y los informes de quienes están en primera línea en la lucha por los derechos reproductivos y la tecnología, La semilla promueve en lectores y lectoras el deseo de un mundo en el que ninguna mujer tenga que sentir que su biología es su destino.</p>
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<p>“Abrir este libro es iniciar un vuelo hacia la luz, procurar que las vidas de un centenar de mujeres andaluzas anónimas, arrumbadas en los márgenes de la historia, se iluminen. Son testimonios que, en tus manos, lector, en tus ojos, lectora, encontrarán su razón de ser: el rescate del olvido.</p> <p>Imaginar todo eso es un acto de humanidad frente a la barbarie de las fosas, y de las fosas comunes de mujeres, una triste singularidad de Andalucía, a fin de castigar de manera ejemplar, cruel y bárbara a quienes habían osado desafiar el modelo de mujer patriarcal y tradicional, rescatado e impuesto por los vencedores, con la colaboración aquiescente de la Iglesia católica y sus ministros”.</p> <p>(Pura Sánchez, historiadora, en el prólogo del libro).</p>