<p>En Espa&ntilde;a, como en el resto del mundo, los bienes o deudas econ&oacute;micas se heredan, pero la culpa y la responsabilidad moral, no. La llegada de la democracia a nuestro pa&iacute;s supuso un cierre en falso del abismo entre vencedores y v&iacute;ctimas de la Guerra Civil y la represi&oacute;n franquista. En la actualidad la cuesti&oacute;n de la memoria hist&oacute;rica forma parte de nuestro debate p&uacute;blico: la pol&eacute;mica sobre El Valle de los Ca&iacute;dos y la exhumaci&oacute;n del cad&aacute;ver del dictador, el cambio de nombre de las calles que homenajeaban a criminales franquistas, la apertura de las fosas comunes&hellip; Sin embargo, el fondo de la cuesti&oacute;n va m&aacute;s all&aacute;: &iquest;cu&aacute;l es la responsabilidad moral de las elites que se lucraron al calor del franquismo? &iquest;Son leg&iacute;timos los patrimonios transmitidos a sus herederos? Ilustres nombres de la oligarqu&iacute;a empresarial y pol&iacute;tica que se enriquecieron con la represi&oacute;n, la corrupci&oacute;n o las &iacute;ntimas relaciones con la dictadura franquista siguen ocupando hoy cargos de responsabilidad en consejos de administraci&oacute;n, administraciones p&uacute;blicas o fundaciones de todo tipo sin que la sociedad exija una sanci&oacute;n o una compensaci&oacute;n. <br /> <br /> En <em>Franquismo S.A.</em> Antonio Maestre nos obliga a realizar una revisi&oacute;n cr&iacute;tica de la historia empresarial de las grandes sagas familiares que componen las elites de este pa&iacute;s. Porque la mayor resistencia a la reparaci&oacute;n hist&oacute;rica no es cultural, pol&iacute;tica o moral. Es econ&oacute;mica.</p>