<p>Posfascismos, neofascismos, ultraderecha, nuevos populismos autoritarios, los t&eacute;rminos empleados para describir el fen&oacute;meno vienen multiplic&aacute;ndose desde que en Europa se consolidaran movimientos y partidos de esta tendencia, y en EEUU y Brasil se asistiera a las victorias de Trump y Bolsonaro. No resulta f&aacute;cil analizar algo tan plural y que escapa a las categor&iacute;as tradicionales de las ciencias sociales. Por eso, quiz&aacute;s, merezca aqu&iacute; la pena una aproximaci&oacute;n m&aacute;s ligada a la pr&aacute;ctica pol&iacute;tica y a los contenidos de un antifascismo militante.</p> <p>Los efectos del ascenso de nuevas fuerzas reactivas, nacionalistas, heteropatriarcales, racistas y autoritarias van mucho m&aacute;s all&aacute; de su irrupci&oacute;n en el mundo de las instituciones pol&iacute;ticas y de los medios de comunicaci&oacute;n. En esta recopilaci&oacute;n de textos, lo que interesa es la penetraci&oacute;n de la reacci&oacute;n en lo social, no la taxonom&iacute;a acad&eacute;mica, ni la perspectiva del analista pol&iacute;tico. Interesa empezar all&iacute; donde termina la cobertura medi&aacute;tica de los fen&oacute;menos pol&iacute;ticos emergentes, en las situaciones cotidianas en las que los se&ntilde;alados por el nuevo populismo de derechas (los migrantes, los pobres, las disidentes sexuales o las mujeres) ven sus condiciones de vida empeoradas por la extensi&oacute;n de un nuevo sentido com&uacute;n de &eacute;poca que les acusa nada menos que de &laquo;privilegiados&raquo;, seg&uacute;n el particular juego de espejos invertidos de las guerras culturales.</p> <p>La apuesta, en este sentido, pasa por revertir la creciente segmentaci&oacute;n social en favor de una nueva alianza que re&uacute;na la diversidad de la explotaci&oacute;n y la dominaci&oacute;n en un nuevo proyecto pol&iacute;tico emancipador.</p>