mujeres

  • Mujeres Libres nació en 1936 con la urgencia de crear una organización dirigida por y para las mujeres que, en aquellos días de fervor revolucionario, ansiaban una transformación social, profunda y efectiva en todos los ámbitos.
  • <p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma m&aacute;s igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia dom&eacute;stica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco m&aacute;s libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quer&iacute;a mucho m&aacute;s que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quer&iacute;a superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de ra&iacute;z. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihom&oacute;fobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto da&ntilde;o hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
  • <p>Publicada en 1974 y escrita cuando ten&iacute;a 28 a&ntilde;os, la autobiograf&iacute;a de Angela Davis es una radiograf&iacute;a fundamental de las luchas sociales en Estados Unidos durante los a&ntilde;os sesenta y setenta, periodo en el que se convirti&oacute; en un icono del Movimiento de Liberaci&oacute;n Negro. En sus p&aacute;ginas, Davis expone el punto de vista de una militante afroamericana y su particular visi&oacute;n del movimiento negro y el feminismo, en uno de los momentos m&aacute;s efervescentes de la historia pol&iacute;tica reciente, cuando el imperialismo norteamericano estaba a la defensiva tanto en el exterior (Vietnam, frentes de liberaci&oacute;n, etc.) como en el interior. Fue en este periodo cuando fue perseguida y encarcelada por diversas autoridades, falsamente acusada de secuestro, conspiraci&oacute;n y asesinato.</p> <p>M&aacute;s que ideas abstractas, teor&iacute;as o ejercicios intelectuales triviales, lo que encontramos en este volumen es una profunda preocupaci&oacute;n por la dignidad de la gente, en un momento hist&oacute;rico en el que la lucha por estos valores se libraba a vida o muerte. Y Davis luch&oacute; por la vida de muchos como si fuera por la suya propia.</p>
  • <p>La respuesta pol&iacute;tica al estallido financiero ha vuelto a imponer la prioridad de los mercados sobre la vida. Sin duda, su sostenimiento sigue estando privatizado, invisibilizado, feminizado. A partir de la discusi&oacute;n sobre la econom&iacute;a feminista, este libro detalla las bases de<br /> un sistema injusto e inviable, fundado en la division sexual del trabajo y el expolio del planeta. <br /> <br /> Su prop&oacute;sito consiste en mirar &laquo;m&aacute;s ac&aacute;&raquo; de los mitos del desarrollo (crecimiento ilimitado), la riqueza (acumulaci&oacute;n de capital) y el trabajo (limitado al trabajo asalariado) y a la vez dar cuenta de las tareas, redes y sujetos econ&oacute;micos que, material y cotidianamente, garantizan que la vida siga adelante. En este momento de tr&aacute;nsito, en el que el Estado del bienestar se ha escorado hacia los mercados, esta obra muestra la urgencia de discutir, radical y democr&aacute;ticamente, qu&eacute; vida creemos digna de ser vivida y c&oacute;mo podemos organizarnos para sostenerla de forma colectiva.</p>
  • <p><em>Paris era mujer</em> es el retrato colectivo e ilustrado de una comunidad &uacute;nica de mujeres que lleg&oacute; a conocerse con el nombre de &laquo;mujeres de la orilla izquierda&raquo;. Las escritoras Colette, Djuna Barnes y Gertrude Stein, las poetisas H. D. y Natalie Clifford Barney, las pintoras Romaine Brooks y Marie Laurencin, las editoras Bryher, Alice Toklas, Margaret Anderson y Jane Heap, las fot&oacute;grafas Berenice Abbott y Gis&egrave;le Freund, las libreras Sylvia Beach y Adrienne Monnier y la periodista Janet Flanner formaban parte de ese entorno legendario.&nbsp;</p> <p>La profusi&oacute;n de fotograf&iacute;as, cuadros, dibujos y fragmentos literarios, muchos in&eacute;ditos hasta ahora, unida al v&iacute;vido y revelador texto de Andrea Weiss nos da una visi&oacute;n sin par de la extraordinaria trama de mujeres para quienes Par&iacute;s no era ni amante ni musa, sino otra clase de mujer.</p> <p>&laquo;La Orilla Izquierda me atra&iacute;a y todav&iacute;a me atrae y me retiene. No podr&iacute;a irme de aqu&iacute; ni en sue&ntilde;os, ser&iacute;a imposible, ser&iacute;a como si un &oacute;rgano pudiera irse a otra parte del cuerpo.&raquo; Adrienne Monier, mecenas literaria y propietaria de La Maison des Amies des Livres.</p>
  • <p>El 2 de mayo de 1973, la integrante de los Panteras Negras Assata Shakur se hallaba en el hospital en estado cr&iacute;tico y esposada a la cama, mientras las autoridades locales y la polic&iacute;a federal trataban de interrogarla acerca del tiroteo en una autopista de Nueva Jersey que cost&oacute; la vida a un polic&iacute;a blanco. Objetivo durante mucho tiempo de la campa&ntilde;a de Edgar Hoover para difamar, sabotear y criminalizar las organizaciones nacionalistas negras y a sus l&iacute;deres, Shakur pas&oacute; cuatro a&ntilde;os en la c&aacute;rcel antes de su condena en 1977, sustentada en pruebas poco s&oacute;lidas. Dos a&ntilde;os despu&eacute;s de ser condenada, Assata Shakur escap&oacute; de la c&aacute;rcel y obtuvo asilo pol&iacute;tico en Cuba, donde vive en la actualidad.</p> <p>Esta autobiograf&iacute;a intensamente personal y pol&iacute;tica desmiente la temible imagen de Assata proyectada durante largo tiempo por los medios de comunicaci&oacute;n y el Estado. Con ingenio y candor, relata las experiencias que la llevaron a una vida de activismo, retratando las virtudes, flaquezas y disoluci&oacute;n final de los grupos revolucionarios negros y blancos a manos de agentes del gobierno. El resultado es una notable contribuci&oacute;n a la literatura negra estadounidense, que ya ocupa un lugar junto a la Autobiograf&iacute;a de Malcolm X y a las obras de Maya Angelou.</p>
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    En Mujeres, raza y clase, Angela Davis desvela las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas
  • De la emancipación de la servidumbre a las herejías subversivas, un hilo rojo recorre la historia de la transición del feudalismo al capitalismo.
  • <p><span>En contra de la literatura dominante, en que se habla de las mujeres y del sexo como si se supiera lo que son o bien se hace que las mujeres hablen como si fueran hombres, estos cinco cuentos intentan, por diferentes procedimientos (desde la penetraci&oacute;n en lo animal hasta el encantamiento de Alma y Amado) dejar que lo mujer se manifieste m&aacute;s de veras, a costa de delicadezas y de groser&iacute;as; y as&iacute; tambi&eacute;n en la charla que los acompa&ntilde;a se trata de que diga algo el co&ntilde;o mismo, esa boca que nunca habla. </span></p>
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