<p>Ninguna frontera es una simple l&iacute;nea, una barrera. En el caso del Mediterr&aacute;neo, que une y separa Europa, &Aacute;frica y Asia, esto es a&uacute;n m&aacute;s cierto. La zona fronteriza es una masa de agua con una tremenda carga de historias de sometimiento, de trabajo forzado, de violencia, pero tambi&eacute;n de resistencia, de fuga, de emancipaci&oacute;n. Mediterr&aacute;neo negro es el enfoque compartido por las activistas y acad&eacute;micas que contribuyen a este volumen desde distintas disciplinas: geograf&iacute;a, teor&iacute;a pol&iacute;tica, sociolog&iacute;a y estudios culturales. El desaf&iacute;o al que nos invitan consiste en repensar el &aacute;rea mediterr&aacute;nea como un espacio de producci&oacute;n racializada de fronteras, cuerpos y ciudadan&iacute;a inserto en los circuitos globales de acumulaci&oacute;n capitalista.</p> <p>El marco Mediterr&aacute;neo negro es cualquier cosa menos una frivolidad acad&eacute;mica. Al contrario, es un esfuerzo coral, coordinado y pol&iacute;ticamente orientado, que viene a intervenir en un campo de batalla bastante concurrido. En la actualidad compiten por el relato y la historia de las fronteras de Europa varias propuestas con agendas distintas. <em>Mediterr&aacute;neo negro</em> se opone frontalmente tanto a los populismos racistas de derechas como a las llamadas m&aacute;s amables al cierre de fronteras por parte de la socialdemocracia nativista y cierto chovinismo del bienestar. Su apuesta es radical: ir m&aacute;s all&aacute; del paradigma de la acogida y no conformarse con menos que la abolici&oacute;n, tanto de las fronteras como de todas las instituciones al servicio del capitalismo racial y sus din&aacute;micas de exclusi&oacute;n e inclusi&oacute;n diferenciada, que mantienen bajo control los costes salariales y el conflicto social.</p> <p>En suma, este libro impugna los t&eacute;rminos del debate sobre las migraciones en plena crisis de las clases medias europeas. La tarea, de la que est&aacute; casi todo por hacer, consiste en encontrar conexiones entre el empobrecimiento acelerado de quienes ya viven en el continente y la situaci&oacute;n desesperada de quienes acaban de llegar. La creaci&oacute;n de alianzas, comunidades de lucha, deseo y apoyo mutuo es la oportunidad a la que apuntan estas p&aacute;ginas.</p>