<p>En medio de las crisis y amenazas que se ciernen sobre la democracia liberal, Isabell Lorey desarrolla una democracia en tiempo presente que rompe con las certezas pol&iacute;ticas y los conceptos lineales de progreso y crecimiento. Su teor&iacute;a pol&iacute;tica queer-feminista formula una cr&iacute;tica fundamental de los conceptos masculinistas del pueblo, la representaci&oacute;n, las instituciones y la multitud. Al hacerlo, despliega un concepto original de democracia presentativa basada en el cuidado y la vincularidad, en la irreductibilidad de las responsabilidades, que no puede concebirse sin las luchas pasadas y las pr&aacute;cticas actuales de los movimientos sociales.</p>