<p>Entre abril de 1974 y noviembre de 1975 la clase trabajadora portuguesa trat&oacute; de escribir su propia historia. &iquest;Era imposible su triunfo? Esa es la pregunta que resume el an&aacute;lisis hist&oacute;rico que lleva a cabo Phil Mailer. Un an&aacute;lisis desde el punto de vista privilegiado de alguien que fue part&iacute;cipe de esa revoluci&oacute;n. Mailer contaba con la ventaja de tener una perspectiva externa a la vez que interna.<br /> <br /> No una imposible distancia objetiva, sino un papel de observador subjetivamente implicado en los acontecimientos. El detallado y apasionado relato de los hechos que sacudieron el pa&iacute;s luso se lleva a cabo, no de una forma meramente descriptiva, sino desde el compromiso pol&iacute;tico que pretende entender el pasado para comprender el presente.<br /> <br /> Y es mucho lo que podemos aprender acerca de lo que sucedi&oacute; en Portugal hace cuarenta a&ntilde;os. La imagen de fusiles con claveles en los ca&ntilde;ones se convirti&oacute; en s&iacute;mbolo de revoluci&oacute;n democr&aacute;tica, pero oculta lo que fueron en realidad casi dos a&ntilde;os de intensa lucha de clases. Huelgas, asambleas, autogesti&oacute;n; un legado que nos permite, si no responder a la pregunta que formula Mailer, s&iacute; hacernos cargo del pasado revolucionario para extraer conclusiones sobre sus l&iacute;mites y, en &uacute;ltima instancia, su fracaso. Es la &uacute;nica forma de asegurarnos de que la pr&oacute;xima vez la historia no se repita.</p>